2. Como un baboso enamorado

198 44 2
                                    

Off estacionó en frente de su residencia, a un costado del camino, no iba a meter el vehículo en el estacionamiento de su casa ya que en menos de diez minutos volvería a salir

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Off estacionó en frente de su residencia, a un costado del camino, no iba a meter el vehículo en el estacionamiento de su casa ya que en menos de diez minutos volvería a salir.

En ese mismo instante un taxi se detuvo unos metros detrás de él, frente a la deshabitada casa que estaba junto a la suya.

Off bajó de su auto y al mismo tiempo un chico bajó del taxi, llamando su atención, un delgado, no muy alto y de labios carnosos, vestía con una sudadera de estampado azul y unos pants negro que hacían resaltar su redondo y bien formado trasero. Era definitivamente el tipo de chico que a él le gustaba. Su tipo ideal.

El muy estúpido se quedó parado y babeando por él, como una vieja chismosa. Mientras tanto el joven, con la ayuda del taxista, bajaba sus cosas del vehículo, cabizbajo y ajeno a lo que ocurría a su alrededor.

Se colgó en un hombro una mochila y en el otro la correa de la funda de una guitarra en la cual estaba bordado, en letras cursiva, grandes y con un rojo intenso "Rome". Off ladeó la cabeza con una mueca en la cara "¿Rome?", acaso así se llamaba el chico...

Gun también bajó con una mano un puff de peluche color crema con el mismo nombre bordado. Y Off pensó "a este chico le gusta poner su nombre en todo". Finalmente sacó un bolso donde apenas podía verse un bulto negro dormido. Gun ya se había percatado de la extraña actitud del chico, que lo miraba descaradamente, y sin disimulo. Tal vez pareciera que no se fijaba en nada, pero por el tipo de vida que llevaba, siempre estaba alerta, así que engañarlo o atacarlo sería muy difícil, porque aparte de su excelente vista, era genuinamente fuerte al momento de combatir y muy ágil con las armas de fuego.

Rome venía dormido en un bolso transportador de mascotas, el pequeño estaba sedado ya que le asustaba mucho viajar en avión y el corazón de Gun no soportaba verlo temblando de miedo. Pagó al taxista cuando terminó de bajar su equipaje, y éste se retiró dejándolo en la entrada de su nueva casa. No veía gran cosa, ya que una alta muralla rodeaba la casa. Buscó las llaves en su bolsillo, agarró más fuerte el puff de su adorado perro y trató de tomar también la maleta, pero vio con el rabillo de ojo que el chico que antes lo estaba mirando, se acercaba rápidamente con la clara intención de ayudarlo. Él fue más rápido y enganchó un dedo en el mango de esta, sin soltar el puff, no iba a permitir ningún acto de amabilidad, ese era uno de los factores para socializar, y socializar estaba prohibido para él.

—Hola —saludó Off con una coqueta sonrisa— veo que seremos vecinos... hmm quería ayudarte con la valija ya que llevas muchas cosas.

Gun tragó duro y sintió un extraño hormigueo en el abdomen, el chico realmente era atractivo, precioso; de rasgos masculinos, unos labios rosados y apetitosos, tal vez desde lejos pareció más bajo, y hasta pensó que tenían la misma estatura, pero no, aunque su complexión física era mayor, se notaba su bien formado cuerpo bajo la ropa, necesitó un segundo para estudiar todos sus rasgos; el aspecto del chico, y no había duda de que aquel amable chico era un verdadero adonis, un dios griego, hijo del mismísimo Zeus... "Tal vez un seductor", pensó. Se humedeció los labios resecos y quiso sonreír pero más bien terminó pareciendo que hacia una mueca incómoda.

—Hola... Amm gracias pero puedo con todo, no se preocupe —respondió bajando cuidadosamente el bolso donde Rome dormía, metió la llave, abrió la puerta, le dirigió otra mirada, y Off no pudo ignorar lo intensa que era, bajo esas espesas pestañas, quería tocarlo, bajó la vista a sus labios recién humedecidos y se le hizo agua en la boca.

Al escucharlo hablar tailandés con ese acento inglés, le pareció más atractivo, perfecto.

El extranjero cogió cuidadosamente el mango de su valija, le dedicó una leve sonrisa, hizo un gesto de agradecimiento, bajó la mirada y cerró la puerta.

Y Off se quedó, ahí, mirando la puerta, todavía emocionado.

Tocó sus labios con las yemas de los dedos, y mordió su labio inferior sin poder evitar sonreír como un baboso enamorado

—Ahora sí que creo en el amor a primera vista —susurró mientras se dirigía a su casa.

𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ

𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Mi razón de vivir - H.A #6Donde viven las historias. Descúbrelo ahora