Llegare hasta ti (#2)

Cap. 5: La llamada

Capítulo 5: La llamada

 

No hacía falta que dijeran nada más. Me excuse y fui a buscar a mi esposa. La encontré en unos de los corredores hablando con alguien y no supe de quien se trataba y tampoco me importo. Solo la tome de la mano y tire de ella. Cuando Dana hizo amague de retirar su mano, solo hizo falta que dijera Nolan para que ella se pusiera en marcha. Corrimos al estacionamiento mientras le gritaba a su madre que había surgido algo. Ninguno hablo durante el trayecto, no al menos luego de informarle donde debíamos ir.

Nolan era el más pequeño de nuestros alumnos. Su padre era un escritor con una fama en ascenso. Su madre, era la publicista de su padre por tanto cada que viajaban sus padres él lo hacía con ellos. A pesar de haber crecido de un aeropuerto a otro su destreza con el violín surgió a muy temprana edad. Sus padres decían que había aprendido a tocar el instrumento antes de hablar, pero ese chiste no le afectaba en lo más mínimo, pues cuando había ingresado al conservatorio, y había logrado ser amigo de varios chicos no se detuvo ni un segundo. Hablaba hasta por los codos, de cualquier cosa, del que sea. Jamás permitía que nadie lo dejara de lado. Travieso. Sinvergüenza y sin pudor siempre ocasionaba problemas, siempre estaba metido en líos cuando a alguno se le ocurría hacer una broma.

Al llegar al hospital la directora se encontraba en la entrada acompañada de una señora mucho más baja de sus 1.70. La otra mujer vestía un traje combinado azul marino, peinada pulcramente sin un solo pelo fuera de lugar, el rostro mostraba arrugas delatando su avanzada edad en años; mientras que la directora llevaba unos jeans y una camisa rosa con zapatillas con el mismo semblante de preocupación. No necesitábamos preguntar cuál era la situación al ver sus expresiones. La que acompañaba a la directora Sulbedia, no se trataba nada más y nada menos que una trabajadora social y fiscal de la niñez. Cuando la directora había reportado la desaparición de la familia Róbela luego de que estos nunca contestaran o devolvieran ninguna de las llamadas. Aldana acompaño a la fiscal para entrevistarse con la doctora y saber el diagnóstico del pequeño. Yo sin embargo, aguarde en el pasillo de la habitación junto con quien fuera mi jefa.

·         No habla – susurro preocupada con la mirada perdida – no emite ningún tipo de sentimiento – me observo y la preocupación habitaba su rostro – ningún sonido… no parece reconocerme… solo mira por la ventana. Así lo encontraron en un hospital de cuidados intensivos de camino al aeropuerto.

·         Sus padres… – no me atrevía a preguntar, pero su ojos se llenaron de lágrimas.

·         Ambos están luchando… con todas sus fuerzas. El que está en peor estado es su madre… los golpes que tiene en su mayoría son en la cabeza… la han inducido a coma farmacológico… para que no sufriera

·         Y su padre?

·         Él estaba siendo operado de las fracturas en la cadera cuando el niño fue trasladado aquí… Melisa me hizo el favor de llamarme cuando encontraron a un niño con las características de Nolan… al llegar me encontré con él, pero no hizo ningún gesto. Solo me observo, ni siquiera parpadeo y giro el rostro.

·         Que pasara con Nolan? Que harán con él?

·         Por eso los he llamado aquí, ustedes se llevan bien con él. Acordamos con la trabajadora social que nos haríamos cargo de Nolan siempre y cuando él los reconociera a ambos o por lo menos si llega a mostrar algún signo, una vez que sus heridas sanen se lo podrán llevar con ustedes…

·         Pero, no tiene familia?

·         Un abuelo ya entrado en edad. Demasiado mayor para hacerse cargo puesto que él mismo necesita cuidados… que hará con un chico al que solo ve unas veces al año?