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. . . . . . . . . 测验 Sun 23/O5/2O21
Me siento medianamente mejor, me han traído mucha comida y he podido recuperar las fuerzas que perdí todo este tiempo encerrada siendo torturada.
Hice un poco de ejercicio cuando me dejaron sola, ya que creían que podía clavarme el tenedor en la garganta o algo así, aunque sonaba tentadora esa idea, pero la alejé rápidamente al recordar mi promesa.
No hice ejercicio para bajar lo que comí, sino para tener agilidad y algo de fuerza a la hora de mi escape, o me atraparán fácilmente y me matarán, y eso no está en mis planes actuales.
Escondí las llaves para que nadie se de cuenta que yo las tengo, y hasta el momento nadie ha venido a preguntarme algo o interrogarme, solo me vienen a dejar comida y a vigilar que no haga nada raro.
Idiotas, hay miles de maneras para matarme en esta sala, y se preocupan por un estúpido tenedor de plástico.
O tal vez el guardia solo me observa porque quiere, porque ayer y hoy estuvo conmigo viéndome comer pero no hizo ningún movimiento raro ni me vio con morbosidad, así que creo que es bueno.
No sé hasta qué punto sea bueno, pero con saber que no me hará nada estoy bien. Le pregunté incluso por las chicas, y me contestó con seriedad pero lo hizo. Dice que ellas están bien, también son alimentadas pero siguen encerradas en las celdas.
Mi-jin está sola en la celda, pero está bien y estable. También ella preguntó por mí, y aunque no se fió de las palabras del guardia, se quedó tranquila. O al menos un poco tranquila.
Quiero que venga Eunwoo a cuidarme, no soporto estar aquí sola todo el día. Ya van dos días enteros aquí encerrada y no es nada bonito. ¡Hasta me siento más esquizofrénica que antes por hablar sola!
Bueno, de niña lo hacía, pero era eso, una niña. Ahora soy una adulta que no llora por sus juguetes ni comida.
Bueno un poco sí, amo la comida, y el hecho de no haber estado comiendo bien aquí me tiene de mal humor. Además, quiero mi teléfono. Ni siquiera con internet, solo quiero jugar mis jueguitos de cocina para pasar el rato.
¡Estoy aburrida!
Encontré un cuaderno y una pluma en el suelo, y aunque con esto fácilmente acabo con mi vida porque la idea sigue siendo bastante tentadora, no lo haré.
Al menos no ahora.
Ya sé, haré un homenaje a las chicas que ahora están cuidándonos desde el cielo, ellas merecen ser recordadas con amor y cariño.
Terminaré esa canción que creamos estando en las celdas, y la sacaré para honrar sus memorias, siendo lo último que hicieron antes de ir al cielo con los ángeles.
Siempre las recordaré como mis heroínas.
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