KILLA

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El 16 de Julio, viernes. Nuestra casa parecía un backstage del wizik center. Sus padres, los míos, los abuelos. Ni el hotel en el que se hospedaban tenía tanta gente. Todos querían estar con nosotras la mañana antes de irnos al juzgado. Y nosotras estábamos nerviosas porque esos 2 días salieran genial para todos.
A las 12:00h teníamos que ir a firmar, y a las 14horas habíamos organizado en el hotel de la boda una comida, después piscina, merienda y a preparar el gran día.
No éramos tradicionales, y ambos días dormiríamos juntas, lo único en lo que no estaríamos la una con la otra, sería al vestirnos para el sábado.
Así que esa mañana previa a la firma realmente importante, y teniendo la casa como la M30, ambas nos vestimos, y juntas salimos de la mano para el juzgado.

MIMI:( enlazando las manos) Ahora sí que sí, rubita. Ya no estás a tiempo de salir corriendo.

INGRID: ( haciendo un barrido visual a su persona) ¿y no casarme con esta maravilla? No sé si son los nervios por la boda , o el traje de raya diplomática que me llevas, pero... estás hoy especialmente guapa.

MIMI:( levantando la ceja) y tú eres especialmente adorable, futura señora de Doblas.

INGRID:( mientras entramos en el coche) ¡ah no! ¡Ni hablar! a ver si al final si salgo corriendo.

MIMI: ( mirándome desde su asiento) ¡Pues sabes qué! (niego) Que te daría igual, porque yo; rubia, correría detrás de ti una y otra vez.

INGRID:(sonrío)¡En el fondo no podrías vivir sin mí! ¡Te quiero MIMI!

En el juzgado estaban nuestras testigo Mónica y Claudia, no podían ser otras, pues gracias a ellas nos conocemos, y gracias a su jarro de agua, descubrí la felicidad hace tres años. El resto venían en sus respectivos coches, para la firma en el juzgado contábamos con nuestros más cercanos; padres, abuelos y testigos. Esa misma tarde, tendríamos comida, merienda cena, y piscina en el hotel a modo de preboda, y nos reuniríamos con el resto de invitados. 
Una vez dentro, estábamos frente a la sala que nos habían indicado, cuando un funcionario se asomó y dijo nuestros nombres en voz alta.

FUNCIONARIO: MIRIAM DOBLAS E INGRID ETXEBERRIA

AMBAS: NOSOTRAS.

FUNCIONARIO: ( estrechando su mano una a una) Encantado, me llamo Fernando y seré el encargado de hacer constar acta del enlace, sus testigos, pueden ir pasando con ustedes, los familiares que les acompañen ocupando los bancos que hay detrás de la mesa.

La sala era muy diáfana, con un gran ventanal, y las banderas pertinentes apostadas en un lateral, una mesa de pino grande, 4 sillas de un lado y una de otro; justo por detrás unos cuantos bancos para acomodar a la familia que nos acompañaba.

FERNANDO: (señalando las sillas) Por favor, las contrayentes y a cada lado la testigo que responderá por ella.

De este modo, Mimi y Monica se pusieron en el lado derecho y Claudia y yo en el izquierdo. Detrás, mezcladas nuestras familias; padres y abuelos...

FERNANDO: ( empezando a leer) Hoy, 16 de Julio, procedemos a la unión legal de MIRIAM DOBLAS MUÑOZ E INGRID ETXEBERRIA SAGARDO, ambas con nacionalidad española y residentes en la comunidad de Madrid. ¿Las contrayentes se presentan voluntariamente y aseguran no estar bajo amenaza, coacción o interés?

AMBAS: SÍ, venimos libremente.

FERNANDO: ( Continúa leyendo) ¿MIRIAM DOBLAS MUÑOZ, con DNI 7856546G, mayor de edad, con nacionalidad española, acepta contraer unión legal en este acto con INGRID ETXEBERRÍA SAGARDO, con DNI 7655323B en este momento y ante la representación legal que me confiere el estado de derecho?

MIMI: (sonriendo y cogiendo mi mano) Sí, acepto.

FERNANDO: ¿INGRID ETXEBERRIA SAGARDO, con DNI 7655323B  mayor de edad, con nacionalidad española, acepta contraer unión legal en este acto con MIRIAM DOBLAS MUÑOZ, con DNI 7856546G nacionalidad española, en este momento y ante la representación legal que me confiere el estado de derecho?

INGRID: (apretando la mano enlazada) Sí, acepto.

FERNANDO: (poniendo unos folios escritos delante de cada una y facilitando 2 bolígrafos) Pues mediante la firma de estos documentos y sin que haya alegaciones en contra, formalizan la unión legal, adquiriendo la condición de cónyuges a todos los efectos que ampara la ley.

Se escucharon unos aplausos, y ambas madres sorbieron las lágrimas que resbalaban por sus mejillas mientras se abrazaban satisfactoriamente. Nosotras seguíamos mirándonos embobadas y con las manos enlazadas por nuestros anillos de compromiso, hasta mañana no estaría el original en nuestra mano, pero, hoy ya podíamos decir que éramos un matrimonio ante la ley.

FERNANDO: ( dándonos la enhorabuena) Antes de acabar, me gustaría tener presente el artículo 69 del código civil, como cierre de este proceso y pauta para lo que hoy comienza. Los cónyuges están obligados a vivir juntos, guardarse fidelidad y socorrerse mutuamente. Deberán, además, compartir las responsabilidades domésticas y el cuidado y atención de ascendientes y descendientes y otras personas dependientes a su cargo.

AMBAS: (sonreímos ante aquella declaración de intenciones y asentimos de manera automática)

FERNANDO: (señalando los folios) Y ahora, para que conste en acta y se lleve a trámite, firmen cada documento, ambos testigos debajo de su representado.

Firmamos todos los documentos, nuestras testigos también y al finaliza después de una ronda de besos y abrazos entre las cuatro, Fernando nos extendió el libro de familia con la primera página escrita en la que se podía leer nuestros nombres, en cada apartado y las restantes para descendencia. Mimi lo agarró con emoción y se giró levantándolo en alto al mismo tiempo que me abrazaba por la cintura y aprovechaba la ocasión para darme un beso.

MIMI: (enseñándome el libro) Rubia, esto es una realidad alucinante.

INGRID: (viendo la primera página) Y tan alucinante, ahora sí eres la señora de ETXEBERRÍA ( y le saco la lengua)

MIMI: ( asintiendo) yo no tengo ningún problema, es más, voy a pregonar que soy tu mujer (me guiña un ojo).

Con el libro, nuestras manos enlazadas y nuestra familia más cercana empezamos la primera ronda de fotos del fin de semana; besos, abrazos y un montón de cosas por celebrar que se alargaría toda la tarde noche de ese día. Además de nuestros amigos más cercanos, estaban los compañeros de Ot de Mimi, algunos de mi carrera, y varios que vivían fuera y habían venido expresamente a celebrar con nosotras el día.
Axel y Dama estaban más nerviosos que nunca como maestros de ceremonia, y nosotras más felices que cualquiera porque habíamos materializado aquel proyecto que comenzó por un... podríamos casarnos.

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