Contumaz - [El clan perdido]

Capítulo 7

«Debo proteger a mi hermano, debo proteger a mi hermano... Se repetía entre susurros Dhamar.

Las imágenes se volvían borrosas y todo pasaba demasiado despacio para ella. Entre lentos parpadeos, diferentes escenas se estaban grabando a fuego en su memoria. En la primera, el rostro de su padre mientras caía de rodillas al suelo, con una marca de sangre brotando de su corazón... En la segunda, su madre descontrolada y completamente desquiciada corriendo en dirección a él. La tercera, Lucas de pie a unos pocos metros de ella, llorando y sollozando de manera desconsolada; y en la última, un grupo de encapuchados atacando a las personas del lugar, los cuales portaban en sus prendas la insignia que ella ya conocía, la famosa C entrelazada con una Z, del Clan Contumaz.

Petrificada, incapaz de reaccionar, todos los sonidos se volvían inaudibles después del grito más desolador que en su corta vida había escuchado... su cuerpo solo reaccionaba con temblores, los cuales impedían que pudiera avanzar.

El extraño hombre que los visitó contenía a su madre del sufrimiento, mientras el cuerpo de su padre se encontraba inerte en el suelo. Papá no puede morir, él es un héroe... Ante tal dolor, su mente se defendía con un estado de negación y shock. Su padre lo era todo para Dhamar, la figura protectora, de amor y paz. En su aún inmadura mentalidad, le abordaba un sentimiento de inseguridad, ¿qué iba a ser de ella ahora?, ¿quién los cuidaría?

De golpe, un agudo sonido se apoderó de su oído y mente. Era un pitido exorbitante que le causaba un gran dolor. En un acto involuntario, llevó sus manos hasta su cabeza, como un intento desesperado por apaciguar el dolor agobiante... que la atormentaba.

Sus débiles pies trastabillaron perdiendo en su totalidad, el control de su cuerpo. Cayó al piso y cerró sus ojos con fuerza, con la intención de escapar de aquel evento traumático que no quería vivir. Pero, por más que lo intentara, la imagen de su padre malherido seguía en su cabeza...

Por un instante, un recuerdo vino a su mente: "ante cualquier cosa que pase... debes prometerme que cuidarás de tu hermano...". Era la voz de su madre, que se hacía presente en sus recuerdos, nombrando aquella promesa, que Marina le pidió que cumpliera a como diera lugar. Ella tenía que cumplir con ese compromiso tan importante; como lo era cuidar de la vida de su hermano pequeño. Debo proteger a mi hermano, debo proteger a mi hermano... Se repetía.

De un momento a otro, el sonido agudo desapareció, y de a poco el ruido del ambiente lo volvía a percibir.

Disparos descontrolados sonaban por encima de su cabeza, abrió sus ojos y buscó a Lucas entre las personas. Entre la multitud el pequeño se encontraba inmóvil llorando sin saber qué hacer.

Dhamar se llenó de valor, la vida de su hermano era más importante que su dolor, por lo que decidida se puso de pie y le ordenó a su cuerpo que se olvidara del temor. Con todas sus fuerzas comenzó a correr hasta el pequeño. Cuando por fin lo alcanzó, tomó de su brazo para llevarlo hasta la salida de aquel recinto. Debían huir lo más lejos de aquel terrible dolor.