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. . . . . . . . . 测验 Wed 19/O5/2O21
Nuevo día, y ahora Maia había vuelto de la enfermería por el disparo en su brazo. Lo tenía vendado y le habían permitido tener vendas de repuesto, las cuales cambiaba Mi-jin luego de desinfectar la herida.
Desde el día anterior no comían absolutamente nada, y estaban muriéndose del hambre, pero por lo que tenían entendido, Vanessa no estaba en el lugar, y claramente Mingyu tampoco porque él estaba en su empresa tranquilamente disfrutando de sus lujos.
━━ Ya que no está Vanessa, ¿crees que hoy nos torturen? ━━ Preguntó en un hilo de voz, y Mi-jin la miró desde abajo al tener su cabeza en las piernas de la castaña, y suspiró alzando los hombros.
━━ No lo sé, pero espero que no. Suficiente con tener tu brazo herido como para que nos electrocuten o nos hagan picadillo con los cuchillos ━━ Dijo igual en un susurro al pasar sus manos por las heridas que estaban en sus piernas y brazos, debido a todas las veces que Vanessa les pasaba un cuchillo por los brazos y piernas y las dejaban desangrándose en el suelo.
━━ No creo poder soportar más tiempo aquí, Mi-jin ━━ Dijo con la voz quebrada, y la rubia se reincorporó para verla con preocupación.
━━ Dime por favor que no estás pensando en eso...
━━ Ya no quiero estar aquí ━━ Sollozó al sentir los brazos de la mayor abrazarla y colocar su rostro en su pecho. ━━ Quiero a Minho.
━━ Y pronto estarás con él, cariño ━━ Dijo la rubia acariciando su cabello. ━━ Pero para eso, tienes que desechar esas ideas de tu cabeza, porque si no, nunca volverás a ver a tu Minho, ¿bien? ━━ La separó de su cuerpo para verla a los ojos llenos de lágrimas. ━━ Prométeme que no volverás a pensar en eso, Maia. Tienes que volver con ellos.
━━ Tenemos ━━ Dijo mirándola. ━━ Todas tenemos que volver. Todos, en realidad ━━ Dijo refiriéndose también a Eunwoo y los dos menores.
Mi-jin asintió y volvió a abrazarla, quedándose así por un rato.
Tres horas después donde la mayoría se dedicó a dormir un poco para olvidar el hambre que las mataba, escucharon unos pasitos ligeros que caminaban por la sala, y solo Mi-jin, Momo e Irene fueron las que se percataron de ello, pues el resto dormía.
Las tres se miraron por las ventanas de sus celdas y asintieron para coordinar en despertar a las demás por si algo ocurría.
Cuando todas ya estuvieron despiertas, se quedaron quietas esperando alguna señal de vida ante esos pasos que las tres chicas habían escuchado.
