Off entró en su casa con una enorme sonrisa, abrazó y besó a su hermana sofocándola y empalagándola con dulzura, su madre no pudo ignorar aquello, su hijo siempre había sido serio pero su rara actitud lo delataba.
—Entonces... ¿quién atrapó el corazón de mi hijo para que este desbordando miel por todos lados? —preguntó divertida su madre.
Él, soltó a su hermana, le regaló una enorme sonrisa a su mamá y se encogió de hombros.
—Vecino nuevo —comentó casual antes de dirigirse a su habitación, para tomar las cosas que pasó a buscar y regresar a la universidad.
La sonrisa en su rostro creció más cuando vio a su nuevo vecino desde la ventana de su habitación, el recién llegado estaba parado dándole la espalda con las manos en el bolsillo, de vez en cuando sacándola para señalar alguna dirección, guiando a unos hombres que traían un colchón y un gran escritorio.
Mientras, Off aprovechó para recorrer con la vista todo el cuerpo del muchacho y suspiró ansioso por ir a relacionarse con él, conversar un poco, con suerte tocarlo o, porque no, besarlo.
—En serio me encanta —dijo en voz altos, mientras agarraba sus libros, volvió a bajar donde su madre y hermana estaban.
—¿Es guapo? —Preguntó su hermana— ¿podemos ir a visitarlo? Tal vez haga unos muffins y le invite ¿le gustará el chocolate? Sería una buena excusa para conocerlo, hasta tal vez yo sea de su tipo —dijo la hermana un tanto emocionada.
—Nop! —Dijo él, encarando a su hermana mayor— él va a ser mío —sonrió un tanto burlón y salió de la casa dejando a su hermana con la boca abierta y a su madre riendo por la actitud de ambos.
Gun no le dedicó mucho esfuerzo a amueblar la casa, a él no le importaban los lujos, con que tuviera lo necesario, bastaba, era consciente que sea cual sea el lugar en el que viviera, no duraría mucho, nunca sabía cuánto tiempo iba a pasar antes de tener que salir huyendo o de que a su estúpido padre se le ocurriera mandarlo a la China al día siguiente, y al siguiente a Narnia. —Sonrió ante ese pensamiento—. La vivienda tenía un aspecto elegante pero sencillo, con pisos de madera, muy lindo para el gusto de Gun. De dos plantas: el piso de arriba solo ocupaba una habitación y al lado un enorme baño el cual le encantó.
Solo él y su padre sabían de esto, nadie más estaba enterado del paradero de Gun y el hombre mayor ni se preocupó por la seguridad de su hijo, porque estaba seguro que Gun era un hueso duro de roer.
Compró una cama, un par de sábanas y colchas todas blancas, un gran escritorio para su habitación, la ventana era enorme e iluminaba todo el interior, así que le gustó de esa manera, descartó la idea de poner cortinas, le agradaba el ambiente soleado y ventilado, había un fino armario empotrado a la pared y ningún otro mueble. En la planta baja, en la gran sala, tenía un sofá gris, aparentemente muy cómodo, una mesa de centro y un moderno aparador con televisor. La cocina tenía una linda isla en el medio y estaba equipada con los electrodomésticos necesarios para su uso.
Suspiró cansado, miró a Rome quien estaba acostado en su cómodo puff peludo, el pequeño estaba empezando a reaccionar pero aún estaba lánguido por el sedante, sonrió de lado y se agachó a acariciar su cabecita.
—Pronto te recuperarás y serás el pequeño remolino de siempre —le susurró amorosamente y el perrito movió la colita con algo de torpeza— iré al supermercado un rato en lo que te recuperas campeón, no tenemos comida ¿sí? —le habló cariñosamente a su pequeño amigo y asegurándose de que su perrito estaba bien, llamó un taxi. Mirando una vez más a Rome salió de la casa.
Lo primero que hizo fue alquilar un auto por tres meses ya si se quedaba más tiempo, compraría uno propio; después se dirigió al supermercado y compró todo lo que Rome necesitaría, comida, juguetes, peluches, plato, un bebedero, y por ultimo llenó despreocupadamente su carrito con comida instantánea y snacks y algunas bebidas, ya que el arte culinario no se le daba bien, acompañada de un par de bebidas.
Cuando regresó a casa, cerca de las cinco de la tarde, maniobró el coche y se quedó un rato en la entrada esperando que el portón se abriera. El sonido de un claxon llamó su atención y al girar la cabeza, vio a su vecino agitando la mano a manera de saludo, en su dirección, con una enorme sonrisa. Él también estaba llegando a su casa, Gun le dio un pequeño saludo levantando la mano antes de meter su vehículo por completo en la cochera y cerrar el portón sin darle oportunidad a Off... de nada.
Gun no podía negar que aquel chico le transmitía un sentimiento familiar y al mismo tiempo totalmente desconocido, normalmente ignoraba todo lo que lo rodeaba pero este vecino en especial no dejaba de llamar su atención. Aunque un saludo y una sonrisa no lo comprometería a nada, así que decidió que eso no se lo negaría...
Después de ordenar todo lo que compró subió a su habitación y Rome como un borracho se levantó a saludarlo chocando con todo, sus pequeñas patitas cortas apuntando a cualquier dirección, lo cual le causó gracia logrando arrancarle una carcajada. Se agachó, levantó al perrito y le dio un sonoro beso en la cabeza antes de ponerlo en su peluda cama, luego, buscó una toalla y fue a darse un baño.
Ajeno a aquellos ojos que lo miraban desde la ventada de la otra casa, que conectaba perfectamente en su ventana.
El corazón de Off se había derretido por completo cuando vio a Gun reír y besar amorosamente a su perro, quisiera haber escuchado su risa pero la ventana del chico estaba cerrada.
Cinco metros de distancia los separaban, Off se encontraba sentado frente a su escritorio, ubicado en la ventana, estaba sentado haciendo algunos trabajos de la universidad. Hasta que empezó a fantasear: salir por la ventana, caminar por el techo del corredor de su casa hasta llegar a la muralla que separaba la casa del vecino y trepar por las gruesas ramas del árbol que está casi en frente de la ventana.
— ¡Dios! Que loco estas Off!!! —se reprendió a sí mismo sonriendo como un tonto.
Apagó la luz con intención de ir a la cama pero. Pero un jadeo fuerte en la oscuridad de su habitación fue liberado cuando vio a su vecino, regresar a la suya, usando solo un pantalón para dormir, descalzo y sin nada más arriba mostrando sus pectorales levemente trabajados y una cintura diminuta demasiado atractiva, haciendo lucir más su sexy trasero. Miró su piel acaramelada y el cabello húmedo, se tiró en su blanca cama y quedó completamente dormido, exhibiendo su atractiva espalda.
Todo el cuerpo de Off estaba reaccionando.
—SANTA MIERDA ME VA A MATAR!!! —gritó corriendo al baño.
𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ
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Mi razón de vivir - H.A #6
FanfictionGun. Siempre esquivo con los demás. Off. Únicamente preocupado por sus responsabilidades y su familia. Uno tenía mucho amor para dar y el otro suplicaba por un poco. ¿A dónde, eso, los llevará? 🍒 Contenido sexual explícito, lea bajo su responsabil...