Capitulo VII

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Un par de días después, luego de aplazar todo lo que pude el encuentro me dirigí al departamento de Victoria, estaba tan ansiosa que me fui muy temprano apenas con el desayuno, era medio día y yo ya estaba en su casa. Toque la puerta y abrió su amigo Jano – Hola Emma, pasa – me dijo mientras abría la puerta. Cuando entre vi un par de cajas con cosas adentro, no eran muchas pero me llamo la atención que estuvieran en la sala - ¿Cómo estás Jano? – le pregunte cortésmente – mejor que tu parece – me dijo mirándome con rostro preocupado – estas súper pálida y ¿tienes los ojos hinchados? – Me preguntó finalmente y es que no había maquillaje que escondiera la inflamación de mis ojos después de horas de llanto – sí, es que me dio una alergia terrible con un marisco que comí en mi casa – mentí sin titubear – oye y ¿no está la Vica? – le pregunte finalmente – si, debe estar por llegar es que se fue a conseguir más cajas – ¿Cómo más cajas? – le pregunte de vuelta – Si, para guardar las cosas – yo no entendía nada ¿Por qué estaban guardando cosas?, en eso sentí como la llave entraba en la puerta principal y se giraba, era Victoria que volvía bajo los brazos con varias cajas de cartón similares a las que ya estaban en su sala, cuando me vio se sorprendió un poco y recordé que en realidad nunca le dije que iría ese día, que en realidad estos días le había hablado super cortado por mensajes, que en realidad cualquiera pensaría que estaba enojada con ella o algo, pero en vez de eso estaba ahí en su cocina preparándome un té con miel conversando sobre guardar las cosas en cajas con Jano.

- Hola bonita – me dijo y se acercó a mí para darme un pequeño beso – no me dijiste que vendrías ¿paso algo?

- No nada, solo quería verte – le contesté – ahora lo que no entiendo es este caos – dije esto mientras preparaba la taza con la bolsa de té y ponía a hervir el agua.

- Ah, esto, si, bueno, tengo un par de cositas que contarte supongo – escuche en su voz algo distinto, algo que nunca había escuchado en la voz de Victoria, estaba nerviosa y eso me puso nerviosa a mí.

Me preparé el té y nos fuimos a su habitación mientras Jano salió por unas pizzas, parece que era evidente que no quería estar ahí. Al entrar a la habitación vi como la gran mayoría de las escasas pertenencias de Victoria ya no estaban, los libros y CD estaban empacados y sobre el escrito descansaba una caja repleta de ropa.

- Disculpa el desorden pero no sabía que ibas a venir hoy – se disculpó avergonzada – pensaba llamarte mañana y quedar en ir al café que tanto te gusta y conversar.

- No te preocupes soy yo la que llegó sin aviso, pero qué onda ¿Qué pasa? – le pregunte confundida.

- ¿Te acuerdas que te conté que mi nona estaba con problemas de salud? – me preguntó y efectivamente hace varias semanas me había comentado que su abuelita que vivía en Rancagua junto con su madre estaba delicada de salud.

- Sí, claro que me acuerdo ¿le pasó algo?

- No, no todavía pero está mal, mi mamá está haciendo malabares entre el trabajo y cuidarla porque está muy dependiente, hay que ayudarla a poner en pie, a bañarse y todo eso – me dijo consternada, veía la preocupación en su rostro – entonces mi mamá me pidió ir allá a apoyarla.

- Ya, entiendo pero parece que no será por un tiempo corto ¿te vas a devolver a Rancagua por mucho rato? Pregunte con un poco de angustia la cual era totalmente absurda, yo iba decidida a terminar con ella y ahora ella me decía que se iba y yo sentía pena, realmente era una muchacha insoportable.

- Bueno, sí, me voy un tiempo largo – Victoria se tocó la nuca, nerviosa, tensa mientras dejaba ropa de su closet sobre la cama – es que eso no es todo – agregó – esta parta me da vergüenza pero además en marzo voy a congelar la carrera, creo que tengo que decidir si quiero seguir con esto o no.

⚠️🔞Deseos Ocultos - Nostalgia 🔞⚠️👭 (Libro I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora