El Lamento del Infierno Libro II - La Profecía Viviente

Capítulo 21 - La cereza en el pastel

Nota del autor

Pido por favor que me disculpen si encuentran alguna falla. Pero estoy corrigiendo, lo mejor que puedo. Espero le gusten estos capítulos.

Fueron los días más largos para toda la familia; los demás cazadores de Le Gneis se habían dado menos trabajo y un poco de relajo después de la llegada de Katherina, como si, pensar en su presencia arreglara todas las cosas.

Katherina cumplió con el acuerdo que hizo con Sebastián, y más. Ahora recibían un mejor trato, pero permíteme que te explique la razón. La Druidesa reunió a toda su familia y a los cazadores parte de El Consejo, para comentarles y avisarles que liberarán a los Hermanos Michaelson para ponerlos a trabajar con ella, todo gracias a un conjuro inquebrantable que pronto realizarían Jake, Raphael y Katherina; que une el poder de los cuatro hermanos a una cadena de poder psíquico que los vincula a Katherina; por lo tanto, todo poder, todo hechizo, ritual y conjuro, que algún Michaelson quiera hacer, será previamente visualizado y sentido por la Hija de Lucifer, y Jake se encargaría de dar un escarmiento a través de cuatro muñecos vudú diseñados con restos físicos de los cuatro brujos y la única forma de romper el conjuro, es a través de la evolución espiritual de cada uno.

La antigua mansión que Nicholas mandó a construir hace casi 7 años, ahora es totalmente distinta, más grande y con un estilo más moderno; el terreno en esos años pasó a ser propiedad de Jake del Castillo, pero ahora un regalo que le hacía a su sobrina y a la pequeña Gala, quien creía por ahora que Katherina era un ángel como el Arcángel Ariel, ya que, el solo hecho de que a la pequeña le dijeran que Lilith no era su madre, activa el poder oscuro que la envenena todavía, sometiéndola a altos niveles de dolor espiritual y físico; por lo que Katherina optó por no revelarle la verdad hasta que Gala tuviera suficiente edad y solvencia en su poder psíquico para asimilarlo y luego, que ella eligiera lo que sintiera su corazón... O su cabeza.

Se encontraban todos en la nueva mansión, Katherina ya se había instalado, y después de hacer el conjuro, llevarían a los Hermanos Michaelson a vivir ahí para vigilarlos mejor. Michael se ofreció a vivir con ella, y la segunda que quiso acompañarla es Amanda, para ayudarle en todo lo que tuviera que ver con Gala, ya que, ella la vio crecer.

—¿Todavía sigues con la idea de que los brujos vivan como reyes? —preguntó Amanda a la pelirroja, mientras ambas miraban por el balcón de la habitación de Katherina— No se lo merecen, si fuera por mi ya estarían enjaulados.

Katherina permaneció en silencio, desviando su mirada del gran jardín verde hacia la rubia.

—¿Tanto odio has acumulado durante todo este proceso? —le preguntó Katherina.

—No fue un proceso. ¡Fueron años! Seis malditos años de... Mucha basura —argumentó Amanda.

—¿Y de esa basura, no hay absolutamente nada bueno?

—No, Kat —comentó con frustración quitándole la mirada a su amiga—. Todo durante mucho tiempo ha sido frustrante, desilusión, furia... Cada vez se me hace más pesado.

—Si todo ha sido basura, entonces ¿por qué estás con mi hermano Sam? ¿Por qué no te fuiste como lo hizo Melany? —continuó interrogando con serenidad— ¿Por qué te quedaste casi siete años en la vida de mi hija?

—¿Qué no es obvio? ¡Por ti!

—No, cariño. No lo hiciste por mi, lo hiciste por ti, porque no querías volver a sentirte sola, sabiendo que desde ese instante en que elegiste quedarte, todo se iría cuesta abajo; estabas consciente de lo que vivías y lo que experimentarías; todo fue una decisión tuya, siempre has sido libre de irte. —Katherina apoyó su codo izquierdo en el acero blanco del balcón y la observó con mayor atención— Amanda, si hay algo en nuestra existencia de lo que debemos ser conscientes, es que, no hay nadie controlando nuestra vida. Dios no es un hombre con barba y cabello blanco que dirige todo con hilos desde el cielo, quien haya inventado esa versión tan petulante del Creador no es nada más que una mente dominada por su ego e ignorancia; alguien tan dormido que no es capaz de observar lo que realmente hay en su corazón y su mente —hizo una pausa desviando su mirada por un segundo al jardín frente a ellas y retomar sus palabras con toda convicción—. Todo lo que experimentamos es nuestra propia creación; sin embargo, no somos conscientes de que lo hacemos porque estamos dormidos, porque nos dedicamos todo el tiempo a vivir por inercia en esta tierra; vamos y venimos, sin mirar al lado y ser conscientes de que no somos la única criatura sobre la creación que experimenta el fracaso y el dolor; entonces entra el ego y te mantiene ahí, presa del dolor, del arrepentimiento; el fracaso...y lo peor de todo es que por más esfuerzo que haces, simplemente nada sale como quieres. Amanda puedo sentir el dolor en ti, y todas las plegarias que hiciste por seis años; y cuán grande era tu desesperación, que solicitaste ayuda de mis padres, de Daniel; de Sophie. —Amanda escondió la mirada entre las líneas de sus manos— Mientras sigas en la mente —continuó, llevando su dedo índice a la sien izquierda de su amiga—, seguirás viviendo en el odio, en el fracaso, en la angustia: eso es todo lo que hay en tu mente aquí y ahora. Nunca te has dedicado a sacar todo lo que has reprimido, por tantas vidas; eso te ha impedido ver todo lo que has construido junto a los demás, dejaste de observar y solo te centraste en actuar por venganza; y sé que las palabras que ahora salen de estos labios no te sirven hoy, pero lo harán en el momento perfecto...solo ve a tu corazón y aunque duela todo lo que viviste, ya no se puede cambiar, pero si puedes aprender de eso, sacar lo mejor de tu propia causa y efecto. El amor es el motor de la consciencia, y la confianza el instructivo para actuar con fe y enfocarte en tu corazón, ahí reside la verdadera sabiduría; en él reside la verdad de todo.