¿CÓMO ESTÁS? ¿CÓMO TE VA?

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Las promociones por Latinoamérica estaban dando su fruto, o eso me decía cada videollamada.  Teníamos qué hacer malabares para cuadrar los husos horarios, sin embargo, cuando uno quiere, todo es posible.
Tenía todo preparado para su vuelta, después del viaje tenía 2 semanas libres, la primera estaría en casa conmigo; entrenando, componiendo... la segunda, quería ir a Granada, enseñarme los encantos que aún no conocía y comer con su familia.

"Quiero que te disfruten un rato largo, se van a enamorar tanto o más que yo" me solía repetir. Así que, ¡Sí! Accedí a formalmente, tener una comida de "hermanamiento" familiar.

Llegó el día de tener que ir al aeropuerto a buscarla, y estaba tanto o más nerviosa que la primera vez, era como ver de nuevo a la persona que te gusta después de las vacaciones.  Y ella me gustaba de verdad. Casi medio año conociéndola de esa manera tan "personal" y aún era como el primer "encuentro".
Habíamos organizado una cena de bienvenida, pero antes, las chicas, habían creído oportuno darnos la tarde libre, "para que os pongáis al día" decía Claudia en tono pícaro.
Así que, sí. A las 9:0o hora local, aterrizaba el vuelo con origen Buenos Aires en la T4 satélite y ahí estaba yo; enfundada en unos vaqueros rotos, camiseta, sudadera y una gorra... pues ya era habitual estar con ella por la calle, o de la mano y tener algún objetivo indiscreto.
Las puertas blancas empezaron a abrirse de manera intermitente mientras salían pasajeros, hasta que vi ese pantalón "cargo" militar y esa camiseta negra peleándose por arrastrar una maleta enorme, con la mochila negra a la espalda, y sus gafas puestas.

Nada más salir, y verme, una sonrisa iluminó esa carita que tanto echaba de menos, y automáticamente, se levantó las gafas, apeo la maleta, y vino a mi lado extendiendo los brazos.
( Abrazadas, oliéndole el pelo, el cuerpo... mi sitio, esa era mi sensación)

INGRID: ¡Cariño! ¿Cómo puedes oler así de bien? Lo echaba de menos.
MIMI: (agarrando mi cara) ¿yo? Tú si que hueles bien, ¡dios! ¡Qué ganas tenía de tocarte! ( y nos besamos, era lo justo, la necesidad salía por los poros) ¡Rubia! Al próximo te vienes conmigo, yo no aguanto sin esto ( y me besaba) más tiempo.
INGRID: ( devolviéndole todos los besos y más) ¡Hecho! Se me ha hecho eterno. ¡Pero ya estás aquí! La abracé. ¿Nos vamos a casita?
MIMI: ¡Por favor! Necesito una ducha calentita con mi fotógrafa favorita. ( sonrió mientras me agarraba la mano)

Era habitual, pero a veces rompía el momento perfecto, y nuestra burbuja se veía un poco pinchada. Una fan la reconoció, y no dudó en acercarse a nosotras ( no podía culparlas, antes, eso era yo).

FAN: perdonad, no quiero molestar,pero... ¡soy muy fan de tus canciones! ¿Te echarías una foto conmigo?

MIMI: ( con una sonrisa) ¡claro! ¡Gracias!
FAN: (mirándome) puedes... ¿puedes hacer el favor?
MIMI: no eres lista tu ni "nah", a la mejor fotógrafa se lo pides.
FAN: ¡Gracias!
INGRID: Ten, ahí van unas pocas. Así evitamos errores. (Sonío)
Así, de cuando en cuando parando llegamos a la puerta exterior, sin esperar que allí una jauría de fotógrafos y micros la estaban esperando.
Al parecer unas fotos con una cantante Argentina, habían desencadenado especulaciones profesionales y personales que las involucradas desmentían hasta la saciedad. Según íbamos a llegar, por instinto solté su mano y agarré su maleta para dejarla hablar con ellos.
Su reacción fue contundente.

MIMI: De eso nada, rubita. (Volvió a agarrarme la cara, me besó delante de los flashes y me agarró la mano para adentrarnos en esa nube de micros... )

PERIODISTA: Lola, ¿es cierto que en Argentina has estado saliendo mucho con María?

MIMI: Hemos salido como puedo hacer aquí, y no sólo con Maria. Chicos, no le deis más vueltas. Todo a su debido tiempo.

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