taking sehun | sebaek.

v e i n t i s é i s.

Cuando me despierto a la mañana siguiente, Sehun está a mi lado, tendido de espaldas mirando hacia el techo.

―¿Qué está mal? ―pregunto, mi voz ronca.

Cuando vuelve la cabeza para mirarme, su mirada oscura está plagada de preocupación.

―¿Qué pasó?

Me volteo sobre mi espalda y me quedo mirando el techo también. Respirando profundamente, hago todo lo posible para decirle todo lo que puedo recordar.

Después de que dejé a Sunmi, corrí al otro lado de la calle, con miedo de que Youngsoo estuviera actuando terriblemente con el Sr. Jenson. Después de la forma en que se comportó con él ese fin de semana que tuvimos a todos los niños, pensé que tal vez se puso a pelear con él. La casa de Jenson está un poco en una colina, así que subí hasta el camino de entrada. Podía escuchar a Youngsoo dar gritos y algunos tintineos, como herramientas que se caían en el piso, pero no podía verlos porque el garaje de Jenson no se enfrenta a la parte delantera de la casa. Así que corrí alrededor de la casa, y la puerta de la cochera estaba abierta. Ninguno de ellos me notó cuando entré. El Sr. Jenson tenía algún tipo de objeto metálico... como un atizador... y estaba golpeando con él a Youngsoo. Ella le gritaba que la dejara ir, pero cada vez que hacía un movimiento hacia la puerta, trató de apuñalarla. Él siempre había parecido tan débil y lento, pero cuando iba tras ella, se movía como un hombre joven.

―¿Qué le estaba gritando Youngsoo? ―me pregunta mientras toma mi mano y la aprieta.

―Lo llamaba psicópata.

Las cejas de Sehun se fruncieron y luego dijo: ―¿Qué pasó después?

Él se puso loco y balanceaba el atizador por ahí tratando de golpearla. Traté de agarrarlo y tirar de él, pero me empujó. Se dio la vuelta y se volvió hacia mí, y me caí tratando de esquivarlo. Levantó el atizador por encima de mí, y estaba luchando para escapar, pero él cayó... justo encima de mí. Youngsoo lo había golpeado en la cabeza con una llave inglesa, y su cabeza estaba chorreando sangre por todas partes. Lo empujé fuera de mí y me puse de pie; yo era un desastre. Yacía allí, sangrando, boqueando como un pez fuera del agua.

Youngsoo y yo nos quedamos a cada lado de él, uno frente al otro, la llave todavía en la mano, colgando sin fuerzas a su lado.

"Tenía once años cuando me violó", dijo, con calma. "Me dijo que nunca le dijera a nadie o te mataría, y a mis padres".

Mi mirada se disparó a la de ella, con el corazón en el estómago.

"Sunmi se coló por aquí mientras estaba en la ducha. Cuando bajé, su puerta estaba abierta, y yo sabía exactamente a dónde se fue. Vine a buscarla. Ella estaba comiendo una maldita barra de chocolate mientras él tenía su mano metida en su vestido".

Me desplomé en el suelo a su lado. Este hombre había violado a estas dos jóvenes chicas a mi cuidado. Confiaba en él. Pensé que era un buen hombre. Incluso regañé a Youngsoo por ser tan grosera con él.

"Lo juro, Baekhyun", gritó un sollozo librándose de su pecho. "No estoy mintiendo".

Lágrimas gotean por mi cara mientras hablo, mi voz ronca por la emoción.

―Él las hirió, y es toda mi culpa.

―No, no lo es ―dice Sehun suavemente, rodando a su costado y limpiando mis mejillas húmedas con la sábana―. Estos malditos pervertidos son buenos; son sociópatas. Saben cómo actuar y hacer que todo el mundo piense que son dignos de confianza. El acto de hombre viejo y débil fue probablemente parte de ello. ¿Cómo puede alguien pensar que un hombre que apenas puede caminar sea capaz de abusar de un niño de esa manera?