INOCENTE

362 13 0
                                    

Sabes esa sensación de que la vida va demasiado bien, que tienes miedo siempre a que ocurra algo y lo joda. Pues en ese epicentro estaba yo de camino a Granada.
Habíamos pasado unos días maravillosos con los míos, y decidimos apurar un poco, no pasar por casa y del tirón ir a Granada.
Así que, las horas de coche, pasaban de una manera divertida entre música, confesiones y cafés de carretera, aunque mi momento favorito era este, el de ahora.
Después de la última parada, Mimi se quedó profundamente dormida apoyada en la almohada cervical contra la ventana.
Me daba paz. Me encantaba ese silencio, en el que sólo oía su respiración, la música de fondo y una buena carretera en la que enredar mis pensamientos.
Había ido ya unas cuantas veces a su pueblo, conocía la carretera, aunque siempre disfrutaba escuchando cómo me indicaba en base a las casas y locales por dónde ir.
Un poquito antes de llegar, me sorprendió una voz adormilada que me sacó del trance en el que me encontraba.

MIMI: Te he dejado solita otra vez ( puso un puchero) pero me entró sueño.

INGRID: Y yo encantada de que te entrara, es difícil verte dormir placidamente, además me gusta verte así; tan relajada.  Mira, ya estamos de camino al pueblo.

MIMI: (enfocando su vista en la carretera) No queda nada, 20km y estamos con Inma encima. (se ríe) Estoy nerviosa.

INGRID: ¿Nerviosa? Tú no te pones nerviosa nunca... ( le saco la lengua) Además esta vez es más fácil, es tu familia.

MIMI:¡Coño por eso estoy nerviosa! Porque me van a atosigar a preguntas de cuándo, cómo y dónde. Además van a ver el anillo, y tendré que dar detalles.

INGRID: (agarrando la mano) Pues dalos, ¿Qué problema hay?

MIMI: ( se apoya de lado y me sonríe) ¿Todos? Digo; que si los de antes y después del anillo también.

INGRID: ( me muerdo el labio) ¡Mimi! ¿Hace falta que te responda?

MIMI: (riendo) ¡Ea! pues ya estamos nerviosas las dos. Así mejor.

INGRID: ( suspirando) No, en verdad, yo estoy tranquila. Cuando venias dormida estaba pensando justo en eso. No sé, estos casi dos años han pasado tan rápido y tan jodidamente bien que me da miedo.

MIMI: ¿Miedo por qué?

INGRID: Pues no sé, eso... ¿No te pasa? Cuando va todo tan bien, sientes que la felicidad a veces no te pertenece o que puede ser efímera. Para mí es una obsesión, un poco fea, pero siempre pienso lo peor, y ahora está todo tan en calma, tan en su sitio.... que no sé, sin querer esperas la ola. Bueno, no me hagas caso, son movidas mías.

MIMI: (Levanta la mano del anillo) Tus movidas, rubia, son ya casi mis movidas, y aunque no hubiera esto, también lo son. Te entiendo, pero es real, no esperes nada. Sólo vivamos. Vendrá lo que tenga qué venir...de momento... Estamos en este punto y es increíble. Para mí, es un logro estar en esta paz física y mental. No sé, siento que estoy dónde tengo qué estar, pero no puedo pensar si va a ser un rato o toda la vida, si no, no disfruto de hoy, no disfrutaría como lo hago de este viaje y de verte conducir así; tan seria, con tus rayban y esa pose de chuleta que me encanta, a pocos km de mi casa, y a punto de darle a mi madre la noticia de su vida. ¿No crees?

INGRID: ¿De verdad me pongo tan seria? ( me giro un instante y vuelvo la vista a la carretera)

MIMI: (Asintiendo) Sí, pero a mí me encanta, no seria en plan mal, seria en plan concentrada, interesante... No sé... Y esas gafitas que te dan un rollazo...

TRENDYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora