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Todo estaba bien entre Cillian y yo, dejando de lado un pequeño inconveniente que estaba teniendo en este momento, podría decirse que habíamos vuelto a ser "nosotros" otra vez. Nos veíamos con frecuencia por el trabajo y en alguna que otra ocasión hacíamos planes para salir a comer o visitarnos. Eso sí, aún sin poder mostrarnos al público.

- Cillian.- lo llamé cuando lo crucé sólo en el pasillo.- Necesito que hablemos.

- Estoy muy ocupado ahora, voy justo con el tiempo. ¿Te parece si hablamos después?

- Está bien.- ambos seguimos nuestro camino, el bajó y yo me dirigí a su oficina para buscar unos papeles.

Busqué en el escritorio pero no los encontré asi que le marqué a Joe desde la oficina de Cillian él llegó de inmediato y comenzó a buscarlos. Unos minutos después apareció Cillian, nada más y nada menos que con Angela.

- Que tal.- dijo casi sin mirarnos.

- Hola.- saludé.

- Hola Angela, ¿Cómo estás?.- consultó Joe.

- Estoy muy bien, gracias.

- Angela... ¡Que gusto verte por aquí!.- dijo Paul entrando también a la oficina.- Mi cuñada favorita.- Joe desvió su mirada para evitar que se vea que estaba riéndose, Cillian los fulminó con la mirada.

- ¿Pueden darme algo de privacidad?

- Ah sí.- respondió Joe.- Sólo veníamos por esto.- señaló los papeles sobre el escritorio.

- ¿Y tú?.- dijo refiriéndose a Paul.

- ¿Yo?.- pensó.- Eh... venía a avisarte que ya me voy.

- ¿Cuándo trabajas Paul?.- cuestionó con ironía Cillian.

- Justamente cuando tú no estas.

- Bueno... Luego hablamos.- me miró fugazmente y yo sólo tuve que disimular.

Salimos de la oficina de él para regresar a la nuestra. Paul palmeo mi espalda como si fuese un perro, sabía que todo eso lo hizo para ver si yo de alguna manera reaccionaba, pero lo ignore por completo. Él siempre estaba con eso de que Cillian y yo teníamos algo. Joe por otro lado nunca me había dicho nada, no sabía si se enteraba o simplemente le daba igual.

- ¿Volvieron?.- pregunté en modo de broma pero a la vez con cierta trampa para saber que respondía su hermano.

- No que yo sepa. Pero son padres, normal que sigan teniendo relación.

- Es cierto.

- ¿Te importa?

- ¿Qué cosa?.- reí nerviosa.

- ¿Mi hermano?

- Claro que no.

- Me pareció que sí. Y sin ir más lejos encontré ésto en su casa el otro día.- me enseñó un pequeño accesorio de cabello de los que yo usaba cotidianamente para hacerme el peinado que traía a diario para el trabajo.

- Eso no es mío.- dije con el corazón en la boca.

- Traes uno idéntico ahora mismo.

- Son bastante comunes.

- Eres la única que lo usa al menos aquí en la empresa.

- ¿Los hombres se fijan en esos pequeños detalles?

- A decir verdad no, sólo que me he tirado en el sofá y me he clavado esto en el trasero... ¡Cillian!.- dijo al verlo aparecer por la puerta de la oficina.- Justo estabamos hablando de este objeto que encontramos en tu casa.- señaló el accesorio y mi cabello.

The Boss Donde viven las historias. Descúbrelo ahora