Capítulo 15 - El placer de la verdad

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ADVERTENCIA PARTE DEL FINAL DE ESTE CAPÍTULO CONTIENE AGRESIÓN PSICOLÓGICA, QUEDA BAJO TU RESPONSABILIDAD LEERLO.  

Era otro día bajo las nubes, si estuviéramos en otros tiempos, podría decirte que este era un día como cualquier otro, pero no. La pandemia había llegado al pueblo; ya casi terminaba el mes de abril, y la cuarentena comenzaba a expandirse por todo el mundo. Las calles estaban vacías, el sheriff patrullaba delegando policías por todo el pueblo, si otras ciudades no se tomaba resguardo de los ciudadanos, pues en el pueblo no era igual.

Mientras tanto, la que era casa de Daniel, se hacía cada vez más pequeña. Sin embargo, la ampliaron demorándose casi dos semanas luego de la batalla; la mansión de Raphael estaba vacía, todos prefirieron permanecer juntos en el mismo lugar; por supuesto que la más feliz en todo esto, era la pequeña hija de Katherina. No obstante, la mayoría comenzó a extrañar a alguien: Melany llevaba varios días sin responder las llamadas. Amanda solicitó que la buscaran a través de las cámaras de transito con los aliados que tenían en diferentes países, mas, la base todavía no llegaba a tanto. Raphael compró nueva tecnología que encargó por la Deep Web, contrató a los mejores hackers disponiendo de ellos en diferentes países, haciéndoles firmar un contrato que iba ligado al alma de cada uno; si traicionaban el firmamento de la base, a Raphael solo le bastaba con romper las piedras preciosas que había ligado a los hackers para asesinarlos.

Katherina iba y venía de vez en cuando, todavía no encontraban la forma de traerla de regreso, y cuando pasaba más tiempo en el lugar, se quedaba cada hora cerca de su hija, aunque ella no pudiera verla.

Aquella tarde de primavera nublada, Michael llegó a la casa en compañía de Demian con el que se había encontrado en el aparcamiento frente a la casa. Michael había ido por mascarillas, alcohol Gel y desinfectantes para toda la casa. Cabe mencionar, que Jake era el maniático por la limpieza a profundidad, por lo que instaló en el patio una especie de cápsula tamaño humano que los desinfectaba a todos antes de entrar. Amanda les ordenó a los dos hombres que debían entrar por la puerta trasera para pasar por la famosa cápsula si querían seguir vivos dentro de la casa.

―¡¿Cuándo se va a acabar esta maldita pandemia, ya me tiene harto?! ―masculló Michael cruzando la puerta de la cocina, al tiempo en que Amanda terminaba de desinfectar la mesa. Michael alzó la caja donde venían las mascarillas y demás utensilios y las dejó caer de golpe en la mesa antes limpia.

Samuel entraba por la puerta que unía el comedor a la cocina, arrastrando las sandalias de polar gris, igual que el pantalón de su pijama y una camisa desteñida color negro de manga larga. con una taza de café bien cargado y lentes de sol que tapaban sus ojeras por la juerga que se habían pegado la noche anterior con su hermano y un ángel en el patio de la casa.

―Estoy casi seguro de que vi a Harry Styles volar sobre mi cama anoche ―habló Sam, llevándose la mano libre a la cabeza debido a la resaca.

―Un cantante que Gala no ha dejado de escuchar desde que Ariel se lo mostró.

―Imposible, si lo fuera, yo lo conocería, porque los conozco a todos.

―Entonces debes conocer al Asqueroso Haragán ―insinuó Amanda tirando el trapo con el que había desinfectado la mesa antes y llevándose las manos a la cintura en posición demandante.

―¿Quién es el Asqueroso Haragán? ―preguntó Samuel, sentándose en una de las sillas frente a todos, mientras Demian los miraba con ganas de echarse a reír.

―El que canta todos los días en el maldito baño ―señaló a Michael, tomando el trapo después para lanzárselo en la cara.

―¡JA, JA, JA, JA! ¡Asqueroso Haragán! ―se burló Samuel.

El Lamento del Infierno Libro II - La Profecía VivienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora