Capítulo 23: Recital: Primer acto
Estire mis brazos, mis muñecas y dedos. Moví mi cuello de un lado a otro al tiempo que bostezaba del cansancio. Mi cuerpo genero extraños ruidos acompañando a aquella terrible sensación de malestar. Mientras seguía estirándome mis huesos ofrecían una sinfonía espantosa para el oído humano. Fregué mis ojos. Por un momento me sentí desorientada y algo asustada al no saber dónde me encontraba hasta que vi a Nolan recostado en mis piernas. Suspire haciendo el menor ruido. Acaricie la cabeza del niño. Esteban parecía aun estar dormido.
Estire una de las almohadas que Teresa me acerco en la madruga y lo coloque bajo la cabeza del niño. Deposite un beso en su frente antes de acercarme a Esteban. Su piel ya no ardía al contacto. Tome mi bolso en silencio y Salí al pasillo.
- Buenos días – saludaron.
Al levantar la vista me encontrar a Chris sentado en una de las bancas del pasillo. Se veía tan cansado como yo.
- No fuiste a casa?
- Si, lo hice. Solo que no pude dormir mucho.
- Hace cuánto llegaste?
- Hace cinco minutos – lo mire levantando las cejas – es cierto!
- Está bien…
- Quieres café?
- Por favor! Si puedes pídeles una extra cargado! – suplique juntando mis manos.
- Claro… si les digo que es para la “Señora Becker” lo harán con gusto!
- No empieces!
- No empiezo… – guardo silencio – está bien lo siento! Es solo que no puedo creer esto – dijo levantando la mano en dirección a la habitación.
- Es solo… algo temporal. Todo volverá a la normalidad por la tarde…
- Estas segura? No. Más bien… puedes llamarlo “normalidad” a la vida que llevas? Antes… antes de que ese niño volviera te preocupabas por ti. Admito que por el niño también pero de lejos. Pero desde que te volviste a topar con él! – señalo de nuevo – todo gira a su alrededor! Es como si una fuerza superior te llevara a él!
- No seas así! Lo hago
- No te atrevas a decir que no haces por Nolan. Porque tu pretexto siempre ha sido por ese niño. Por qué no admites de una vez que él aun te importa? – lleve mis ojos al suelo al no ser capaz de mirarlo de frente.
Pronto pude sentir la calidez de sus manos tomando mi rostro obligándome a enfrentarlo. Sus ojos claros suplicaban que hablara, pero no podía hacerlo. Sus dedos delicadamente acariciaban mis mejillas mientras el calor los invadía. Trague saliva ante su proximidad, ante su aliento dulce y embriagador. Se acercó un poco más a mí, depositó un beso en mi frente para luego enredar sus brazos a mi cintura, abrazándome con fuerza. Apoye la cabeza en su hombro, disfrutando de su fragancia.
Su abrazo era diferente a cualquiera que haya recibido. No sabía si se debía a su perfume, pues era dulce como la de un niño, o tal vez que porque no había tanta diferencia entre nosotros. Luego de casi dos minutos estando así, se apartó de mí con una sonrisa y fue por el café. Yo aproveche y fui hasta el baño. Lave mi cara, cepille mis dientes e intente arreglar mi cabello. Aunque ya no lo tenía tan largo como antes aún se enredaban. Cuando estuve segura de que mi cabello estaría mejor suelto, salí al pasillo. Chris ya se encontraba allí con los vasos de cafés y unas masas dulces. Charlamos sobre las entrevistas que tuve el día anterior y los prospectos de las parejas. Estuvo de acuerdo cuando sugerí a Carlangas el travieso.
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Llegare hasta ti (#2)
Romance¡Aviso importante! La novela dejará la plataforma a partir del 30 de OCTUBRE del 2021. Forma parte de otra plataforma para su distribución y versión de audiolibro. Estoy mas que feliz de haber compartido con vosotros esta historia durante estos larg...