Poco más de una semana pasó de mi íntimo encuentro con Cillian ya que dos días más tarde salió del país una vez más por razones laborales. Pareciera ser que las cosas que me contó sobre algunos de sus problemas matrimoniales se debían a su trabajo tenían algo de sentido. En el corto lapso de tiempo que estuve aquí, él se ausentó varias veces y las que no permanecía constantemente metido en la empresa. Intercambiamos un par de mensajes por las noches antes de dormir pero nada fuera de lugar simplemente era para contarnos nuestro día y a la vez le hacía saber como estaba todo por aquí.
Quería que regresase ya, necesitaba verlo. Nuestra última vez juntos fue maravillosa, la pasé muy bien en todos los sentidos. Él era todo un caballero, es lo que siempre soñé y deseé en un hombre pero por desgracia hasta ahora nunca me había cruzado con alguien así. Con él todo fue muy rápido, congeniamos muy bien después de romper la tensión entre ambos.
Hoy es viernes, salía un poco más temprano asi que acepté la salida a un bar al cuál me invitaron mis compañeros de trabajo. Necesitaba al menos hacer algo distinto para no caer en la rutina de todos los días ya que me estaba exigiendo demasiado a mi misma con el trabajo, me la pasaba adelantando cosas y tratando de mantener todo organizado a la perfección para sobresalir. Siempre fui así pero este puesto para mi era muy importante y digamos que también quería impresionar a Cillian.
Mi mañana pasó sumamente rápido, de regreso a casa pase a un sitio cercano a almorzar y al llegar opté por tomar una siesta ya que por la noche estaría como zombie si no dormía algunas horas. Llegada las siete comencé a alistarme claro sin antes darme una ducha energizante para despertar. Poco más de las ocho ya estaba lista, así que me dispuse a esperar a mis compañeros quienes pasarían por mi a las nueve.
A pesar de no haber estado tanto tiempo en esta ciudad se me había dado muy bien el tema de formar vínculos, el ambiente laboral era muy bueno y me facilitó aquello que creí sería difícil empezar de nuevo como lo es entablar relaciones, mis jefes son medianamente jóvenes, incluso uno sólo dos años mayor que yo, razón por la cual salen de fiesta hasta con su personal. No se que tan bien esté eso pero bueno no era problema para mi.
Resumiendo todo, la noche estuvo bien no conocí a nadie nuevo, sólo estuve con las mismas personas con las que fui y ya, me conformaba con eso por hoy. En un momento salí afuera con la excusa de ir a tomar un poco de aire pero en realidad un mensaje totalmente inesperado alteró mis sentidos. ¿Puedo llamarte?. A lo que respondí que sí sin siquiera pensarlo.
- Hola.- contesté nerviosa al segundo timbre de mi teléfono.
- Que gusto escucharte.- dijo con su voz ronca.- ¿Estoy interrumpiendo?
- Tambien me da gusto escucharte.- respondí con ilusión.- No interrumpes nada.
- Estoy en la ciudad... Más bien acabo de llegar. seré breve, sólo quería saber si quieres verme.
- ¿Ahora?.- solté algo soprendida.
- ¿Sí, porqué? ¿Acaso propuse algo indecente?
- No, para nada, sólo me has tomado desprevenida. Me encantaría verte.
- Supe por Joe que estarían en la discoteca. deduje que también estarías allí.
- Adivinaste.
- Son bastante predecibles... Llegaré enveinte minutos, ¿Te parece bien?
- Aquí te espero.- mordí mi labio.
Me dirigí al interior del antro y busqué a mis compañeros, claramente no encontré a todos pero con uno bastaba sólo para dar aviso de que me iría a casa. Luego de eso me dirigí al baño para arreglar mi cabello y retocar mi maquillaje. La noche no estaba siendo mala pero tampoco fue la más divertida. Lo único que tenía en mi cabeza apareció sin previo aviso lo cual fue una agradable sorpresa.
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The Boss
RomanceLuego de conseguir empleo en otra ciudad Isabella decide mudarse y seguir su vida allí lejos de su entorno, con el fin de tener un mejor futuro. Al llegar conocerá a su atractivo jefe quien le pondrá el mundo al revés.