Capítulo XXV

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Antes, agradecer a todos los que se han dado el tiempo de leer, de comentar y de votar dejando una estrellita, me motivan a seguir!! espero que hasta ahora les haya gustado esta historia que poco a poco va a llegando a su fin. Un abrazo y de nuevo gracias!

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Ya es de mañana, la luz del sol entra con fuerza por las grandes ventanas de la habitación, giro mi cuerpo y la veo ahí dormida, automáticamente sonrío, me acerco a ella y la abrazo - buenos días - escucho salir de su boca - ¿te desperté? - le pregunto al instante - no, es el sol el que me despertó - me contesta y me da un pequeño beso en la frente - ¿hambre? - me pregunta mientras se pone de pie y se dirige al baño.

Decidimos ponernos los trajes de baño y bajar por un desayuno liviano antes de ir a la playa, el sol esta increíble y muero de ganas de tirarme al sol en esta playa, ya ni recuerdo cuando fue la última vez que lo hice.

Vamos a un café cercano, trato de mantener la charla lo más alegre que puedo pero la verdad es que no dejo de pensar en que por la tarde estaré con mis padres nuevamente, la idea me asusta y a la vez siento que es necesaria para cerrar ese amargo capítulo de mi vida.

La playa está perfecta para tomar sol, adoro ver el cuerpo de Victoria en traje de baño, realmente le queda delicioso y cuando me pide que le ponga bloqueador solar lo hago con devoción, recorrer su cuerpo, su piel aunque sea en este contexto me parece sensual mientras en su rosto se dibuja esa sonrisa coqueta y cómplice, incluso un poco caliente, que me da a entender que ella también lo disfruta. Mis manos van lento por sus piernas, por sus muslos, la cubro por completo y aprovechando que es temprano y la playa aún no se repleta, paso mi mano sutilmente por su hendidura, apenas un roce con la punta de mis dedos mientras masajeo sus muslos con el bloqueador- niña mala - me susurra cuando al fin me tumbo a su lado - ven ahora me toca a mí - Victoria toma el bloqueador solar y masajea mis hombros, yo estoy recostada sobre mi abdomen y ella se sienta a horcajadas en mi culo, disfraza este erótico momento con un simple "masaje de amigas" pero siento como con pequeños movimiento se roza un poco en mi mientras sus manos recorren toda mi espalda, luego baja y recorre mis piernas, hasta el borde de mis nalgas, siento deseos de que las apreté con fuerza o que me nalguee, sonrío cuando me doy cuenta que todo lo que ella hace me calienta como adolescente.

La mañana se pasa rápido, apenas nos mojamos los pies porque el agua esta heladísima y queremos quedarnos con los trajes de baño debajo para el resto del día. Cuando ya estamos prontas a irnos Victoria me toma de la mano y me lleva caminado por la orilla, sé que es absurdo pero cuando me mira y sonríe mientras el agua del mar moja nuestros pies, siento que lo tengo todo.

Lamentablemente se hace tarde y yo he quedado de ir con mis padres, volvemos al departamento y nos damos una ducha, le pregunto si podemos tomarla juntas pero me dice que por esta vez no, que no quiere mojarse el cabello y que si nos metemos juntas sería inevitable alargar la ducha y quedar empapadas.

Al fin nos subimos al auto y gentilmente se ofrece a llevarme a casa de mis padres, al comienzo no estoy muy segura pero claro que es más cómodo así, entonces acepto.

El camino fue silencioso, voy nerviosa y ansiosa al encuentro, comienzo a rascarme la mano y entonces siento la mano de Victoria sobre la mía - calma pequeña - me dice sin quitar los ojos de la calle - todo va a salir bien, eres una mujer increíble, que nadie te haga sentir lo contrario - lo dice con soltura y convicción, su mano esta sobre la mano que me rascaba y me acaricia, no sé como pero realmente me calma, le creo cuando me lo dice, le creo y sé que en el fondo tiene razón, es momento de enfrentar.

Llegamos afuera de la casa de mis padres, Victoria estaciona un poco más hacía la esquina no tan cerca de la casa, sabe que puedo con esto pero tampoco es tonta y sabe cómo son mis padres, supongo que no les quiere dar más razones para pelear conmigo.

- Victoria; Bueno bonita, aquí nos despedimos - me dice apagando el motor el automóvil - ¿segura que estarás bien volviendo por tu cuenta a Santiago? - me pregunta preocupada.

- Emma: Claro que sí, sabes que salen buses a cada rato para allá y tengo mi tarjeta del metro, estaré bien - le contesto tratando de sonar muy segura.

