Llegare hasta ti (#2)

Cap. 19: Esto no es bueno

Capítulo 19: Esto no es bueno

Observe el celular por un momento. Este seguía parpadeando con la llamada entrante. Que debía hacer? Tomar la llamada? Enfrentarme a él? Entonces la luz del teléfono se apagó. Respire en alivio pero la luz volvió a encenderse. Era un mensaje.

Tal vez estés ocupada, incluso para darme una explicación

Exhale mi frustración. Claro que le debía una explicación. No solo lo había dejado plantado, tampoco lo había llamado avisando que no me presentaría (mis labios  estaban ocupados en los de mi exesposo y mis manos enredados en su cuello como para siquiera pensar en él) a nuestra cena. Había aceptado salir a cenar con él, todo por haber visto a Esteban con aquella mujer.

-       que haces? – pregunto Nolan apoyado en la puerta listo para ir al colegio – ha llamado? – pregunto ilusionado cambiando su posición.

-       No -  negué poniéndome en pie

-       Entonces porque esa cara? No llevabas la misma ayer cuando mi abuelo te entrego la caja…

La caja. Cuando habíamos vuelto del cementerio, luego que dejara a Nolan en mi cama tras darle un calmante y este durmiera, Adrián me entrego una pequeña caja que dejaron en la puerta temprano aquella mañana. Al abrirla me encontré con mi celular desarmado.

Los labios me arden, pero eso quiere decir que fue real. A punto estuve de no tomar el vuelo, pero tenerte conmigo unas horas fue suficiente… por el momento. No me daré por vencido, no ahora. Siempre seré tuyo, Esteban.

Eso decía la nota pegada al aparato. Por la letra, sabía que Esteban se había tomado su tiempo en escribirlo. Su letra era espantosa! Imposible de entender muchas veces!

-       Y ahora sonríes? – dijeron volviéndome a la realidad, yo solo negué.

-       Vamos que de lo contrario se nos hace tarde a ambos! – pase por su lado, pero al ver que él no hacia amague en moverse, tire de su mochila arrastrándolo escaleras abajo.

En la sala de dirección entendía porque no deseaba salir de la casa. Había mentido. La reunión de padres se reducía a una entrevista personalizada. En la oficina de la directora, frente al escritorio de una mujer entrada en edad de los 50 tal vez? Vestida de manera prolija en conjunto azul. Por la mirada que dedicaba a Nolan la conversación seria larga y tendida.

-       Creí que el niño no tenía relación con usted – inicio apoyando sus manos sobre la mesa, yo me acomodé en mi asiento un tanto nerviosa por el inicio de la conversación 

-       Bueno – aclare mi garganta – Esteban llevó a Nolan a casa de su abuelo, el señor Bracamonte, y como ellos no tienen una relación…hmmm digamos fraternal, yo estoy supervisando la...

-       Y a usted le parece correcto intervenir? – interrumpió, miré al niño de soslayo, éste se había removido en su asiento.

-       Nolan… puedes salir fuera un momento? – pregunte dirigiéndome a él, este me dedico una mirada de horror – sal al pasillo que luego te lo contare todo.

A duras penas este se puso en pie. Dedico una mirada furiosa a la directora antes de tirar de la puerta y salir. Me enfrente a la mujer mucho más cómoda  que antes. Lo que menos quería en este momento era que Nolan se sintiera más culpable.