TRENDY

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Ahora miro mi vida con ella; mientras duerme abrazada a nuestro bebé y como si fuera ayer, recuerdo nuestra historia.

¿Te la cuento? Pero desde el principio, si quieres, claro.

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Seguramente, no seré la única persona sobre la faz de la tierra que admira a alguien, en mi caso, como buena amante de las artes y la música en general, tengo varios referentes importantes y gustos muy dispares , la música para mí es todo, es ese sentimiento que no dices, la alegría que quieres trasmitir y la pena que te ayuda a llorarla.

Era fan de tantos, que coleccionaba en mí haber numerosas entradas, pulseras y recuerdos de aquel o aquel otro concierto.

Esta semana, era especial, pos-pandemia, viajaba a Madrid al propio "WIZIK CENTER", para volver a disfrutar de la música en vivo y, en este caso acompañada de una segunda pasión, el baile.

No lo había sola, mi mejor amigo AXEL, era un amante de susodicha cantante y para la ocasión, no sólo había custodiado su ropa, si no que además me hizo caer a mí en esa rueda de fan de póster.

Era un concierto muy esperado, aplazado en dos ocasiones por la pandemia y repleto de novedades, colaboraciones, además de la presentación y puesta en escena del nuevo disco.

En definitiva, era el CONCIERTO.

Lola Indigo, presentó su disco, con un público entregado unos bailes imposibles y una seguridad sobre las tablas que acaparó los vítores, gritos y halagos.

Nos supo a poco, queríamos más. Siempre la música en directo te anima a querer más, como esas series de Netflix que no puedes dejar de consumir y acabar a las tantas.

AXEL: ¡Qué puta locura, Ingrid! ¿Has visto ese momento culo? ¡Menuda diosa!

INGRID: ¡Flipante! ¡Cómo es de guay ver un elenco artístico completo así! Todas las coreografías, y el "cardio" que lleva eso... Se me hizo corto, la verdad.

AXEL:  ¿Oye, y si esperamos a que salgan? ¿Te imaginas que los vemos?

INGRID: AXEL, ¿no has tenido bastante momento fan con la indumentaria y las compritas del "Merch"?

AXEL: ¡NO! ( RÍE)

INGRID: Eres infinito, pero... ¿Me dejas ir al baño primero?

AXEL:  ¡Eres la mejor!. Te espero en la puerta, que ya habrá gente, ¡seguro!

INGRID: ( modo sarcástico) ¡Ah, genial! ¿en qué puerta?, ¿en la única que tiene? Axel, hay como 30 puertas.

AXEL: Tú déjame que yo la localizo y te mando ubicación. No tardes.

INGRID: ( Resignada) Está bien, ahora te veo.

Axel era mi opuesto más directo en carácter, siempre una sonrisa, siempre enérgico, siempre dispuesto...  Yo, tenía mis momentos; era más racional, más crítica y mucho más sensata en general, quizás por eso nos llevábamos tan bien. Era mi complemento perfecto, y una persona excepcional. Si quería algo, iba a por ello sin más preámbulos, y yo  acababa de salir de una relación larga y dolorosa,  desgastada por los años y la costumbre, y sus consejos y forma de entender la vida, ahora mismo, eran mi balón de oxígeno.

Así que, entré al primer bar que vi, compré 2 refrescos para suavizar esas gargantas de tanto grito y pasé por el baño, cuando salí, me dispuse a mirar el móvil, pero... lamentablemente tanto reportaje fotográfico, vídeo y llamadas en directo, hizo que la batería acabara y la pantalla se quedara en un negro intenso.

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