Contumaz - [El clan perdido]

Capítulo 2

Tras lograr salir de la base del perímetro 1, los chicos ya llevaban varias horas de viaje por el exterior. Dhamar, se encontraba sentada en la parte trasera de la camioneta junto a Marcus; el cual iba muy concentrado mirando el horizonte desértico que tenían enfrente. Sol, por otro lado, se mantenía en su rol como copiloto; encargándose de ojear de vez en cuando el mapa. En este se encontraban las coordenadas exactas para hallar el oasis que estaban buscando. Mientras que Adrián era el encargado de manejar.

A lo lejos, se podía observar de vez en cuando: edificios en precarias condiciones, ruinas que habían quedado del apocalipsis y árboles secos que aparecían en mitad del camino. Dhamar, al ver este escenario se preguntaba cómo hubiera sido vivir en aquella época del planeta, cuando los prados verdes cubrían gran parte de la tierra y las aguas danzaban entre ríos y lagos, claramente ya inexistentes. Al imaginar aquellas postales no podía evitar preguntarse; si hubiéramos nacido libres, ¿él seguiría aquí con nosotros?, ¿seríamos una familia tan desunida, como lo somos ahora?; gran melancolía le causaba pensar en que si su padre estuviera vivo todo sería diferente.

Al sentir un seco freno de la camioneta sus pensamientos sobre su padre y familia se dispersaron.

—¡Se supone que aquí debería encontrarse el primer Oasis! —gritó Adrián desde el interior de la camioneta.

Un silencio se expuso después de aquellas palabras. El panorama que se presentaba no era bueno, frente a ellos se encontraba un gran campo de dunas.

—Mm, este campo dunar no sale en el mapa... —pronunció Sol, mientras volvía a mirar con detenimiento dicho papel—. Quizás las tormentas de arenas lo formaron.

Marcus saltó de la camioneta, dirigiéndose hasta la puerta que estaba al lado de Sol, para analizar junto a ella el mapa.

—Quizás no fuimos en línea recta, lo que significa que el oasis estaría un poco más a la derecha —estaba seguro de sus palabras Marcus—. Eso pasa cuando dejas a novatos en el control —presumió.

Dhamar rodó sus ojos al escuchar sus palabras, ya empezaba a ponerse ansiosa. Llevaban un resto de horas manejando por el desierto, pronto podría anochecer y ellos aún no daban con nada.

—¿Qué haremos entonces?, mi mamá necesita esa medicina. —temía que algo podría pasarle a su madre y al bebé, si es que no llegaban con la planta.

Adrián se quedó mirando el horizonte, sin pronunciar ninguna palabra, ni producir el más mínimo ruido. Al notar su acción, Sol y Marcus se quedaron en total silencio, no querían desconcentrarlo. Esta no se trataba de una misión cualquiera para él joven militar, si no que era de suma importancia, ya que sabía que era la oportunidad perfecta para ascender de rango. Aquel acto lo codiciaba hace bastante tiempo, pero no precisamente para poder estar con Sol. Por el contrario, estaba deseoso de poder. Vivir años tras la sombra de su amigo Marcus no había sido tarea fácil, más la constante humillación por parte de sus pares lo tenía sediento de venganza, y nada lo haría fallar en esta oportunidad.