d o c e.

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Estoy arriba preparándome para entrar en la ducha. La espalda me está matando después de dormir en el duro suelo toda la noche y estoy cubierto de masa de tortita del desayuno. Sehun dijo que llevaría a los niños fuera, así podía lavarme. El agua corre mientras me quito la camiseta blanca, y me estoy quitando la ropa interior cuando lo escucho, un grito espeluznante y tan alto que hace que se me revuelva el estómago. Recogiendo el par de shorts del suelo, salgo corriendo del baño mientras me los pongo. Alguien está herido... gravemente. Estoy seguro que nadie en la historia de la humanidad se ha movido tan rápido como yo, mientras bajo corriendo las escaleras y salgo al patio trasero de donde venía el grito. Saliendo repentinamente por el marco de la puerta y por los escalones, me detengo bruscamente cuando veo a Chunghee y a Youngsoo rodando por la hierba mientras Chunghee trata de que Soo deje de darle puñetazos.

―¿Qué demonios está pasando? ―grito mientras me apresuro a separarlos.

―Oh, no lo hagas.

De repente, Sehun está a mi espalda, rodeándome la cintura y alejándome. De la forma en que sus brazos están colocados, toca por debajo del movimiento de mi pecho y rápidamente lucho por salir de su agarre, dándome cuenta que mis pezones están erectos.

No tengo ni idea si Sehun lo ha notado o no. Se gira y con gran facilidad aparta a Soo de Chunghee y la levanta. Ahora que está de pie puedo ver que se encuentra mojada de pies a cabeza, el maquillaje se le desliza por el rostro y tiene la ropa pegada al cuerpo. Mirando detrás, encuentro a Doyoung y Sunmi fregando mi auto con esponjas y a Haechan sentado en el suelo a unos metros de distancia mordisqueando galletas de animales. Ninguno parece prestar atención a Chunghee y Youngsoo.  Supongo que para ellos es normal.

Hee se levanta de un salto y se acaricia el pecho.

―¡Estás loca! ―grita a Soo.

―¡Me tiraste todo un cubo de agua con jabón, imbécil!

―¡Youngsoo! ―regaño―. ¡Vigila tu boca!

―¡No vigilaré mi boca! ―grita furibunda―. ¡Es un imbécil!

―¡Lee Youngsoo, no me hagas llamar a tu madre!

―¡Oh! ―se burla con desdén, alza los brazos y agita las manos, fingiendo temor―. No llames a mamá.

―De acuerdo ―interviene Sehun―. Todo el mundo necesita calmarse.

―Buena suerte consiguiendo que ella se calme ―resopla Chunghee―. Soo está como un cencerro.

Youngsoo se encamina hacia él para atacarlo, pero Sehun extiende un brazo y la para, echándola atrás. Ella gruñe y se aparta de un empujón mientras tropieza hacia atrás.

―No me toques ―espeta. Sehun alza las manos a modo de disculpa, con gesto de sorpresa. ―Mis padres hablan de ti, ¿sabes?

―¡Cállate, Soo! ―grita Chunghee.

Pero Soo está enloqueciendo y en el desbocado tren de las hormonas adolescentes no hay forma de pararla.

―Mataste a un hombre, ¿cierto?

Se me para el corazón mientras veo la mirada burlona que le da a Sehun. No sé a qué viene o por qué, pero necesito proteger a Sehun de un escrutinio tan rudo que me sobrecoge. Me adelanto y la tomo del brazo, tirando de ella, para que me enfrente.

―Esta es mi casa ―reprendo, a través de los dientes apretados―. Esa ―señalo el apartamento del garaje―, es la casa de Sehun. Aquí eres la invitada y nos hablarás a ambos con respeto. ¿Me entiendes?

taking sehun  |  sebaek.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora