MÁS MÍA QUE SUYA

CAPÍTULO XXXIX

GIANNA.

Lo odio. Lo detesto. Lo aborrezco. ¡Es un maldito idiota! Todavía me cuesta asimilar lo que hizo. Es un imbécil. No tuvo ninguna pizca de prudencia a soltar esas palabras delante de Jace. Todo lo hace a propósito. Y su propósito es joderme e impedir que sea feliz con otra persona. Apenas y puedo atreverme a mirar a Jace a la cara. No se suponía que se enteraría de esta manera. Yo tenía que decírselo no el estúpido de Leo.

Observo al hombre a mi lado fugazmente, y es muy notorio que está molesto. No ha dicho una tan sola palabra desde que me subí al auto. Y me da miedo hablar porque no sé cómo se lo tomará. Jamás había visto a Jace de esta forma y eso también me hace tener mayor cautela. Cuando menos lo espero me percato de que ya hemos llegado a mi edificio, y ni siquiera apaga el motor para bajarse conmigo, como usualmente lo hace. Se supone que debo bajar. Volteo a verlo nuevamente y justo en el momento en que lo hago él gira la vista hacia otro lado.

—Jace —me atrevo a llamarlo, pero este me ignora. —Jace, por favor mírame.

Forzosamente él voltea a verme fijamente, haciéndome tragar fuerte por la expresión molesta de su rostro.

—Necesito explicarte lo que sucedió allá —expreso.

—No me digas nada —manifiesta cortante.

—Jace, debo hacerlo —replico. —Lo que dijo Leo no es lo que estás pensando.

—¿Y qué crees tú que estoy pensando? —espeta. —¿Qué se supone que debería de pensar cuando un ex te dice que se hospedarán en un mismo cuarto de hotel?

Joder.

—Sé que eso da a malas interpretaciones, pero lo importante aquí es que entiendas el verdadero contexto de sus palabras.

—¿Cuál es el contexto entonces, Gianna? —pregunta endureciendo la voz.

No comprendo porque creí que sería más fácil decirle esto. Bueno, tal vez lo hubiera sido sí Leo no se hubiera adelantado.

—Estoy trabajando con Leo —le hago saber. Y al escucharme su rostro no refleja más que confusión. —Es decir, no sólo yo lo estoy haciendo, un equipo completo de mi empresa trabaja en la publicidad de su nuevo álbum y yo soy parte de este.

Al terminar de confesar esto, espero pacientemente su reacción con incertidumbre.

—¿Y por qué no me lo dijiste antes? —cuestiona en respuesta.

—Primero que nada, no quiero que pienses que te intentaba ocultar esto. Nunca fue mi intención —le aclaro. —El tema entre nosotros no se había dado y por eso no te lo había comentado.

—No considero que fuese necesario llegar hasta este punto para que la conversación surgiera —suelta tratando de sonar calmado, pero las facciones de su rostro me indican que no lo está.

—Lo sé y me equivoqué al no decírtelo antes —admito.

—Necesito saber que significaba eso del hotel —manifiesta.

—Cuando Leo lance su álbum realizará una pequeña gira. Y mi supervisora y yo viajaremos con él porque somos las encargadas de planear los eventos —le aclaro. —Y no, no nos hospedaremos en un mismo cuarto como él lo dijo, quería molestarte Jace esa era su intención.

A juzgar por los gestos que hace no puedo descifrar lo que Jace piensa luego de haberle dicho todo esto. No podría decir si me cree o cómo se siente.

—Si te soy sincero no sé qué pensar sobre esto —suelta luego de algunos minutos.

—No hay nada malo que pensar eso te lo puedo asegurar —replico tomando su mano. —Y esto tampoco debería ser relevante ni un problema para nuestra relación. Leo es pasado y nuestras interacciones son estrictamente laborales.