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. . . . . . . . . 测验 Fri 12/O3/2O21
— ¿Tienes tiempo? — Preguntaron ambos hermanos en la puerta. Minho asintió confundido y dejó pasar a los cuatro intrusos que habían llegado de imprevisto.
— ¿Están todos? — Preguntó Jackson entrando junto a Minju.
— Sí.
— ¿Está Vanessa? — Preguntó Boa con desagrado.
— Eh, sí. Vino hace rato — Comentó con una mueca. Jackson suspiró.
— Sácala. Tenemos que hablar de algo importante y ella es la que menos puede saber sobre qué es — Advirtió Jinhyuk a su hermano, y los cinco llegaron a la sala.
— ¿Qué haces aquí, Jackson? — Preguntó la rubia con duda.
— No te importa. Y te invito a que te largues porque tenemos que hablar con ellos — Comentó con indiferencia, sentándose en el sillón vacío junto a su novia y su cuñado.
— ¿Ah? ¿Y quién te crees para sacarme de la casa de MI novio?
— Ya lo oíste, Vanessa — Soltó Minho hastiado. La rubia lo miró indignada y totalmente molesta.
— ¿Y de qué se supone que hablarán para que yo no escuche?
— Cosas de idols que no te conciernen en lo más mínimo porque no eres idol. Ya vete por Dios — Se quejó Minju molesta.
— ¡Eres una-
— A mi hermana no, Vanessa — Amenazó el pelinegro con enojo, tomando a la rubia del brazo para llevarla hacia la puerta, escuchando sus quejas y jalones para que la soltara, pero Minho la soltó hasta que la sacó de la casa. — Tu hermano te dijo que te fueras y yo también. Son cosas de idols que no puedes saber, así que deja de molestar y vete — Y seguidamente le cerró la puerta en la cara, escuchando los gritos y quejas de la chica.
Minho suspiró y caminó hacia la sala nuevamente, donde se sentó al lado de Lisa, que dejó de abrazar a Yoongi y esta vez abrazó al pelinegro, escuchándolo suspirar con fuerza.
— Me tiene harto y solo han pasado unos días — Se quejó con frustración. Lisa rió y tocó su mejilla.
— No te amargues o te saldrán arrugas igual que a Yoongi.
— ¡Hey! — Minho y Lisa rieron con suavidad, y el chico le agradeció a la mayor por hacerlo sentir bien aunque fuera por un momento.
— Ayer hablamos con Maia.
Las diecinueve miradas se dirigieron con rapidez hacia los cuatro, quedando estupefactos ante tal noticia.
— Nos quedamos con ella porque comenzó a llorar. Los chicos se reunieron y la abrazaron para calmarla. Incluso le dieron helado y la dejaron viendo una película con los menores, al final se durmió con ellos y Heeseung la llevó a su habitación — Comentó Boa con pesar.
