Off consiguió convencer a su vecino para que lo acompañara, con el pretexto de que lo ayude a aplicarse el hielo porque él solo no podría (en realidad quería invitarlo a comer algo, aún no superaba el haber visto su heladera tan vacía)
Gun se sacó la sudadera negra, se remangó hasta los codos y suspiró pensando en su cama... pero aun así, salieron de su casa siguiendo al mayor y se dirigieron a la casa de al lado.
Quedó maravillado con el ambiente familiar de la casa, era tan cálida, le dolió el pecho por desear un poco de eso, sin querer envidió la vida de su joven vecino.
Se dirigieron a la cocina y sus ojos se ampliaron más notando frutas en medio de la isla de la cocina vio un par de cajas de cereales en la mesada. Había comida por todos lados.
Cuando el mayor abrió la nevera tuvo que tragar el agua que se juntó en la boca y su estómago exigiendo comida con un ruido vergonzoso llamando la atención del dueño de la casa.
—Lo siento aún no he podido comer —comentó muy avergonzado y ya el mediodía se estaba acercando.
Off suspiró entrecortadamente confirmando su sospecha de que su chico estaba muy hambriento pero no iba a decir nada, no quería que sintiera más vergüenza. Sonrió de lado y sacó la comida que su madre había preparado antes de ir a trabajar y la sirvió en dos platos.
—No te preocupes, también tengo mucha hambre —comentó comprensivamente. Realmente quería cuidar del chico, Gun necesitaba que alguien lo hiciera y lo ame y él estaba dispuesto a hacer eso y más—. Acompáñame a almorzar... por favor, déjame pagarte así el masaje que me diste en el hombro, gracias a eso ya casi no siento dolor —dijo mirando al chico a los ojos quien tenía ya el ceño fruncido viendo como servía en dos platos.
Gun estaba preparado a negarse, planeaba llamar a algún local de venta de comida para que le trajeran algo de comer... pero su atractivo vecino estaba parado con los platos en la mano mirándolo esperanzado, mordió dudoso su labio inferior, suspiró y finalmente aceptó haciendo un asentamiento de cabeza.
—A pesar de que ese dolor te lo causé yo mismo —comentó en tono divertido.
—Pero no me dejaste llorando de dolor —respondió sonriendo— también fue mi error al acercarme por atrás, pero ya aprendí que cada vez que quiera tocarte primero me pondré frente a ti —comentó coqueto.
Las mejillas del menor se tornaron en un leve carmesí y rió ante el pícaro comentario de su vecino.
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Mi razón de vivir - H.A #6
FanfictionGun. Siempre esquivo con los demás. Off. Únicamente preocupado por sus responsabilidades y su familia. Uno tenía mucho amor para dar y el otro suplicaba por un poco. ¿A dónde, eso, los llevará? 🍒 Contenido sexual explícito, lea bajo su responsabil...