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. . . . . . . . . 测验 Fri O2/O4/2O21
La salud mental de Maia estaba decayendo poco a poco, y nadie sabía como salvarla, pues el progreso de un día se fue a la mierda con la caída de su hermano.
Intercambiaba cada dos horas las habitaciones de su mejor amiga, su hermano y su novio con la esperanza de que alguno de ellos despertara pronto y la salvara de sus propios pensamientos.
Chan ya no sabía que hacer con Maia, porque no le hacía caso de ir a descansar después de quedarse llorando toda la noche en la habitación de Yoongi, lamentándose por no haber revisado su teléfono desde antes.
No sólo era Stray Kids, sino que también BLACKPINK y BTS estaban de hiatus, y nadie saber que hacer con sus vidas en esos momentos.
Ellos eran veinte en total, y de esos veinte, habían nueve inconscientes y once conscientes.
Namjoon, Jin, Taehyung y Maia cuidaban a los cuatro inconscientes, mientras que Chan cuidaba a Minho, y Hyunjin, Felix, Jisung y Changbin cuidaban a las cuatro chicas. Los únicos que estaban en casa eran Seungmin y Jeongin, que se encargaban de llevarle ropa a todos los chicos en el hospital y prepararles comida para la estadía de todos ellos.
Minju, Jinhyuk, Jackson y Boa también llegaron al hospital para cubrir a los chicos mientras ellos iban a descansar, y a regañadientes Maia fue a descansar ya que sus padres habían llegado desde Daegu ante la noticia de Yoongi, aunque de todas formas pensaban llegar para apoyar a sus hijos, solo que tuvieron que adelantar el viaje por el tema del chico.
Solo que a Maia le dio un ataque de pánico cuando le dijeron que Yoongi podría morir debido a la parálisis en la que había entrado su cerebro por el enfriamiento de este.
Chan y su madre lograron calmarla, hasta que se calmó y se quedó dormida en el regazo de su madre.
Al despertar, estaba acostada en la camilla al lado de la de Yoongi, mientras que su madre estaban sentados en el sillón leyendo un libro.
Al estar tan cerca de su hermano, tomó su mano y sintió lo helada que aún seguía a pesar de haber calentado su cuerpo apenas llegó al hospital.
— No me dejes, por favor... — Dijo en un débil susurro. — Mi vida sin Lisa sería una tortura, mi vida sin Minho sería un infierno, pero mi vida sin tí no tendría sentido — Se quebró en silencio, para no alterar a su madre, pero aún así, no derramó ni una lágrima. — Tienes que ser fuerte, Yoonie. Dijiste que ibas a pelearte con papá y los chicos por ver quién me entregaría a Minho en el altar, no me falles esa promesa.
