Contumaz - [El clan perdido]

Capítulo 16 [Intermedio II]

Ciudadela de Mermar

[2 días después de la desaparición de Dhamar y Sol]

Para Lucas Blasko, la vida en la milicia no era algo que hubiera anhelado toda su vida. Más bien, su deseo desde pequeño fue convertirse en un reconocido agrónomo. Como oriundo del primer perímetro, al igual que su familia, su infancia se centró en cultivar y trabajar la tierra. Su amor por los campos venía desde sus raíces. Soñaba con aprender nuevas formas de cultivar los campos y volverlos más prósperos.

Cuando su madre Marina se emparejó con Román Massimo, sus sueños se vieron truncados. Una vez que Lucas cumplió la mayoría de edad, fue ingresado al ejército de Mermar. Todo esto, porque Massimo quería que el fuera un hombre de la milicia, sabía que teniendo al hijo de su esposa en ese lugar podría traerle beneficios a futuro y, además, también era de gran ayuda para subir el estatus de la ahora ya oficial familia Massimo-Blasko. Si bien, Román ya era reconocido por ser parte de una de las familias fundadoras de la ciudadela, necesitaba que su nueva familia estuviera a su nivel y fueran reconocidos por sus propios frutos.

A pesar de los años que le tomó el poder adaptarse a su nuevo estilo de vida, Lucas pudo encontrar una luz en medio del camino. En su primer año como soldado, conoció a su compañera de vida Andy Paxton, una enfermera que prestaba ayuda a los campos militares, cuando se creaban revueltas o huelgas por parte de los pobladores del primer perímetro. En los meses de servicio, ambos crearon una amistad genuina y así de forma natural surgió el amor entre ambos.

Ya hacían varios meses que Lucas estaba fuera de casa, hace poco había ascendido al rango de coronel del ejército de Mermar. Dada esa razón, tuvo que viajar hasta el perímetro uno para realizar algunas misiones encomendadas por su brigadier. Aunque la misión no estuvo fácil, el estaba feliz de volver al hogar junto a su amada.

Apenas la cerradura de la puerta sonó, Andy dejó sus quehaceres y se aproximó a la entrada principal de la vivienda.

—¡Amor, por fin estoy en casa! —anunció con un tono fuerte Lucas al entrar a su hogar—. ¡¿Dónde está la mujer más bella de toda Mermar?!

—¡Amor, haces que me sonroje! —expresó Andy ruborizada, mientras se apresuraba a recibirlo—. ¡No puedo creer que ya estés aquí!

Sin demora ambos se envolvieron en un cálido abrazo.

—¡Que alegría verte, no sabes cuanto te eché de menos! —dijo el militar, sin soltar a su novia.

—¡Yo también te extrañé mi vida! —susurró en el oído contrario la chica.

Luego de unos segundos en silencio, disfrutando la compañía del otro, ambos se separaron levemente para darse un pequeño beso.

—Cuéntame, ¿qué ha pasado en estos días? —preguntó el militar comenzando a ingresar sus maletas al interior de la casa.