- Victoria: Bien, cuando ya estés de vuelta avísame, me gustaría invitarte a mi casa a cenar, quiero tiempo contigo uno más tranquilo para charlar - su mano esta sobre mi mano.

- Emma: Apenas llegue te aviso y nos ponemos de acuerdo - le contesto con alegría, muero de ganas de conocer su casa, siento que es un paso de intimidad que...aahhh... mi adolescente interior vuelve a estar emocionada - ahí te cuento todo lo que pase hoy.

- Victoria: Ah, sí claro ahí conversamos de tu aventura de mujer independiente y de otras cosas más...

Entonces Victoria se queda mirando atrás de mi cabeza, hacía el fondo en dirección a mi casa - creo que alguien está mirando para acá, es mejor que te bajes ya - me dice tranquila pero alerta, me besa los labios con la boca cerrada rápidamente y yo bajo del automóvil, cierro la puerta y giro en 90 grados en dirección a la casa de mis padres, ahí está mi mamá con sus lentes tratando de enfocar hacía donde estoy, escucho el automóvil de Victoria encender y partir tras de mi mientras levanto mi mano para saludar y camino en dirección a la casa, no ha sido la despedida de película que hubiera querido pero al menos mi madre no me vio comerme a besos con la chica que mi padre hace 10 años intentó ahuyentar.

La casa está como la recuerdo, han pasado muchos años pero hasta el olor es el mismo, mi madre me recibe con un tremendo abrazo, veo que sus ojos están escondiendo unas lágrimas que quisieran salir, pero se contiene, siento su alegría y amor, han pasado muchos años en que no venía a esta casa y sentir la calidez de mi madre y el aroma de su cocina me trae a la mente los momentos juntas cocinando, ella hablándome de las preparaciones ancestrales que había descubierto al sur de Chile y yo metiendo el dedo en cada cosa para probarla, fueron tiempo alegres no puedo negarlo, entonces desde el fondo del pasillo principal de la casa aparece mi padre, un poco más calvo y canoso de lo que lo recordaba, incluso quizá más pequeño, dibuja en sus labios, que se esconden tras el bigote una gran sonrisa, está feliz de verme, me abraza pero a diferencia de con mi madre no me provoca abrazarlo de la misma forma, me quedo ahí quieta esperando que me suelte.

- Patricia: Hija estás tan linda, te ves radiante, no han pasado los años en ti mi amor, ven siéntate justo íbamos a servir el almuerzo - mi mamá esta eufórica y lo agradezco.

- Ricardo: Claro hija, siéntate ¿una copita de vino? - me ofrece cordialmente mi padre, me tiene sorprendida.

- Emma: Bueno, gracias.

La comida transcurre con inusual tranquilidad, mi padre no ha sacado ningún tema delicado y hasta lo he visto sonreír, quizá el paso de los años lo han suavizado y le han hecho bien, mi madre por su lado corre por todos lados para atenderme, creo que hace esfuerzos extra para que no me vaya pronto, pero sé que esta es la tranquilidad antes de la tormenta, he venido aquí a dar explicaciones y no tardaran en comenzar el interrogatorio, cuando lo pienso me dan deseos de rascarme la mano pero cuando estoy a punto de comenzar me detengo, recuerdo como se sentía la mano de Victoria sobre la mía acariciándola y esa sensación me calma.

- Patricia: ¿Un cafecito hija? - me pregunta mi madre luego de una larga sobre mesa que nos lleva a sentarnos al sillón - tengo un café colombiano de grano y una moledora nueva que esperaba probar.

- Emma: Bueno, me encantaría, en Europa no es tan fácil conseguir buen café de grano además es carísimo - entonces mi madre se pone rápidamente de pie y se va hacía la cocina a preparar el café dejándome sola con mi padre.

- Ricardo: Supongo que no te viniste de Paris porque el café fuera muy caro - se apura mi padre en decir, como si hubiera esperado que mi madre nos dejara solos - cuéntame hija ¿Qué estás haciendo aquí realmente? Tú en algo andas, quizá tu mamá se haya comprado tus cuentos pero a mí me vas a decir toda la verdad ¿Cómo se te ocurrió dejar tu trabajo allá? ¿te pegaste en la cabeza o qué? no puedo creer lo irresponsable que haz sido, tu mamá y yo estamos decepcionados de ti Emma, no te criamos para esto, no señor.

Era inevitable, mi padre no había cambiado en nada, solo había aprendido a fingir mejor, eso es lo único que los años le habían enseñado, ahora faltará ver si estoy a la altura de esta prueba.

⚠️🔞Deseos Ocultos - Nostalgia 🔞⚠️👭 (Libro I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora