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Hay un pequeño restaurante a poca distancia de nuestro hotel, así que nos dirigimos allí, dejando estacionado el horno que es mi auto. Una vez que estamos en el restaurante, nos sentamos sin demora.

―¿Qué puedo conseguirte? ―pregunta un curvilíneo pelirrojo mascando chicle desagradablemente mientras mira a Sehun.

No puedo evitar los pensamientos que entran en mi mente mientras Sehun le sonríe con interés en su mirada. ¿Realmente han pasado ocho años desde que ha estado con alguien? Vaya. He manejado dos años (bueno, más si se cuenta el tiempo que Jongin estuvo enfermo), de abstinencia, y está empezando a pesarme mucho.

―Cuatro chupitos de tequila y una Corona ―ordena Sehun.

―¿Y para tu esposo? ―el camarero me mira. Lucho contra el impulso de levantar las cejas ante su obvia pregunta indagadora. Quiere saber si está tomado.

―Oh, no estamos casados ―le corrijo rápidamente y, de inmediato, me arrepiento. ¿Qué importa si piensa que estamos casados o no?

―Es mi hermano ―añade Sehun mientras le guiña un ojo, y me muevo en mi asiento mientras sus ojos se encuentran.

Bueno, supongo que no importa.

―Oh... bien. Hermano afortunado. ―Suspira. No puedo evitar fruncir el ceño y torcer la boca. ¿Se da cuenta de lo estúpido que ha sonado eso?

―Quiero un vaso de agua y una cerveza Miller Lite ―interrumpo y agarro mi bolso―. Creo que voy a ir al baño. Vuelvo enseguida. ―Me levanto con rapidez y me dirijo a la parte trasera del edificio. Ha sido un largo tiempo desde que he coqueteado o alguien ha ligado conmigo, pero me acuerdo de cómo es. No es difícil ver que Sehun está buscando un poco de acción, y preferiría no estar allí para presenciarlo.

Me tomo mi tiempo en el baño, mirándome en el espejo. En comparación con el lindo joven pelirrojo que nos ha atendido, no me veo tan... llamativo, pero no soy un viejo feo tampoco. Por supuesto, no tengo ni idea de porqué me estoy comparando con el camarero; no es que me importe si Sehun me encuentra atractivo de cualquier forma. Pasando mis dedos por mi cabello negro, lo ahueco alrededor de mi cuero cabelludo. Mi cabello es un poco largo y mi figura todavía se mantiene; mi pecho podría ser plano gracias a que soy un chico, pero mi culo es un perfecto circulo firme que se mantiene y se ve bien con la figura de mi cintura y cadera. No tener hijos probablemente ayudó con eso. Ese pensamiento me hace fruncir el ceño. Si tuviera que elegir, mis caderas serían tan amplias como el aire libre después de tener bebés, de una manera vieja y deforme. Pero supongo que no estaba destinado para mí. Mirando mi reflejo, me obligo a considerar el lado bueno. Tal vez no tengo hijos, pero sí salud, soy una persona atractiva... creo, y sólo tengo treinta años. Tal vez no soy un hombre joven y fresco que era cuando conocí a Jongin. Consiguió mis mejores años, sin duda. Pero respiro. Soy un hombre de carne y hueso, y sé que un día voy a querer estar con alguien de nuevo. Sólo que, en este momento, siento demasiada culpa y necesito superarlo. Jongin murió. Me pregunto si volveré a sentir que está bien dejar que otro hombre me toque.

Cuando me dirijo de nuevo a la mesa, hay dos chupitos frente a mi asiento y otros dos enfrente de Sehun.

―Espero que no pienses que voy a tomar esos. ―Hago una mueca mientras me siento.

―Lo hago. ―Sehun sonríe―. Uno es para celebrar. Soy un hombre libre, y, para tu gran desgracia, me recogiste hoy, así que debes celebrar conmigo. ―Empuja uno de los chupitos en mi dirección, con sus ojos negros centelleando mientras arrugo mi nariz.

―Jongin obviamente nunca te escribió acerca de mi baja tolerancia al tequila. Me vuelve loco. ―Me río mientras alcanzo el chupito y lo giro entre mis dedos sobre la mesa.

taking sehun  |  sebaek.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora