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Era sábado por la noche, acababa de hablar por videollamada con mi hermana, estuve contándole todo lo que había pasado y volvió a decirme básicamente lo de antes. Que si no me sentía bien aquí regrese a casa y empiece de nuevo, dejar la empresa no era el fin del mundo. Tuve una gran oportunidad y de alguna u otra manera no supe aprovecharla, Cillian no estaba en mis planes. Nunca fuí así, él se volvió mi debilidad. Me conozco y sé que esto es más que una simple fantasía.

- ¿Qué película quieres ver?.- preguntó Finn.

- Una de amor.

- ¿Es en serio? Por dios, cuanto masoquismo.

- Para que preguntas entonces.

- Elige una y ya.

Finalmente Finn terminó eligiendo la película, se llamaba; "el efecto mariposa". Apenas terminó empezamos a hablar sobre ella.

- Gracias por hacerme replantear todos los sucesos de mi vida. Era justo lo que necesitaba hoy, desvelarme pensando.

- No sabía de que se trataba.- se rió burlándose de mi.

- Ésta película me ha volado la mente... ¿Para tí el futuro está escrito?

- El futuro es incierto.- dijo en tono de misterio.- ¿Alterarias alguna situación del pasado para evitar algo del presente?

- En este momento quizá sí. Evitaría todo lo que me trajo hasta aquí.

- Que exagerada... Si así fuera no nos hubiéramos conocido.

- ¡Es verdad!.- abrí mis ojos como plato.- Demasiado por hoy, no quiero pensar, ya te lo dije.

-¿Vemos otra película?

- Demasiado por hoy, quiero dormir.

- Está bien... Ten tu medicación.- me dió las píldoras y un vaso con agua.

- ¿Te vas?.- pregunté al ver que comenzó a agarrar sus cosas.

- Sí. veré a mi hermano en el bar.

- ¿Harás doble turno?

- No sólo iré un rato. Si necesitas algo me llamas.

- Gracias por preocuparte por mi, te quiero.

- Y yo a tí.- besó mi frente.- Nos vemos luego.

Finn se fue, apagué las luces y me quedé observando el techo. Claro que quería dormir pero no podía. Estos días me costó conciliar el sueño debido a mi malestar. Ya casi era media noche, no podía parar de dar vueltas en la cama. Agarraba mi teléfono e intentaba volver a dormir. En mi galería aún conservaba la foto con Cillian, intentaba evitarla pero de vez en cuando terminaba viéndola. Lo echaba de menos, mierda.

En un impulso tomé la decisión más arriesgada de la noche, ir a su casa sin previo aviso. ¿Si él lo hacía porqué no podía hacerlo yo?. Pedí un uber y me levanté de la cama, me vestí súper casual, esperé y me dirigí a su edificio. Al llegar bajé del coche y di unas tres vueltas a la manzana. No podía entrar por mi cuenta, los nervios estaban matandome. Me senté en un banco frente al edificio y le marqué empezo. Mi pie se movía impaciente esperando escuchar su voz del otro lado. El cielo empezó a tronar, si empezaba a llover estaba en problemas.

- Hola.- dijo con su voz ronca.

- Cillian estoy abajo.

- ¿Qué?... ¿Dónde?

- En tu edificio.

- ¿Paso algo?

- Necesito verte.

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