23:30 a.m
-Te voy a pinchar, en la espalda. Te va a doler, pero no tanto como el dolor que estas sufriendo. Voy a coger la epidural, dame 15 mintutos. -Dijo la doctora y yo asentí.
Ella salió por la puerta y yo me retorcí del dolor.
-¿Ves? Ya has sufrido lo peor. -Me dijo Brad, y yo lloraba del dolor.- ¿Por qué lloras?. -Se arrodilló al lado mía.
-Por que me duele mucho Brad. Respirar es una mierda, el dolor sigue estando aquí. -Le miré con lágrimas en los ojos.
-Ahora es la recta final, tu eres muy fuerte, lo puedes hacer. -Me cogió la mano.
-No Brad, esto es mucho, quiero que se acabe.
-Lo mismo me dijiste tu en aquella habitación, que podía aguantar y lo hice ¿Ahora no lo vas a hacer tu?. -Me preguntó y me miró con firmeza.
-Vale Brad, pero me duele, así que te voy ha decir una cosa, cómo vuelvas a olvidarte de usar protección, te corto los huevos. -Le dije y los dos reímos.
Otro dolor dentro de mi.
Le apreté con fuerza las manos.
-¿Otra contracción?. -Me preguntó mientras cerraba los ojos fuertemente.
-Si, ahora son cada dos minutos. -Abrí un poco los ojos.
A los 15 mintutos la doctora vino.
Casi me desmayo cuando vi aquella aguja.
Era tan grande como la palma de mi mano.
Miré a Brad de reojo, él solo miraba aquella aguja tan grande.-Ya estoy aquí Brooke. -Yo le miré a los ojos asustada, pero más asustada que antes no podía estar.
-¿M-me vas a p-pinchar con eso?. -Le pregunté tartamudeando.
-Si, pero es por tu bien. Túmbate. -Me ordenó y yo hice lo me pidió.
Me puse de lado, mirando hacia Brad quien me cogía la mano a punto de desmayarse.
-¿Preparada?. -Me preguntó.
-Hazlo ya por favor. -Le dije y ella lo hizo.
Me pinchó en medio de la espada.
Me dolió muchísimo, pero no tanto como el dolor de las contracciones.
Así que si esto era lo mejor, adelante.
Cerré lo ojos al compás de la aguja. Cuanto más se introducía más apretaba los ojos.
La aguja salió de mi y yo abrí los ojos en señal de alivio.
-¿Te ha dolido?. -Me preguntó Brad.
-Si, pero me ha dolido más ver esa aguja entrando por la puerta. -Dije y la doctora sonrió.
-Va a tardar un poco en hacer efecto. Ya no notarás las contracciones, pero notarás pinchazos. El parto te dolerá, pero te vas a cansar más. Cuando llegue la hora te daré las instrucciones.
-De acuerdo, doctora...
-Solo Charlotte. -Dijo sonriente y yo le devolví la mirada ¿Desde cuando una doctora solo se le llama por un nombre? Que raro es esto.
Charlotte se fue y yo me quedé con Brad.
-¿Quien se iba a desmayar más pronto tu o yo? -Le pregunté-
-Yo creía que era yo, pero tu has sido la que más has soportado. -Los dos reimos.
01:30 a.m
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Siempre nos quedará el amanecer
Novela JuvenilÉramos personas diferentes, pero ¿Qué es un puzle con dos piezas iguales?