CAPÍTULO 7

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Annie

Han pasado seis días desde que se apreció Dereck en la fiesta, he intentado ignorar el miedo disfrazándolo con salidas a pasear con Dani y Aza, todavía sigo resistiéndome a ir a la zona hibrida ¿pero que creen?

Hice una maleta, sí, no es porque este pensado irme con él, no, claro que no, no.

Tal vez si vaya a quedarme unos días en casa de Dani para desestresarme un poco, cada vez que veo hacia una esquina miro un soldado demonio, como si me estuvieran custodiando, me siento abrumada, sin escapatoria y perseguida.

Justo ayer que salí a correr transformada como lobo me detuvo el secuaz de Dereck solo para recordarme que me quedaba un día.

La piel se me pone de gallina solo al recordar que hoy a las doce se cumple el plazo de su amenaza.

Bien, no te alarmes, concéntrate en la pequeña bebé que tienes cargada. Le acaricio la cabecita cuando se duerme en mi regazo y Dani me sigue mirando con la ceja levantada.

—¿Sigues usando a mi hija como escudo? —la miro me muerdo el labio inferior —, ella no va a hacer que olvides todo lo que está pasando. ¿no te da miedo que comience una guerra?

—Sí... solo que... no sé, me aterra lo que pueda hacer conmigo si acepto sus demandas —Dani aprieta levemente mi hombro.

Estábamos en el auto camino a su casa, decido irme a su casa en el maldito último día de oportunidad antes de la guerra.

—Respira, piénsalo bien, si Dereck hubiera querido hacerte algo ya lo hubiera hecho desde hace tiempo.

Eso es verdad pero me niego a creer que quiere algo bueno para mi. Dani continúa hablando.

—No es que te quiera lanzar a la boca del lobo, tú eres mi única amiga pero... —continúa diciendo Dani —, ¿no piensas en todo el daño que puede desatar sino cumples sus demandas?

—Eso lo sé, estoy siendo egoísta, pero tengo miedo.

Dani acaricia mi cara y llevo mi cabeza a su hombro.

No tengo salida, estoy contra la espada y la pared, la bebé en realidad no está siendo mi escudo, más bien tengo miedo de que algo le suceda por mi culpa.

Y no solo es ella, sino que son cada niño, bebé, anciano, mujer y hombre lobo que sufrirán por mis decisiones egoístas. Mucha gente caería por mi mano sino lo evito.

Salimos del auto y Dani toma a Aza en brazos para entrar primero a la casa, el chofer estaba apunto de sacar las maletas cuando lo detuve.

—Todavía no —le digo y él me mira con el entrecejo fruncido —, quédate aquí hasta que te ordene que te vayas —él asiente y camino hacia la casa de mi amiga.

Su mate, Axum me saludo cuando entre y yo le regalé una sonrisa para después subir las escaleras yendo a la habitación que tengo en esta casa cada vez que vengo de visita.

Me detengo frente la puerta de la habitación de Aza cuando escucho a Dani hablar.

—No te preocupes mi amor, tú tía hará lo correcto y sino se decide y empieza una guerra —la bebé se ríe y jala del pelo de mi amiga —, te protegeré de todos, y te sacaré de aquí y te llevaré muy pero muy lejos —noto lágrimas en los ojos de mi amiga —, y si yo... no puedo tú tía lo hará por mi.

Me aparto de la puerta mientras mi pecho se agita,
Mierda, ¿tan maldita soy? Debí ir con Dereck desde hace mucho.

Me voy a la habitación donde siempre me instalo y comienzo a caminar de un lado a otro casi haciéndole un hueco al piso.

MI PERVERSO REY DEMONIO [#3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora