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. . . . . . . . . 测验 Fri 18/O6/2O21
Lo ocurrido 20 días atrás fue algo de dejó marcado a la población de las dos Coreas, pero más a aquellos que se vieron involucrados directamente.
Aquello fue el evento más traumático que habían pasado, y hasta la fecha seguían teniendo pesadillas con aquel día.
Apenas lograron reanimar a Maia, Minho se desmayó.
Todos estaban en llanto, nadie tenía las fuerzas suficiente para irse sabiendo que habían perdido a Irene y que los otros tres estaban heridos de gravedad.
Nadie siquiera podía subir a los helicópteros de lo débiles que estaban. Fue tan traumático y tan horrible que no podían siquiera pararse y enfrentar la situación.
Fue Chan quien se levantó y llevó a Minho en brazos hasta el helicóptero, donde no se despegó de él hasta que regresaron a Corea del Sur.
Al llegar, la gente les aplaudió el haber vuelto con vida, aunque no podían decir lo mismo de Irene, quién iba en una bolsa negra que llevaron al hospital para revisarla antes de dársela a su familia.
Maia, Jackson, Mi-jin y Eunwoo fueron llevados a urgencia y pasaron horas en cirugía para sacar aquellas balas en sus cuerpos, y para saturar las heridas de Eunwoo y Mi-jin hechas por cuchillos.
Eunwoo tenía una pierna rota, tres costillas rotas, el brazo dislocado, tres puñaladas y cortes en su rostro y brazos. Despertó cinco días después.
Mi-jin había inhalado la droga en cantidades excesivas, y casi le da un derrame cerebral, aunque lograron evitarlo. Ella tenía seis puñaladas, un brazo roto y muchos cortes en mal cosidos en sus brazos y piernas, producto de las torturas hechas en aquellos meses secuestrada. Entró en coma al momento.
Jackson afortunadamente solo tenía una costilla rota, una pequeña contusión en la cabeza y el disparo en el estómago que lograron curar. La pérdida de sangre no importó tanto porque recuperaron aquella sangre perdida. Entró en coma dos días después de la operación.
Maia estuvo muerta por 20 segundos en los brazos de Minho y 15 segundos en los brazos de los médicos. Tenía cinco puñaladas, una herida de un roce de bala hecho días atrás, más la herida de bala en el estómago y la puñalada en la pierna derecha y la otra herida de bala en la otra pierna. La pérdida de sangre fue horrible que casi la pierden en la cirugía por desangrado. Una contusión en la cabeza y dos huesos rotos. Entró en coma un día después de la operación.
Minho no quería ni levantarse de aquella silla, y ahora sentía todo el dolor que sufrió Maia cuando pasó días cuidándolo sin descanso, porque ahora él estaba en su lugar.
