Capítulo 18: La verdad sobre Nolan
Un segundo estaba bajo el manto mágico de un sueño profundo y al siguiente estaba en el suelo algo aturdida mirando en todas las direcciones. La ventana sobre mi cabeza me enseñaba el manto oscuro de la noche. Fregué mis ojos intentando enfocar la vista en cualquier punto, hasta que recordé que me encontraba en el suelo con las sabanas de la cama revuelta. Me puse en pie con dificultad. Tome las sabanas al tiempo que bostezaba solo para encontrar a Nolan, su oso y su maldita almohada al otro lado de la cama.
Suspire en frustración; ya cuando iba a tomarlo entre mis brazos y regresarlo a su cuarto me detuve. Maldición – pensé al recordar que la tarde anterior lo había olvidado pasar por él al conservatorio y ni siquiera había avisado para que alguien fuera a recogerlo. Arrastre mis pies hasta mi lugar, procurando hacer el menor movimiento lo arrope, me ubique con cuidado frente suyo observando como dormía con la poca luz que se filtraba desde la ventana. Respiraba tranquilo, su cabello liso estaba algo alborotado sobre la almohada que abrazaba con algo de fuerza. Aunque su rostro parecía pasible una lágrima se deslizo por su nariz. Antes de que cayera sobre la funda lo tome entre mis dedos.
- Todo estará bien – susurre bajito.
El niño apenas se movió solo para suspirar. Maldito niño pensé al recordar lo que había hecho, estaba más que segura que él tenía algo que ver con lo del pasaporte y sospechaba que no estaba trabajando solo. Deslice mis dedos por su rostro redondeado, rasgos típicos de un niño. Así, dormido, parecía sumamente inofensivo. Con el brazo izquierdo abrazaba la almohada, mientras que con el derecho presionaba al oso contra sí.
- Me tienes que decir que ocurre para que pueda ayudarte – susurre – lo antes posible por favor – suplique manteniendo el mismo nivel de voz – me estoy volviendo loca… entre tú y Esteban me volverán loca – sonreí, aparte el pelo en su frente, acerqué mis labios y deposite un beso allí.
Deslice mi brazo por encima de la manta y caí rendida ante el cansancio escuchándolo respirar.
Al bajar a desayunar Adrián Bracamonte se encontraba en la sala con el teléfono en la mano. Parecía estar teniendo una conversación entretenida con alguien hasta que dijo algo como que por poco y se queda sin un centavo por la cantidad exorbitante que le cobro el taxista que trajo a Nolan la tarde anterior. Sentí una punzada de culpa al escuchar aquello. Abandone la sala y me dirigí al coche. Tome las cosas que había traído para Nolan ya que con los nervios solo había tomado la almohada del niño y se lo ubique entre su cabeza y la nueva cama, solo para que minutos después, o quien sabe, capaz que horas, se había trasladado a mi habitación con peluche incluido.
Mientras Nolan se tomaba un baño, me dedique a ordenar su habitación (que estaba casi intacta) la mía. En mi cuarto a un lado del escritorio descansaba mi ropa, lo tome y lo observe con cuidado. El pantalón estaba lleno de polvo, ni siquiera lo había sacudido al salir de aquel lugar, la peor parte lo tenía la blusa blanca que ahora era gris con tanta mugre. Lo lleve hasta el cuarto de lavado y volví a la habitación del niño, me dedique a ubicar las prendas nuevas. El violín no se encontraba a la vista, supuse que estaría escondido en el closet, pero tampoco estaba allí. Espere sentada al borde de la cama a que Nolan terminara para ayudarlo a vestirse y así poder preguntarle si tenía actividad alguna para hoy.
Parecía triste al traspasar la puerta. No me anime a preguntarle nada. Solo se acercó hasta su bolso de viaje y de allí sacó sus prendas más oscuras.
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Llegare hasta ti (#2)
Romance¡Aviso importante! La novela dejará la plataforma a partir del 30 de OCTUBRE del 2021. Forma parte de otra plataforma para su distribución y versión de audiolibro. Estoy mas que feliz de haber compartido con vosotros esta historia durante estos larg...