CAPÍTULO 17

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Annie

—Ah, así... —digo entre jadeos fuertes.

Maldita sea, siento que me voy a derretir, los subidones me hacen colgar la cabeza hacia atrás dejándola hacia el nada.

Apenas llegamos a casa me cargo como costal de papas hacia el cuarto —cabe decir que a mitad de camino me tope con la reina vieja que me miro con tanto odio, yo solo le sonreí y le saque el dedo del medio sin que Dereck lo notara —al llegar a la habitación comenzó el ajetreo de besos y caricias a tal punto de que termine con las piernas extendidas y flotando en el aire.

Dereck tenía mi coño Justo para que quedara frente a su cara, de ahí comenzó a darse un festín conmigo mientras mi boca sacaba millones de sonidos fuertes.

Estar en el puto aire es una maldita maravilla.

Cuando siento mi orgasmo llegar retumbando mi cuerpo frenéticamente, me toma por las caderas y me baja despacio para luego quedar con las piernas enrolladas en su cintura, me come la boca como un maldito profesional para luego seguir con el resto del momento, un completo baile de estasis fluía en el ambiente.

Es un insaciable de mierda, me conto que cuando alguien de su linaje se enamora, no hay nadie más para él, no hay mujer que sea capaz de llenar lo que yo le doy con mi amor, es una locura completa saber que esta tan unido a mi como yo estoy unida a él.

Besa mis dedos cuando estamos en el auto camino hacia el reino de Alestey, me he sentido con más confianza y a gusto, últimamente no he experimentado momentos desagradables con la hermana de Dereck o aquella reina vieja insoportable, las cenas en su casa han sido más silenciosas y eso me tiene más tranquila.

Últimamente he pensado es en Tarantina, ¿Cómo estará?, creo que sacare mis encantos a relucir para poder hacer que Dereck me deje visitarla.

No voy a negar que en cada uno de mis viajes no mire por la ventana solo por estar mirando a Dereck y hablando, pero esta vez mis ojos se fijaron con más atención a la ventana, este es el lugar más normal de todo el inframundo, el como si el cielo tétrico no afectara para nada los demás lugares.

Si tiene demonios pero no es tan perturbador, bueno, el reino de Deseo tampoco es oscuro pero tiene mucho sexo de por medio y ese es su toque perturbador, pero en cambio este lugar es más claro y esta libre de cosas raras, desde que empieza tuvimos que atravesar unas rejas inmensas rejas plateadas, había otra entrada con unas rejas más pequeñas que dejaba entrar a lo que se supone que son los habitantes de los reinos, solo demonios con mucho dinero al parecer.

Desde que entras se puede ver el montón de portales, de ellos entran y salen criaturas de de otros mundos, veo a tanta gente de todo tipo de criaturas, menos... hombres lobo.

Claro, todos los portales de hombres lobo están afuera siendo custodiados por cerbero.

Vaya odio que nos tiene Dereck.

—Ningún portal de hombres lobo esta aquí... —lanzo el comentario cuando el auto se detiene frente al castillo; hogar de Alestey.

—Todo es culpa de tu hermano, el comenzó esto.

sin que me vea ruedo los ojos y miro hacia el frente.

—Al parecer vienen peleados —dice Alestey sonriendo y yo le devuelvo la sonrisa apenada.

A su lado estaba Rinxay sonriente, le sonrió a Rinxay para luego enrollar mi brazo con el de Dereck.

—¿A que se refería Alestey? ¿acaso me has rodado los ojos? —reposo mi cabeza en su hombro.

—No... claro que no, ¿Cómo crees?

—Eres una lobita rebelde que merece un castigo.

Cuando llegamos hasta donde se encontraba Alestey, Rinxay me abraza.

MI PERVERSO REY DEMONIO [#3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora