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. . . . . . . . . 测验 Thurs O4/O3/2O21
Todo el día los siete chicos se dedicaron a consentir a Maia en lo que podían, y lograron notar que pese a los bajos ánimos de la chica, en ocasiones lograban hacerla reír.
Ahora tocaba lo más difícil: ir a casa de Stray Kids a terminar de empacar sus cosas.
Claro que las dos maletas junto con su bolso no eran las únicas cosas que le hacían falta, porque tenía demasiada ropa y demasiadas cosas que no había sacado de la casa por el poco tiempo que tuvo para empacar, porque se la pasó llorando durante seis horas seguidas.
Sabía que aún tenía dos maletas más y unas cosas en una caja que habían quedado en la que era su habitación en esa casa, así que ahí estaba, frente a la casa donde vivió sus mejores momentos.
Y claro que no iba sola, pues Heeseung, Jungwon y Ni-ki la acompañaban. Cabe destacar que aún llevaba la ropa de los tres, pues llevaba un pants negro de Jungwon, una camiseta blanca de Ni-ki y una sudadera gris de Heeseung. Ah, y el gorro con orejas de gatito que le había robado a Sunoo cuando entró a su habitación a ver una película con él.
Cuando tocaron la puerta, Chan fue el que abrió, y se quedó de piedra al ver a Maia con la cabeza gacha y con ropa que definitivamente no era de ella.
— Solo vine por mis otras cosas. ¿Puedo pasar, Bang Chan? — El castaño cerró los ojos con fuerza. De la nada extrañó el "Channie" que ella solía decirle, y se sintió lo peor del mundo.
Claro que Maia no pasó el hecho de que Christopher tenía los ojos hinchados e inyectados en sangre, con lágrimas secas sobre sus mejillas, pero trató de no darle mucha importancia.
Chan asintió ido y se hizo a un lado para dejarla pasar, y cuando iba a cerrar la puerta, vio a tres personas frente a él.
— Permiso, Bang Chan hyung — Murmuraron los tres y entraron detrás de Maia.
Chan los miró sorprendido y confundido. ¿Qué hacia Maia con los miembros de Enhypen?
Tenía que ser una horrible mala suerte el hecho de que al llegar a la sala, se encontró la peor reunión que esperaba.
Los tres grupos reunidos, claro que sí.
Todos se quedaron helados, y Minho sintió sus ojos llenarse de lágrimas al verla. Solo había pasado un día y sentía que su vida ya no tenía sentido si ella no estaba a su lado.
— Solo vengo por mis cosas, sigan en lo suyo — Habló con el tono más frío e inexpresivo que pudo soltar.
— Maia... — Murmuró Yoongi con la voz quebrada, pero la chica lo ignoró. ¿Ahora sí le dolía?
