Durante las vacaciones de verano, Sofía estaba muy aburrida en casa. Su padre, nuevamente le había ofrecido algún viaje, para ella y alguna amiga, a lo que otra vez rechazó.
Ya pasó un mes, y Sofía solo quería que este verano se termine, para comenzar las clases, ya que, esa era la forma en la que volvería a estar junto a Jorge.
Esa tarde, los novios charlaban por videollamada en la computadora.
— Realmente te extraño, lo único que he hecho, es leer novelas románticas. — Comenta Sofía con la mejilla apoyada en su mano.
— Estás muy aburrida. Mi abuela me dijo que estaría gustosa de que nos visites. Mi casa no es muy grande, y no tiene sirvientes, pero te sentirás cómoda y tenemos una habitación de visitas.
Una sirvienta toca a la puerta de la habitación de Sofía, e informa que su padre quería verla.
— Payasito te debo cortar. Papá me está llamando... espero que no sea nada malo.
— Okay, si pasa algo, me llamas de regreso. Bye
Sofía luego de cortar, se dirige rápidamente al despacho de su padre y toca a la puerta. Cuando le invitan a entrar, respira hondo y abre la puerta.
— ¿Querías verme, papá? — pregunta ella, abriendo con sutileza la puerta, observando al hombre de mirada fría que estaba en el interior del despacho.
— Si Sofía, entra. — Contesta el hombre, sin apartar la vista de la computadora — Estaba mirando las cuentas y pagos que realizó a tu universidad, sabes que me gusta pagar la totalidad a principio de año. Pero me llevo la sorpresa, de que este año, me han cobrado mucho menos. Así que llamé a tu universidad por algún posible error, y me enviaron este correo.
Federico Mydffai estira la mano, para entregar una hoja impresa a su hija.
Sofía toma la hoja donde salían sus datos y la totalidad de sus calificaciones del tercer año. Al final se leía, que, por sus logros destacados, se considera becar a la estudiante.
— Tu madre me dijo que desde segundo año estas con un tutor que contrataste para ayudarte en las asignaturas. Me alegra que ya te preocupes por el futuro y por la compañía. Buen trabajo, espero que sigas así.
— Gracias papá — Sonríe muy feliz. Esta era la primera vez que su padre le reconocía sus logros.
— Espero mantengas esas calificaciones, además, me parece muy maduro de tu parte, contratar al tutor para ayudarte, eso amerita una recompensa. Ya que no has querido el viaje, puedo darte un nuevo automóvil ¿Qué opinas?
— No papá, gracias. Pero, si me quieres dar un premio, puedes dejarme ir a ver a una amiga que tiene una casa de campo en Capilla, hasta que terminen las vacaciones.
Federico le mira extrañado y Sofía estaba asustada de que sospeche algo con respecto a Jorge.
— Nunca pensé eso de ti. Has madurado mucho, te estoy dando regalos costosos y solo quieres visitar a una amiga en el campo, sin pedir nada más. Lo que fue el año anterior, no has gastado casi nada del dinero de la tarjeta, en comparación a años anteriores, eso me gratifica, se puede confiar en ti. Ve donde quieras, regresa cuando inicien tus clases.
— Gracias papá
Sofía se marcha del despacho de su padre, estaba muy feliz, puesto que por fin sentía que su padre le quería, además, podría ver a su novio, aunque sea con una pequeña mentira.
Sofía viajó muy temprano, para poder llegar durante la mañana a Capilla. Era una distancia de 400 kilómetros, así que decidió tomar el autobús, al igual que lo hacía Jorge, ya que deseaba vivir lo mismo que él, además de sorprenderlo, puesto que él no sabía que viajaría.
ESTÁS LEYENDO
Mi único pecado, fue quererte.
RomanceDos estudiantes de economía en la universidad de Cardiff, descubren el amor que nació entre ellos de una manera completamente tierna y pura. Pero esto, no siempre es suficiente para estar juntos. La familia de Sofía, no aceptaría que un chico de con...