12. Un día juntos

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La brillante luz del día inundó la habitación, Off parpadeó tratando de acostumbrarse, sintió un cuerpo levantarse de la cama y alejarse de él, vio la figura borrosa ponerse unos calzoncillos y dirigirse a la puerta, su vista se volvió nítida y vi...

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La brillante luz del día inundó la habitación, Off parpadeó tratando de acostumbrarse, sintió un cuerpo levantarse de la cama y alejarse de él, vio la figura borrosa ponerse unos calzoncillos y dirigirse a la puerta, su vista se volvió nítida y vio la desnuda espalda de Gun, abriendo la ventana, luego se dirigió a la puerta y la abrió

—¿A dónde vas? no me dejes —gimoteó con voz adormilada.

El joven dejó la puerta abierta y regresó a la cama —no voy a ir a ningún lado— respondió, se metió bajo la colcha blanca, levantó uno de los brazos del mayor y se acomodó, dejándose abrazar, puso su cabeza en el pecho y lo rodeó también con sus brazos. Cerró los ojos suspirando calmadamente.

El pecho de Off cosquilleó cuando Gun se acomodó como si fuera un acto que siempre habían hecho.

—¿qué hacías? —preguntó curioso.

—Ya verás —dijo sonriendo con los ojos nuevamente cerrados— sigue durmiendo... mientras puedas —dijo adormilado, besó su pecho y se dejó llevar por el sueño otra vez.

Off se quedó confundido, pero no preguntó más, besó la cabeza del menor y lo atrajo más a su cuerpo, lo aprisionó con sus extremidades y durmió otra vez.

Off sintió que cerró los ojos solo cinco minutos cuando un chillido, lo sorprendió, arrugó la frente y abrazó más fuerte el cuerpo del menor, sintió unas patitas saltando sobre ellos y escuchó la risa del Gun

—Rome no lamas... uh que asco —el pequeño can chilló más fuerte hasta que ladró obligándolo a abrir los ojos. El perrito estaba ansioso dando saltitos sobre Gun con sus cortas patas delanteras—. Off suelta ahora.

—Noooo —lloriqueó y enterró su cara en el cabello.

—Off libérame rapi...

—No no no no no no, eres mío, muy mío, solo mío

—Off...

—No

—OFF!!! —gritó Gun.

—WOF!!! —ladró el perrito

Dio un respingo y liberó el cuerpo del menor, este dio un salto y salió corriendo con el perrito adelantándose como un rayo.

—¿qué carajos? —se apresuró en levantarse, se puso los calzoncillos y bajó corriendo las escaleras.

Vio a Gun regresando de la entrada dejando la puerta abierta para que el perrito pudiera entrar después. Riendo silenciosamente, se quedó en el último escalón, no parecía haber alguna urgencia para que hubiera reaccionado así

—¿qué paso? —preguntó confundido.

El menor se acercó y abrazó su torso desnudo, su mentón recargado en el pecho sonriéndole

—Pasa que Rome casi se nos caga encima —dijo riendo y sus ojos se achicaron... y pudo entender la razón de dejar la puerta abierta— ven, vamos a ver si hay café —Off no podía estar más feliz, la personalidad amorosa de Gun lo estaba derritiendo, si seguía así, al final del día tendrían que recogerlo con cucharita.

Mi razón de vivir - H.A #6Donde viven las historias. Descúbrelo ahora