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Estaba tan sólo a unas horas de darle un giro de ciento ochenta grados a mi vida, dejando atrás el lugar donde crecí para mudarme a otro totalmente desconocido. Esto era todo un desafío que el destino dispuso para mi y no podía desaprovecharlo. Se trataba de una gran propuesta laboral en una conocida tabacalera y por supuesto no iba a dejar pasar esta oportunidad. Aún no tenía certeza de cual sería específicamente mi puesto pero me sentía capacitada para cualquier cosa que se presentase ya que he trabajado mucho para formarme tanto en lo laboral como en lo personal, por lo que sabía que podría ejercer el puesto que se me asigne.

Era hoy, el día tan esperado y ansiado por fin llegó, me sentía feliz pero a la vez tenía un sabor amargo por tener que dejar a mi familia y amigos atrás para comenzar esta nueva etapa. Pero de eso se trata la vida, a veces hay que dejar cosas en el camino para seguir adelante, con la diferencia de que esto sería momentáneo, ya que claramente los vería en ocasiones especiales. Lo difícil de esto también era empezar de cero, allí no conozco a nadie, tendría que empezar nuevamente a hacer amigos y conocer personas para no estar en soledad que no sería lo mejor.

Claro que sé estar sola, de hecho disfruto estarlo en algunos momentos, pero no es algo que elija para mi vida ya que soy una persona extrovertida y carismática, hacer amigos nunca ha sido un problema para mi. Pero ahora estaba enfocada en mi nuevo trabajo quería progresar y que todo salga bien, lo de las relaciones sociales en este momento pasaba a ser algo secundario.

- Aún no te subes al avión y ya te echo de menos.- dijo mi madre dándome un fuerte abrazo al igual que mi padre y mi hermana.- Espero verte pronto.- soltó entre lágrimas.

- Te deseo suerte hija. Que tengas un buen viaje.

- Te voy a extrañar demasiado hermanita.- dijo mi hermana haciendo puchero.- Mis mejores vibras para ti, disfruta mucho.

- Arriba ese ánimo, que esto no es un funeral.- agregó mi padre para intentar sacarnos una sonrisa a las tres y por supuesto lo logró.

- Hasta pronto. Ya espero nuestro reencuentro.- dije con una gran sonrisa y a la vez lágrimas en los ojos.

Nos abrazamos de manera grupal con mi familia y algunos de mis amigos que se tomaron el tiempo de ir a despedirme al aeropuerto aunque la noche anterior me habían hecho una linda despedida en conjunto.

Ahora sí, con un poquito de mi vida metida en unas maletas, subí al avión y emprendí este viaje soñado. Tal y como lo dice la frase, "no es un adiós sino un hasta luego". Estaba pensando en positivo y sabía que esto mejoraría aún más mi calidad de vida que si bien no era mala, nunca fui conformista.

Seis horas de vuelo fueron las que tuve de un lugar a otro que tenía hasta, dormí unas dos y el resto del tiempo estuve leyendo y tratando de poner atención en una película. Por fin llegué y lo primero que hice fue buscar movilidad para dirigirme a mi nuevo hogar, el que me asignó la empresa por el momento y era gratuito los primeros meses hasta que logrará acomodarme.

Tenía que presentarme hoy mismo por la tarde. Asi que di un vistazo rápido por el apartamento que por cierto era muy lindo y moderno, dejé mis maletas y me recosté un rato. Intenté tomar una siesta pero no pude, los nervios se hacían presentes a medida que se acercaba la hora. Asi que me di una ducha y me vestí. Elegí una camisa blanca junto con un blazer negro, un pantalón y unos tacones del mismo tono. Me maquille y me coloqué mi perfume. Minutos más tarde el uber ya estaba esperándome en la puerta.

- ¡Buen día!.- dije amablemente a la conductora del coche.

- Buen día... ¿A dónde vamos?.- preguntó.

- Aquí.- le enseñé el móvil con la dirección en pantalla.

- Compañía Shelby, ahí vamos.- dijo leyendo la pantalla de mi móvil y poniendo en marcha el coche.- ¿No eres de aquí verdad?

- No. De hecho llegué hoy.- reí.- He venido a trabajar.

- ¡Oh, bienvenida!.- dijo con una sonrisa.- Que suerte conseguir empleo allí, tengo entendido que son muy selectivos con su personal.

- Lo sé. Es un logro para mi, me he esforzado mucho para llegar, un día tenía que tocarme.

- De seguro te irá genial. Te deseo mucha suerte y éxitos.

Seguí conversando todo el camino con la amable conductora hasta llegar a destino. Pagué el viaje, me despedí y bajé del coche. Estaba parada frente a la famosa empresa Shelby, el establecimiento era enorme y parecía ser de cristal. En la entrada claramente habían guardias, dos para ser exacta. Uno de ellos me preguntó mi nombre y dio la orden para que pudiese ingresar. Al entrar me recibió una mujer de unos cincuenta años y tomó todos mis datos personales. Hizo que llenara unos informes y firmar unos papeles. Previamente a esto me dió una breve charla sobre la empresa y las cosas esenciales que tenía que tener en cuenta para trabajar aquí.

Seguido de esto llamó a un joven para que me acompañe a una de las oficinas. Él me indicó gentilmente donde estaba el ascensor y a que piso debía ir. Subimos juntos y cuando llegamos al cuarto piso me señaló la oficina, esta parecía ser la principal ya que era más grande que las demás y estaba ubicada en la última planta del edificio. Cuando estábamos en la puerta me hizo saber que allí estaba el jefe. Mis nervios aumentaron aún más, suponía que habría intermediarios no que hablaría directamente con la cabeza de toda la empresa. Jake, el chico que me acompañó tocó la puerta e inmediatamente abrieron.

- Buen día señor Murphy... Ella es la señorita Jones. La nueva integrante de la empresa.

- Gracias por acompañarla Jake, puedes retirarte.- dijo aquél hombre vestido formal, con su pelo prolijo y unos ojos color azul pálido totalmente hipnóticos.- Soy Cillian, Bienvenida.- extendió su mano.

- Me llamo Isabella. Isabella Jones. Gracias por la oportunidad.

- Adelante, toma asiento.- señaló la silla frente a su escritorio.- Me he dicho Polly que ya te ha explicado la mayoría de las cosas de aquí. De más está decir que en esta empresa se trabaja con confidencialidad por lo que no puedes hablar de nada de lo que pasa aquí adentro con nadie, ¿Comprendes?

- Sí claro, entiendo perfectamente.

- Firmarás unos papeles luego, léelos y puedes firmar si estas de acuerdo. Estarás a prueba tres meses, si los pasas seguirás trabajando y obtendrás tu puesto fijo siempre y cuando cumplas con lo que se te ordene.

- Está bien, estoy de acuerdo.- sonreí.

- Por el momento serás la asistente de uno de los jefes. hasta que descubramos en que destacas más, ya me han pasado tu informe y a decir verdad tienes un alto rendimiento. De no ser así no estarías aquí. Joe es algo desorganizado, asi que deberás darle una mano con eso, atender llamados, organizar su agenda, mantenerlo al día y terminar algún que otro trabajo por él. Para que te des una idea de lo responsable que es, él no se encuentra aquí en este momento.

- Entiendo, no será problema Señor Murphy, me encargaré de eso. Haremos que las tareas de Joe no se atrasen.- una leve sonrisa se dibujó en su rostro.

- Gina te dará te explicará con detalles lo que tienes que hacer. Empiezas hoy mismo, ¿Te parece bien?.- asentí.- Para que te familiarices con el personal y mañana ya comienzas de manera formal, cumpliendo el horario laboral completo.

- Perfecto. Muchas gracias señor Murphy. Agradezco totalmente esta oportunidad.- sonreí.

- De nada. De seguro nos toparemos por los pasillos a veces. Cualquier duda consulta con Gina o Jake. Por cierto Joe llegará pronto así que podrás verlo hoy.

Salí de la oficina contenta porque de momento todo había salido mejor de lo esperado. El primer día conocí a quien creí era mi jefe pero no, ya que él mencionó otro jefe que aún no conocía el cual parecía algo irresponsable. Posiblemente tendría que hacer todo el trabajo por él, no se si se tratase de sólo darle una mano. En cuanto a Cillian él se veía bastante serio, ese puesto de jefe le quedaba bien y se notaba que se tomaba muy en serio su trabajo, parecía ser el verdadero hombre de negocios. No supe si le agrade, ya que parece una persona impredecible, su rostro estuvo serio la mayor parte del tiempo apenas si hizo una mueca agradable.

The Boss Donde viven las historias. Descúbrelo ahora