10. No pienso soltarte nunca

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Las últimas dos semanas Gun permaneció más tiempo en su casa, aunque pasaba gran parte, hablando por teléfono, mientras Off había aprovechado cada pequeña oportunidad para acercarse a hablar más con él

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Las últimas dos semanas Gun permaneció más tiempo en su casa, aunque pasaba gran parte, hablando por teléfono, mientras Off había aprovechado cada pequeña oportunidad para acercarse a hablar más con él. Off, lo tomaba de las manos y lo invitaba a comer a su casa, y a Gun le brillaban los ojos considerando la posibilidad, pero fruncía el ceño y se negaba, deshaciendo el agarre, agradeciendo la amabilidad pero finalmente, dejándolo solo.

Pero Off no se rendía. Incluso pidió ayuda a su madre, pero el joven inclinaba respetuosamente la cabeza agradeciendo la generosidad, para seguir negándose, finalmente.

 Incluso pidió ayuda a su madre, pero el joven inclinaba respetuosamente la cabeza agradeciendo la generosidad, para seguir negándose, finalmente

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Estaba regresando de la universidad, tenía un plan infalible en mente. Iba a ser realmente descarado, era todo o nada.

Cuando llegó a su casa, saludo a Pick y pidió a su madre, le ayudara a cocinar lasaña de carne. Cuando estuvo lista, la puso en un recipiente, sin poder borrar su emocionada sonrisa.

—¿Así que... no es para nosotros esta deliciosa cena? —preguntó divertida su madre.

Off se sintió un poco avergonzado.

—Quiero sorprenderlo —respondió sincero y su madre sonrió enternecida. Su hijo realmente se estaba esforzando demasiado, jamás le dio tanta atención a alguien, así—. Tomaré un baño y luego iré a su casa— comentó dándole un sonoro beso en la frente, para después salir corriendo a su habitación.

»Después de bañarse, se vistió con unos jeans negros y camisa blanca, no iba a vestir muy formal, pero se aseguró de verse tan atractivo como pudiese, retocó su cabello, desabotonó otro botón para dejar ver su tonificado pecho y se miró al espejo satisfecho con su imagen.

Eran las cerca de las nueve de la noche y se apresuró en salir de su casa, su madre aprovechó para burlarse un poco por lo nervioso que lucía, causando que sus nervios se multiplicaran.

Gun acababa de tormar un baño y se preparaba un sandwich cuando sonó el timbre, sorprendiéndolo. No pidió comida, no estaba esperando ningún tipo de pedido y mucho menos visitas, por lo cual, sospechaba.

Se acercó a abrir la puerta con los sentidos agudizados, preparado para pelear si se trataba de algún tipo de ataque.

Con Rome detrás, fisgoneando curioso, su boca se iba abriendo a medida que recorría el caliente cuerpo de su vecino quien estaba parado frente a él con una sonrisa seductora, e inconscientemente se mordisqueó el labio inferior.

Mi razón de vivir - H.A #6Donde viven las historias. Descúbrelo ahora