⚠️🔞Deseos Ocultos - Nostalgia 🔞⚠️👭 (Libro I)

Capítulo VIII 🔞

Con el tiempo me di cuenta que la decisión que tome en esa oportunidad fue un poco drástica, pero en el fondo yo deseaba que ella me dijera algo que me ayudara a buscar una solución no tan extrema o bien pensaba que no sería capaz de alejarme así de ella pero al final estaba tan enojada con Victoria, por su actitud para conmigo, su silencio, que se fuera tan lejos de mí, además estaba enojadísima conmigo misma y la actitud que había tomado con ella, por eso me mantuve firme durante varios días pero luego dude y trate de acercarme, lamentablemente cuando tome valor de buscarla ya era tarde. Me comunique con Jano, tratando de saber de ella de forma indirecta y él me confirmo que ya se había ido a Rancagua y que no sabía mucho de ella pues lo de su abuela era más grave de lo que le habían dicho al principio, aparentemente no le quedaban muchos meses de vida y todos los esfuerzos de Victoria se volcaron en que su tiempo juntas fuera el mejor posible, entendí entonces que no era momento de molestar ni llamar para hablar de lo que sea que pasaba entre nosotras. Luego, paso el tiempo y ya que caso tenía hablarle, marzo me golpeo con un examen muy difícil que pase casi a penas, mis padres no estaban felices por lo que fueron mucho más estrictos con mis estudios y horarios, fue fácil culparlos de mi cobardía de no llamarla y por supuesto estaba mi enojo al sentir que ella también podría buscarme y no lo hacía. En fin, el tiempo pasó, termine en la pasantía, luego el magister y así me aleje de Chile, del recuerdo de Victoria y de todo lo que alguna vez nos unió.

Aquí sentada me doy cuenta que he sido como este avión, una nave que vuela directo a su destino sin preguntas, ahora que ya tomo vuelo nada lo detendrá hasta llegar a su destino, esa soy yo, mi destino fue decidido por los mismos Dioses; mis padres y yo lo acepte en silencio, irónicamente la única que siempre me dio a elegir fue Victoria, con ella era libre de ser y no ser, quizá por eso la olvide para sepultar la posibilidad de lo diferente y que fuera más fácil seguir con el plan, callada y sometida a los deseos de los demás.

Claro que todo esto no estaba tan sepultado como yo creí, solo basto una pequeña chispa para que todo lo que había pasado hacía 10 años atrás volviera a quemarme como un hoguera ardiente, me convirtió de repente en una mujer desconforme con todo, en especial con Javiera y la relación que teníamos, pero no era culpa de ella, si no que mía por incapaz de decir lo que sentía sin que me cubriera una oleada de culpa y vergüenza, aunque con el paso de las semanas desde mi primer sueño con Victoria comencé a verbalizar un poco más lo que realmente quería.

Una hermosa asistente de vuelo con los ojos más azules que he visto nunca me ofrecen ayuda para guardar mi equipaje, al verla recuerdo los ojos de Javiera, de un lindo azul cielo, unos ojos que deje de ver sonreír hacía ya varios meses. Todo comenzó cuando mi deseo por prender fuego en a nuestra relación apareció decidido a quedarse hasta arder, el problema es que ese fuego podía o ser uno lleno de pasión, si lograba compartirlo con Javiera o bien llevaría nuestra relación a las cenizas destruyéndonos, por supuesto que esto último fue lo que sucedió.

Recuerdo cuando por primera vez trate de comunicar a Javiera mis nuevos "gustos", fue un sábado por la noche, nuestra noche de sexo programada, pero esta vez le tenía una sorpresa, días antes había ido a una tienda de lencería erótica y había comprado un muy sensual conjunto de tanga y sostén con provocadoras transparencias, era de color negro y dejaba entrever mi pezones apenas tapados con tela translucida, me lo puse bajo la ropa y cuando terminamos de ver la película de la semana ya nos habíamos bebido casi una botella de vino, en realidad yo me había bebido varias copas, buscando valor para proponer lo que tenía en mente.

- Vamos acostarnos Emma - dijo Javiera cuando hubo terminado la película - son más de las 12 y tú sabes - me dijo mirándome coqueta, al menos estaba segura que ella también pensaba en sexo aunque de otro estilo.

- Sí, pero antes - le dije con voz lasciva - porque no te quedas aquí sentada y esperar una sorpresita que te tengo.

- ¿Una sorpresa? - dijo Javiera intrigada - a ver Em, ¿Qué tienes para mí?