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Ya pasado el fin de semana tocaba volver al trabajo, las cosas con Cillian habían quedado un poco raras e inconclusas por lo que esta vez no tenía ganas de verlo, pero claro, estas cosas eran las consecuencias de involucrarse con las personas del ámbito laboral, más bien con el propio jefe. Mi día había empezado muy mal realmente me levanté con el pie izquierdo, la alarma no sonó y por esa razón llegué una hora y media más tarde, ni siquiera me dio tiempo a desayunar por lo que tuve que tomar algo de la máquina expendedora y ponerme al día ya que Joe todavía no aparecía en la empresa y tenía muchos trabajos atrasados, como siempre.

- ¿Sabes si Joe vendrá hoy?.- pregunté a Paul cuando lo crucé por los pasillos.

- No tengo idea.

- Eres su hermano y además su socio, sólo digo.

- Tú eres su secretaria.- rodé los ojos.

- No contesta su teléfono.

- Aguarda un momento.- le marcó unas tres veces y tampoco contestó.- Bueno no tuve suerte... Consúltalo con Cillian.

- ¿Con Cillian?.- me miró con obviedad.- Está bien, gracias por tu ayuda.

- Por nada.- alzó sus hombros y se fue.

Me sorprendía la poca comunicación que mantenían los hermanos a la hora de trabajar, ya que se ausentaban cuando se les daba la gana sin dar ningún aviso previo o explicación alguna. No entiendo la paciencia de Cillian con ellos porque la realidad es que él carga con el peso de una empresa solo, Paul y Joe están pintados, esto les pertenece sólo por su apellido sino no tendrían ni la mínima oportunidad de trabajar en una empresa de tal magnitud.

- ¿Ocupada?.- consultó Jake luego de tocar la puerta y entrar a la oficina de Joe.

- Sólo un poco.- dije sarcástica.

- Llamó tu jefe a la recepción, dijo que vendrá después del almuerzo. Perdió su teléfono personal así que no lo llames.- entendí de inmediato que se trataba de Joe.

- Que considerado, "mi jefe".- hice comillas.- Entonces tendré una mañana bastante agitada.

Me quedé conversando un rato con Jake ya que estaba sola, hasta que el teléfono fijo que se encontraba en el escritorio comenzar a sonar. Este sólo comunicaba llamadas internas, es decir que siempre eran llamadas desde la recepción o de alguna de las otras oficinas.

- Mejor vuelvo a mi puesto.- dijo Jake caminando hacia la puerta.

- Hola, buenos días.

- Hola Isabella. Soy Cillian, ¿Puedes venir a mi oficina?.- como no reconocer esa voz.

- ¿Claro... Ahora?

- Sí, te espero.- colgó.

Dejé el teléfono, ordené rápidamente algunas cosas y me dirigí a la oficina principal. Antes de tocar la puerta cerré mis ojos y respiré profundo.

- Hola.- saludé esta vez cara a cara.

- ¿Cómo estás?

- ¿Bien y tú?

- Muy bien... Mira, necesito que cargues estas fichas en el sistema, será breve. Mi secretaria se ha ido temprano por eso te lo pido a ti.

- Está bien, no hay problema.

- Cuando termines puedes irte.

- Joe no está.

- lo sé, pero no importa. No tengo dudas de que haz hecho casi todo su trabajo ya.

- No voy a mentir, en verdad lo hice.

- Por esa razón, déjalo trabajar tambien.

- ¿También te vas?.- iba a responder cuando alguien abrió la puerta sin previo aviso.

- Cillian, estuve esperándote unos veinte minutos abajo. Llegaremos tarde.- dijo la cuarentona ignorandome por completo.

- El evento es a las dos, todavía falta una hora Angela.- era ella, su ex esposa.

- ¿Puedes irte?.- dijo dirigiéndose a mi.

- No.- respondió Cillian.- Nos vamos nosotros, ella tiene que quedarse aquí a trabajar.

- ¿Tú nueva secretaria?

- De Joe.- respondió mientras se arreglaba rápidamente para irse.- Espérame abajo, debo indicarle a Isabella lo que tiene que hacer aquí.- la mujer rodó los ojos y mostró su peor cara de desagrado.

- Ya se lo que tengo que hacer.- hablé apenas la tipa cerró la puerta.

- Disculpa, no se que ha sido eso.

- ¿Seguro?

- Sí... Haz esto y vete, Joe llegará más tarde.

- Está bien, mucha suerte con tu evento. Disfruten.- mostré una sonrisa sarcástica.

- ¿Qué pasa?.- dijo volviendo en mi dirección.

- Nada. Sólo te deseé un buen día junto a tu esposa.

- Ex esposa.- corrigió.- Y gracias por preocuparte por nosotros. Ya me voy, te veo mañana.- me besó en la mejilla.- Que los celos no te invadan.

- ¿Qué?, ¿Cuáles celos?.- negué con la cabeza.- Te equívocas.- respondí queriendo convencerme a mi misma de que eso no era así.

- Se me hace tarde Bella, que tengas un lindo día.- guiñó su ojo y se fue sin más.

Apreté mi puño y respiré profundo. Rápidamente me puse a hacer mi labor para poder irme de una vez por todas, no tenía ni un poco de ganas de estar aquí, con Cillian las cosas se pusieron aún más tensas que antes o quizá la única tensa era yo. No pensé que me pasaría esto de hecho jamás pensé que lo sentiría, pero sí, debo admitir que sentí un poquito de celos. No me agradó para nada ver como el hombre que me llevaba a la cama se iba junto con otra mujer. Me causaba rechazo el simple hecho de imaginar las cosas que podrían hacer.

Quizá estaba llevando este simple evento a un extremo, o quizá no, no lo sé. Tengo claro que ellos tienen hijos de por medio y tendrán un lazo que los unirá de por vida, algo que yo nunca podría evitar y Cillian no era un buen partido para mi en el sentido de que si esto no iba a ningún lado sólo estaba perdiendo el tiempo, en lo personal prefiero las relaciones formales, no soy para nada de tener estos enredos, pero con Cillian fue todo diferente, sentí una conexión casi innmediata y un deseo prácticamente inevitable. Aparte de esa conexión me pregunto quien no querría estar con él, un verdadero hombre con todas las letras. Aunque a veces su seriedad desaparecía por momentos y me tomaba un poco el pelo, podía notarlo. Le gusta que lo deseen pero eso jamás saldrá de su boca, además me sigue algunos histeriqueos pero de manera discreta.

Holaaa, perdón por desaparecer!
Queria pedirles que por favor voten en todos los capítulos, ya que hay muchas lectoras fantasma :((  Tampoco olviden dejar su comentario <33

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