Sol llevaba varios segundos sin parar de hablar, expresándole a Lucas, lo loca que era la idea que acababa de plantear. El solo pensarlo la hacía reír, pues en su mente, no asimilaba la forma en que ella pudiera cumplir el rol de un militar.
—¡¿Estas demente verdad?! —comentó riendo—. ¿Cómo yo una mujer, inexperta por lo demás... voy a reemplazar al mayor General del ejército?, mismo ejército, que se maneja solo por hombres ultra machistas. Te volviste loco —sentenció.
—No te pido que cumplas el rol de tu padre como militar, si no que tomes la influencia que tiene el, dentro de la Elite.
—¡No!, me niego, te volviste loco —exclamó, sin poder concebir aquella idea.
—¿Por qué no? —cuestionó Dhamar, quien se encontraba muy serena.
La expresión en el rostro de su amiga, cambió al verse un poco desconcertada. Dado que, le extrañaba lo calmada que se veía la trigueña. ¿Acaso todos se volvieron locos?, pensó.
—Piénsalo bien Sol, no hay mejor persona para esta tarea... no te subestimes.
—¿Tú crees? —susurró la rubia.
—Por supuesto que lo creo, además... tu ya no eres la misma persona que dejó esas paredes.
Por un momento las miradas de ambas amigas se toparon.
—No te obligaremos a nada que no quieras hacer. Pero tu puedes con esto y mucho más. Y quién sabe... quizás el que obtengas más poder, nos puede ayudar con la tarea que tenemos pendiente.
—¿Qué tarea?
—¿Ya lo olvidaste?, recuerda que las ratas no se mueren, a menos que les pongas una trampa.
El rostro de Dhamar, de pronto esbozó un semblante que Sol ya conocía, entre picardía y enojo. La rubia dejó salir una pequeña risa, al percatarse de que promesa hablaba su amiga, más bien el rostro de esa persona volvió a su mente, y ese era Adrián.
—Está bien, pero solo me quedaría un problema...
—¿Cuál? —preguntó Lucas, atento a cualquier petición de la rubia.
—Si ustedes no podrán estar conmigo, ¿entonces quién me acompañará a mí? Necesitamos tener un nexo y yo no confió en cualquier persona a estas alturas. No pueden dejarme sola.
Lucas y Dhamar, quedaron pensativos, pero antes de que pudiera responder, Xoel apareció de golpe, con paso decidido y su mirada fija en Sol.
—No estarás sola en esto, Sol —dijo Xoel con voz firme—. Yo dejaré el clan Contumaz para acompañarte. No permitiré que te enfrentes a esos hombres sola.
Sol lo miró, sorprendida. La determinación en los ojos de Xoel le dio un atisbo de esperanza, pero también la llenó de más preguntas.
—¿Por qué harías eso? —preguntó, con su voz temblando ligeramente.
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Contumaz - [El clan perdido]
FantasySinopsis: Dhamar Blasko y su amiga Sol Greysi, se aventuran más allá de las murallas de la ciudadela de Mermar, en busca de una planta misteriosa que podría salvar la vida del hermano menor de Dhamar. Pero su viaje se complica cuando se cruzan con...