Capítulo 24

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El ambiente estaba en completo silencio, los pensamientos de los 3 individuos en esa habitación volaban a mil kilómetros por hora

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El ambiente estaba en completo silencio, los pensamientos de los 3 individuos en esa habitación volaban a mil kilómetros por hora. De pronto, Dante no contuvo más su duda y decidió romper el momento de suspenso.

—¿A qué te refieres, cuando dices que fue por poder, Mar?

Con un suspiro, Dhamar explayó su hipótesis.

—Pues es fácil, luego de la muerte de Lionel, fue Román quien tomó el control de la ciudadela. ¿No les parece curioso?

—Tengo entendido que Román, siempre fue un hombre que iba escalando en los estatus de la sociedad, era un hombre ambicioso. La verdad no es muy loco pensarlo de esa forma —acotó Benek.

—Así es, Sol me ha contado un poco de su pasado y siempre me ha dicho que proviene de una familia muy pudiente dentro del perímetro 3. Podríamos decir que trae la ambición desde los genes.

—Ya veo... —susurró Dante.

—Pero lo que no me calza en todo esto, ¿es porque razón, nos mantuvo con vida todo este tiempo?, ¿Por qué Román no se deshizo de mi madre y de nosotros?

De pronto, un golpe a la puerta llamó la atención de todos. Era Xoel, quien entraba lentamente al cuartel.

—Disculpen, estaba buscando a Dante —señaló el rubio.

—Respondiendo a tu pregunta Dhamar, pues no lo sé —añadió Benek—. Pero eso es algo que tendrás que averiguar cuando llegues a Mermar. Como les decía, eso era lo que venía a decirles en un principio. Está todo listo para mañana. Parten en cuanto amanezca.

—Mientras más temprano, es mejor, para así evitar un poco el calor del desierto —Dijo Xoel.

—Correcto, así que deberías ir a descansar Dhamar, te espera un largo viaje mañana.

Mencionó Benek, casi en un modo paternal.

—Está bien, entiendo —murmuró la trigueña.

Un silencio incómodo, se sintió en la atmósfera que se había originado. De pronto, su mirada se topó con los ojos de Dante. Aunque sabía que debía retirarse, sus pies se encontraban plasmados ahí, no quería irse, no quería despedirse de esa forma del chico.

Xoel al notar la tensión que se traía ese par, carraspeó levemente para llamar la atención de Benek.

—Quizás, deberíamos ir a hablar afuera, tú y yo... —señaló, esperando que el primer líder captara la indirecta.

—¿Sobre qué?... —dijo Benek, sin captar nada.

Su expresión cambió a una seria al notar su respuesta. Al parecer debía hacerlo más directo.

—¿No lo sé, quizás, a ver si ya pusieron las gallinas?, ya sabes... a ver si está lloviendo en la esquina —dijo en tono irónico.

Al escuchar las palabras de Xoel, Dante y Dhamar comenzaron a reír.

Contumaz - [El clan perdido]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora