CORAZONES ROTOS

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Después del tedioso parto, de que revisaran a Aitor y le hicieran todas las pruebas pertinentes lo teníamos con nosotras en la sala aledaña a paritorios, por precaución, ahí tenías que pasar las 2 horas siguientes al parto hasta que los médicos consideraban que estaba todo bien y te subían a planta. Antes, nos permitieron ver a nuestros familiares y presentarselo. Asomaron la camilla conmigo y el niño, y andando una sonriente Mimi.

AINHOA: Inma, que ya salen. (emocionada)
INMA: ¡Ay mi niña! ¡Qué emocionada viene!
MIMI: familia, os presentamos a Aitor, el bebé más bonito del universo.
INGRID: mamá, no llores. Ya está aquí tu nieto.
AINHOA: cariño, es... es... es precioso... ¿cómo estás tú, hija? (Acariciando mi cara) Tienes que estar agotada.
INGRID: agotada pero feliz.
MIMI: Ainhoa, tienes una hija que es una leona. Ahí dentro ha sido increíble (se emociona) ha sido la experiencia más salvaje y más bonita de mi vida. Mamá tengo una familia (abrazándose a Inma)

Esas 2 horas nos vinieron maravillosamente bien. Y entre la medicación y el desgaste me quedé un poco dormida. No creo que fuera por mucho tiempo. Al abrir los ojos me encontré con la mejor imagen.

MIMI: (sostenía sin camiseta a Aitor, ambos tapados con una sábana verde de hospital) ¡Hola cariño! (susurra)

INGRID: (sonrío enternecida) ¡Hola preciosos! ¡Qué imagen tan bonita!

MIMI: Vino la ginecóloga a verte, y me recomendó este contacto, me muero de amor, Ingrid; es tan bueno...(besando su cabecita) lleva dormidito todo el rato. ¿Cómo te encuentras?

INGRID: Sois muy bonitos los dos. Yo sí que me muero con vosotros. Estoy como cansada, y creo que empiezo a notar irse el efecto de la epidural...

MIMI: intenta dormir otro poco, nosotros estamos tranquilitos (sonríe)

INGRID: (negando) no tengo sueño, me apetece ver esta imagen. ¿Se fueron a casa todos?

MIMI: (me lanza un beso) Sí... esta tarde vienen.  Avisé a las niñas, pero ellas esperarán a que estemos en casa. Son un amor. Axel también se fue a dormir, estaba fundido. No quieren molestar hasta que nos hagamos con este pequeñin (empieza a revolverse) Uy... creo que hay alguien que tiene hambre...

INGRID: (pongo cara de susto) ¡Mimi, no sé cómo se hace! (veo cómo se incorporan)

MIMI: (poniendo a Aitor de lado en mi regazo) Bueno, para eso es el primero, para aprender juntas. Vamos a intentarlo. (Beso)

La primera toma de contacto no fue tan idílica como te hacen creer, sin embargo, las restantes estábamos cogiéndole el punto.
Una vez instaladas en la habitación, ya podíamos estar tranquilas y disfrutar estos primeros momentos familiares.

INGRID: (sentada en el sillón observando a mimi apoyada con su antebrazo en la cuna) ¡Cariño, lo vas a desgastar! (sonrío tierna)

MIMI: (acercándose y sentándose en la silla al lado mío) Es que... es tannn tannnn perfecto, Ingrid. Se parece a ti. Tiene esa boquita (beso) que me tiene loca. ¿Cómo te encuentras? ¿Necesitas algo? (Masajeando mi pierna)

INGRID: (apoyando mi cabeza en su hombro) pues estoy un poco impedida de cintura para abajo... y dolorida, pero aún así, con todo; estoy feliz. Más feliz que nunca. No necesito nada, estar en casa con vosotros dos.

MIMI: ya has oído a la doctora, una noche y mañana seguramente a casa (hace un gesto de ganar con el brazo). 

INGRID: (sonrío) tenemos qué rellenar todos los papeles, pero...¿sabes qué?

MIMI: (se acerca a mi cara) No; ¿qué? (beso)

INGRID: que nadie puede negar que es hijo tuyo, señorita; su bebé tiene unos ojos verde miel preciosos, se los vi un poquito cuando comía.

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