Siempre nos quedará el amanecer

Momentos especiales.

6 meses y 2 semanas.

Nos habíamos instalado en nuestra "pequeña" casa. La verdad es que no nos estaba pasando nada malo en los últimos días, más bien, semanas.

Algo malo se me estaba pasando por la cabeza. Y es que si no ha pasado nada malo en este tiempo, va a ocurrir tarde o temprano.

Nuestros padres estaban muy emocionados con la nueva casa, tanto que Cat, quería venirse a vivir.

Cada dia que pasaba se me hacia todo más pesado.

Mis piernas se cansaban más y al no poder hacer muchos esfuerzos me cansaba aún más.

Ayer fuimos a la ecografia de nuestra pequeña.

Nos dijeron que estaba todo perfecto y que salía de cuentas el 3 de septiembre.

El instuto ya ha acabado y eso significa que ya no tengo más clases hasta septiembre.

Y eso me alegra porque cuando vaya la próxima vez ya seré mamá.

Me ha dado pena despedirme de mis compañeros porque los voy ha a echar de menos, mucho.

Pero ahora me estoy concentrando mucho en mi nueva casa.

La madre de Brad le ha enseñado cómo poner la lavadora y planchar, eso es mucho para él.

Yo me limito a mirar como lo hace y como se comporta como un verdadero padre.

Cuento los días para tener a mi pequeña conmigo y él también.

Estábamos en una tienda de bebes, para comprar la cuna y un carro, mi padre se había ofrecido a comprarlo.

-¿Te gusta esta? -Le dije tocando la cuna-

Era de color crema y con puntos morados.

-Si te digo la verdad... No -Se rió- ¿Tu has visto lo fea que es?

-Vaya, tu siempre tan... directo -Le apreté la mano-

Pasó de mi completamente para fijarse en otra.

-¿Y esta? -Dijo señalando a una cuna del fondo-

-Es preciosa -Dije y me dirigí a ella-

Era de madera blanca con preciosos bordes rosas y con las almohadas rosas, también.

-Guau -Añadí- Pero mira el precio, es demasiado caro

-¿Cuanto dinero nos ha dado tu padre?

-1000 euros, para las dos cosas.

-Nos llega, miramos el carro y volvemos -Dijo Brad y me dio un beso en la frente-

Pasamos a otra sección, esta vez "Carros de bebé"

Mirábamos todas las cosas detalladamente, yo no sabía nada.

Cada carro era mucho más grande que el anterior, y yo ya estaba empezando a estar perdida, mucho.

-¿Brad, te enteras de algo? -Le miré-

-Si, bueno... Yo elegí el carro de mi hermana.

-¿Enserio? -Me mordi el labio-

-No, pero, era bonito. No se porque lo tiramos.

Al final elegimos un carro que estaba bien, pero no era muy exagerado.

Era simple, negro y rosa.

Todo nos costó 600 euros así que compramos bastante ropa para la pequeña y pañales.