🌻Posible oc's, no dejar comentarios groseros o de lo contrario seran silenciados.🌻
🌻Ya ha pasado el ataque a la USJ, llegan a la mitad del curso.🌻
Tú, cansada de la mala seguridad de tu país.
Decides cambiar la opinion de los extranjeros de tu m...
Aún en los hombros del todoroki mayor, comienzas a cabecear del sueño, estando a casi nada de llegar a los dormitorios el quemado mayor se detiene para bajarte al piso. El sonidito que hacen tus zapatitos suena chistoso.
-Bueno niñita, aquí es donde nos separamos...ten cuidado.-Te alborota un poco el cabello y tú sonries, antes de que retire, tú le jalas el pantalón para detenerlo y de tu mochila de Totoro sacas un dibujo junto a un dulce para entregarselo con mucha alegría.
-¡Tú también, alejate del agua, adiosito!-Te echas a correr cuando le das el regalito, cuando te pierde de vista saca una sonrisa para suspirar.
-Te extrañaré engendro del mal.-Dice al ver tu dibujo, lo dobla y guarda cuidadosamente, para luego irse.
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Vas contando una canción mientras estás dando saltitos por todo el piso. Aprietas las correas de tu mochila para detenerte y sentarte un momentito en en suelo, tanto saltar te provocó mucha sed. Tomas agüita fresca para seguir dando saltitos.
-Mientras me bailaban las pestañas, se me fueron subiendo las arañas~...-Das otro salto cuando chocas contra las piernas de alguien, por suerte tuya no caiste al suelo.-¡Oh, lo siento!
Alzas tu cabecita para ver a Tamaki, para sonreír aún más y alzar tus bracitos para que te levanté en sus músculos brazos.
-¡Pulpito, Holaaaaa!-El azabache está a punto de tener un colapso cuando te reconoció, todo la academia te estaba buscando como locos, y ahora te tiene aquí mismo frente a él como si nada hubiese pasado.
-¡(T-T/N)-San, aquí estás!-Tú ries para asentir.
-Pues si wey, aquí su reinita!-Te emocionas cuando el azabache te carga, con mucha pena cabe decir, y se dirigió a quien sabe dónde, pero en el transcurso le fuiste hablando de tus locas aventuras, claro omitiendo la parte de que fuiste cuidada por la gran temida liga de villanos.
Este te estuvo escuchando atentamente cada palabra tuya, algunas le parecían chistosas pero es normal en un niño tener demasiada imaginación.
-A todo esto Tamaki, ¿A dónde vamos?-Ladeas la cabeza mirando directamente sus ojitos, mantienen contacto visual por unos segundos antes de que esté se sonrojara hasta el cuello y se ocultara en la pared.-Orale, yo también.
Imitas su acción, pronto una risa pequeña sale de sus labios, fue tierno lo que hiciste para él.
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En la sala de reuniones está la siguiente escena: hay un pizarrón con toda tu información escencial y una foto tuya dónde estás con tu top negro que usas para entrenar, tu cabello en un chongo con algunas pelos saliendo del peinado, con tu pantalón flojo y con un puño al aire con una gran sonrisa. Miles de papeles por todo el lugar, aún más en las mesas, y están todos los héroes con signos de cansancio (incluyendo a los primeros cinco del top latino, tu madre e padre, junto a Richard), Alessandro está que se arranca los rizos de la cabeza.
-¡Con un demonio! ¿Dónde podrá estar esa niña?-Esta a punto de soltar un putazo a lo primero que vea.
-Amor, insultar a los cuatro vientos no va a solucionar nada, deberías de dormir algo, quiero decir es mejor que todos le vendrían muy bien dormir algo.-Recalca el más bajo, para ver a todos, y no es que no quiera seguir buscandote, no. El simple hecho de que todos estén cansados no servirá de nada, solo se pondrán irritables y podría llegar a una pelea de la cuál se podrían arrepentir.
Tu madre estuvo a nada de insultar al bajito cuando la puerta es abierta por ti y Tamaki, todo el lugar se queda en silencio por unos segundos.
-Uy, ¿Porque están tan viejos?-Dices en broma, ahora todos se parecen a Aizawa.
De pronto eres arrebatada de los brazos del muchacho para ser abrazada por el tembloroso cuerpo de tu madre.
-¡Mi bebé, estás aquí!-Frota tu mejilla contra la de ella, y de pronto eres rodeada por todos en la sala, haciéndote varias preguntas a la vez dejándote aturdida pero con paciencia respondes a todas y cada una de ellas.
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Cuando respondiste a las preguntas de todos y de recibir unos cocos bien duros por parte de tu mamá y muchos regañas te dejaron en paz, ahora estás en el baño dándote un buen merecido baño con burbujas, estás jugando con la espuma y haciendo aún más burbujas con tus deditos.
-Me quitaron la vida me la arrebataron, triste aquel día el sol se apagó, lloraron las flores, lloraron los angeles y algunas estrellas, el día parooo~...-Cantas a todo pulmón en el baño, de pronto te quedas callada. Un ligero mareo te llena de golpe y las ganas de vomitar también.
La puerta es tocada.-(T/N), ¿Ya casi terminas? Tengo algo de ropa bien bonita para ponerte.-La voz de tu madre se escucha del otro lado.
-¡Ya mérito!-Le respondes para levantarte y quitar el corcho a la bañera para dejar ir el agua, te pones la toalla alrededor de tu cuerpecito cuando el mismo humo que te convirtió en niña volviera a aparecer.-¡Noooo, me derritooooooooooooooooooooooooo!
-¡(T/N), que está pasando, abre la puerta!-Tú grito alarmó a tu madre que trata de abrir la puerta del baño, el humo sale por debajo de la puerta paniquiando aún más a la señora, que ahora a gritos desesperados patea la puerta derribandola. Tose un poco y para cuando el humo se disparce deja salir un grito ahogado.
El en suelo humado del baño estás tú, pero una versión más grande de lo que debería de ser.
-A la madre, pensé que me estaba derritiendo como las brujas al tocar el agua, JAJAJA que loco.-Tu voz es un poco más aguda y dulce.
-¿(T/N)..? Tú...-Tú madre aún está en una especie de shock, tú no entiendes cuando de te ve de arriba a bajo. Ries para levantarte.
-Si, soy yo ma...¿Porque me miras así?-Te señala al espejo y tú te acercas a este para quitar el vapor del espejo.
Se te va el aire cuando te ves al espejo, eres tú pero con facciones más definidas y delicadas, tus cejas algo grandes de un ligero color castaño al igual que tu cabello, tus labios seguían igual a excepción del inferior que está más grueso y de un color cereza sin olvidar ese pequeño pedacito de color blanco que tienes como marca de nacimiento, tus ojos se tomaron del mismo color que tu madre, verde miel o castaño miel, aún tienes tus lunares, pero lo más sorprenderte es la gran cicatriz que va desde tu frente de lado derecho pasando por tu entrecejo para finalizar en tu mejilla izquierda, se ve que no es reciente porque está casi del color de tu piel.
-Mami...¿Que acaba de pasar?-Volteas a ver a tu mamá con asombro pero ella está igual que tú.
Necesitas respuestas, pero no vas a negar que te vez bien guapetona.
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Aquí está el capítulo de esta semana, adivinen quien está estudiando diseño en modassss~..
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