v e i n t i c i n c o.

66 9 9
                                    



Después de que Sehun y yo hacemos el amor, me carga adentro, hacia la habitación principal. No hablamos. Ni una palabra. Sólo sentimos. Las palabras no son necesarias. Dejamos que nuestras bocas, manos y cuerpo hagan toda la conversación. Su toque dice todo. Sus besos susurran hermosas palabras de esperanza y promesas. Su cuerpo contra el mío mientras se mueve en mi interior me dice cuánto me adora.

No.

Las palabras no son necesarias.

Oh Sehun no es un hombre de muchas palabras, aun así de alguna forma habla demasiado. Esta oscuro afuera para el momento en que terminamos. Ambos estamos exhaustos y sudados cuando se arrastra fuera de la cama, abriendo la ventana, dejando entrar algo de aire frío. Entonces regresa a mi lado, ambos aún estamos desnudos, y se acerca a mí. Con mi cabeza en su pecho escuchando el latido de su corazón, su mano enredando mi cabello una y otra vez, y el sonido de la lluvia cayendo afuera, me quedó dormido.

La mente es una cosa curiosa, la forma en que puede empujarnos o inhibirnos. Está dentro de nosotros, aun así puede de alguna forma contener información y ocultarla de nosotros. Entonces, de la forma más cruel, puede desatar verdades sobre ti para las que no estás preparado. Verdades que has estado ocultando. Algunas veces lo único que necesita es un disparador; como el sonido de un disparo. O en mi caso, el sonido de una motocicleta.

Me siento abruptamente, despertado de repente de mi profundo sueño. El sonido de una moto ruge desde afuera y se silencia segundos después. Mi corazón está golpeteando en mi garganta, mi estómago anudado, las manos temblando. Recuerdo qué sucedió. Girando mi cuello, me doy cuenta que Sehun no está en la cama conmigo. Apartando las mantas, corro de la habitación principal y agarró mi bata de seda blanca, colocándomela rápidamente mientras bajo las escaleras, a través de la cocina, y saliendo al patio trasero.

―Sehun ―gritó mientras rápidamente me amarro el nudo de mi bata. Para el momento en que llego al último escalón, Sehun está corriendo alrededor del costado de la casa desde la entrada, su expresión preocupada al escucharme gritar por él―. Sehun ―sollozo. ¿Cuándo comencé a llorar? Prácticamente vuelo a sus brazos y lo aprieto con tanta fuerza como puedo mientras lloro. Violentos y fuerte sollozos sacuden mi cuerpo mientras mentalmente reproduzco lo que sucedió hace dos días.

Él debe saber por qué estoy llorando porque cuando caemos al suelo, y me subo a su regazo, me sostiene con fuerza y susurra:

―No hay nada de qué preocuparse. No dejaré que nada te hago daño. O nadie, para el caso.

Lloro con más fuerza. ¿Por qué cree que siempre debe proteger a todos los demás? Cuando me las arreglo para alzar la mirada, veo a Chanyeol recostado contra el garaje, los brazos cruzados, mirando lejos de nosotros. Él sabe también qué sucedió. Bueno, sabe la mayor parte. Eso nos hace cuatro. Cuatro personas con un gran secreto que Sehun siente debe cargar solo. Lo abrazo con más fuerza.

―¡Oh Baekhyun! ―Una mujer grita, y levantó mi cabeza de una sacudida. Una luz me deja ciega momentáneamente, y parpadeo un par de veces antes de darme cuenta de que es una fotógrafa―. ¿Baekhyun, sabes qué le sucedió al señor Jenson? ―grita la fotógrafa. Tres personas más corren a su lado y comienzan a sacar fotos. ¿Reporteros? ¿En serio? Chanyeol se apresura y comienza a empujar a todo el mundo atrás mientras gritan preguntas hacia mí.

―¿Oh Sehun y tú están involucrados?

―¿Estás mintiendo para proteger a Sehun?

―Atrás, malditos bastardos ―grita Chanyeol. No puedo moverme. Estoy congelado mientras veo el debacle.

―Vamos a levantarnos ahora, nene ―susurra Sehun―. Tenemos que movernos. ―Asiento conforme, y él se las arregla para ponernos de pie a ambos. Cuando mira hacia mí, cierra mi bata más apretadamente, entonces notando que prácticamente se ve a través de esta, mueve su cabeza hacia la casa―. Vamos adentro.

taking sehun  |  sebaek.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora