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La alarma me despertó de mi profundo sueño, anoche había llegado tarde a casa por lo que dormí muy poco y creo que está sería la primera y ultima vez que salgo a un bar un día de semana sabiendo que al otro día tengo que levantarme temprano para ir a trabajar. Pero lo hecho, hecho estaba, no podía negar que lo había pasado muy bien. Apenas ví mi teléfono tenía un mensaje de Finn ya que anoche habíamos intercambiado nuestros números.

- “Muchas gracias por venir, espero que te hayas divertido.”

- “¡Lo hice! Gracias a tí por la invitación.

Me levanté de inmediato y me metí a la ducha con agua fría para poder despertarme. Tenía un poco de resaca, porque rompí con mis reglas y bebí en un día que no debía. Así que al salir tomé un efervescente para mi malestar y me dirigí al trabajo. Desgraciadamente también llegué un poco tarde, saludé a todos de lejos y subí a la oficina. No estaba Joe, fuí a la oficina de Paul y tampoco estaba.

Me metí a la oficina nuevamente y marqué a la recepción para preguntar por ellos o al menos por el jefe que me correspondía. Lo único que me dijeron fue que ninguno de los dos había llegado todavía. Por lo tanto no tenía nada que hacer, ya había hecho todo con anterioridad y no podía empezar algo sin que antes me lo dictara uno de los jefes a cargo.

Me quedé con el móvil viendo las fotos que tomé ayer y mientras le envié un mensaje a Joe que claramente no respondió. Alguien abrió la puerta sin tocar haciéndome exaltar, era Cillian. Por fin se dignaba a hablarme.

- ¿Ocupada?.- dijo serio.

- No... Aún no tengo nada para hacer, Joe todavía no aparece.

- Llegaste tarde.- afirmó.

- Tuve un inconveniente.- respondí nerviosa.

- Las llegadas tardes no se perdonan siempre y lo sabes.

- Me quedé dormida.- dije con sinceridad.

- Evita no hacerlo.- dejó una carpeta sobre la mesa.- Para que te mantegas ocupada mientras Joe está ausente.

- Está bien. Te lo llevaré en cuanto lo termine.

No podía verlo y no sentir ganas de lanzarme sobre el para abrazarlo y besarlo. Pero tenía que ser fuerte y demostrarle el mismo desinterés que él está mostrando conmigo, pero me siento débil, me cuesta ser así con él.

Terminé rápido todo lo que me pidió, ordené sus papeles y Joe siguió sin aparecer por la empresa. Coloqué todo en la carpeta nuevamente y me dirigí a su oficina. Toque la puerta y escuché su voz del otro lado.

- ¿Terminaste?

- Sí. Esto es tuyo.- dejé la carpeta sobre su escritorio.

- Gracias.

- ¿Necesitas algo más?

- No, sólo era eso.- asentí y me dirigí a la puerta. quise abrirla pero no pude, la perilla estaba fallando.- Está rota, vendrán a repararla más tarde. Empuja con más fuerza.

- No puedo.- dije jalando la puerta hacia adentro.

Cillian se puso de pie acercándose a la puerta. Se colocó detrás de mi y puso la mano en la perilla para girarla hacía el lado contrario del que yo lo estaba haciendo, la puerta finalmente abrió. Me di la vuelta de inmediato y quedamos mirándonos a una corta distancia.

- De nada.- soltó sin quitarme la vista de encima. esos ojos me derretían.- La puerta ya está abierta.

- ¿Quieres que me vaya?.- cerré la puerta con el pie.

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