Llegare hasta ti (#2)

Cap. 6: Cambios drásticos

Capítulo 6: Cambios drásticos

A Dana las piernas le flaquearon y termino cayendo al suelo, observe a Nolan quien se encontraba al borde del llanto; me acerque a ella y la tome de los brazos

·         Dana que ocurre? – presionaba con fuerza, pero ella tenía la miraba perdida y entonces comprendí – Nolan ve a tu habitación! – exigí mientras ayudaba a Dana a incorporarse – Nolan ve a la habitación todo está bien – el no parecía creerme – es algo… entre Dana y yo – él me enseño el dedo meñique de su mano derecha, aunque en principio no comprendía – te lo prometo, tus padres están bien.

Arrastrando sus pies se dirigió al cuarto no sin antes dedicarnos una mirada extraña, volví la atención a mi esposa quien había llevado sus manos a su vientre

·         Discúlpame… por favor discúlpame! – susurraba una y otra y otra vez

·         Shhh… no tengo nada que disculparte, primero dime que ocurre para saber que debo perdonarte – suplique con su rostro entre mis manos – Dana… – ella cerro los ojos con fuerza ocultando sus pensamientos de mí, parecía como si dentro algo doliera

·         Esteban – suspiró

·         Si? – acariciaba su rostro mientras aquella habitación poco a poco se volvía oscura y fría, el sol caía en el balcón cuando ella al fin abrió los ojos, solo para que un mar de lágrimas se esparcieran por su rostro, un escalofrió recorrió mi espalda al ver su mirada inundada y triste – aún podemos lograrlo.

La verdad era que, no quería entender que ocurría, pero si sabía… podía darme una idea. La tome de la cintura y estreche a mi cuerpo, la sentía tan pequeña, tan vulnerable.

·         Prométeme que estarás conmigo? – no pude controlar el impulso de decir aquello, y me sentí peor al intentar ver su rostro y que ella lo ocultase de mi hundiéndose en mi pecho. Me trague el orgullo y solo acaricie su cabello intentando calmarla.

Más tranquila solo se tendió en la cama y del cajón tomo el sonajero que pertenecía a Julieta, lo apretó contra su pecho mientras más lágrimas, mas sollozos taladraban mis oídos, desde mi lugar en el umbral de la habitación estaba seguro que esperaba por mí, pero más seguro estaba de que necesitaba su espacio. Cuando habíamos planeado tener hijos no estaba escrito en nuestros planes esto, no creímos que fuera algo difícil, ni mucho menos que nos lastimaría de esta manera… pensamos que era algo natural, que venía con el tiempo cuando la casa estuviera lista para recibir sus llantos y sus risas.

Los estudios de Dana no habían dado como esperábamos antes de la llegada de Nolan a la casa, razón por la cual la enviaron a hacerse más estudios, bueno, el resultado de estos… Su madre se había comprometido a llamarnos ni bien los análisis estuvieran listos.

La deje estar… ella necesitaba tiempo para asimilar aquello, había sido un golpe bajo que ninguno esperaba. Acaricie su rostro antes de dejarla sola en la habitación, tome mi almohada y la arrope antes de retirarme. Al salir de la habitación me lleve un susto de muerte al ver a Nolan en medio de la oscuridad.

Que le ocurre a la profe Aldana? – escribió, y pude leerlo conforme encendía las luces

·         No se siente bien – respondí a Nolan que se encontraba sentado en el comedor con el cuaderno entre las manos a oscuras.

 

Se encuentra bien? – insistió

·         Si… ven, ya es tarde debes estar cansado es hora de dormir – conteste retirando el anotador de sus manos y llevándolo al cuarto, me ayudo a preparar la cama en la que él dormiría y en la que yo dormiría esa noche.