Capítulo 23

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Luego de la noche en Nefyn, la pareja sufrió algunas modificaciones en su rutina diaria. Las tardes de estudios, fueron cambiadas por placenteras tardes en el departamento de Jorge, pero a pesar de esto, él no olvidaba su obligación con el trabajo en el bar, aunque estaba mucho más distraído, lo que le hacía olvidaba los pedidos y entregaba órdenes incorrectas.

Con el paso de los días, los novios, ya no prestaban atención en clases y comenzaron a saltarlas, incluso faltaban algunos días a la universidad, disculpándose a ellos mismos en que eran muy listos, y sus calificaciones siempre eran excelentes, así que podían permitirse no asistir a clases algunos días, puesto que, en ese momento, solo importaban ellos, su amor y su vida sexual.

Era sábado por la mañana. Sofía había llegado temprano, quitándose rápidamente la ropa para ingresar en la cama con Jorge. Hicieron el amor, para luego descansar, acariciando el pecho o el cabello del otro.

— ¿Qué hora es? — pregunta Jorge

— Que importa... ¿Tienes hambre? — responde somnolienta.

Jorge toma su celular que estaba debajo de su almohada, y comienza a revisar sus correos y su agenda para la próxima semana, hasta que ve algo que lo sobresalta.

— Oh, no, no, no, ¡NO! — Salta de la cama y comienza a vestirse

— ¿Qué pasa? — pregunta Sofía asustada.

— El informe sobre impuestos estatales. Es para este lunes.

— ¡AY NO! — Sale de la cama y comienza a vestirse.

Se marchan rápidamente para alcanzar a llegar a la Biblioteca de la universidad, antes de que cierren.

Decidieron que realizarían el trabajo en casa de Sofía para no distraerse durante los descansos.

El informe que debían presentar, representaba una nota importante en una de las asignaturas. Este era tan extenso, que decidieron dividirse el trabajo.

Ya era de madrugada, pero Sofía y Jorge aún seguían trabajando sin detenerse.

Entra al salón Martina Mydffai con una bata de dormir, que fue informada por las sirvientas que, aun Sofía y su tutor, continuaban estudiando.

— Sofía, ya es muy tarde y ustedes aún siguen aquí.

— Mamá... estamos retrasados, tenemos que seguir

— Son poco considerados tus maestros para pedirles un informe tan extenso en tan poco tiempo, puesto que se reúnen todas las tardes para trabajar en esto.

— Creo que nos quedaremos toda la noche.

— No Sofía. Jorge ya debe regresar a casa, él debe descansar, no puedes abusar para que tu tutor te ayude a hacer tus trabajos — dice severamente Martina.

— Señora Mydffai. Realmente no me importa, porque somos compañeros en este trabajo y tenemos que terminarlo.

— No. Debes regresar a tu casa, y tu Sofía, te vas a dormir. Voy a decirle al chófer que te vaya a dejar Jorge, mañana terminen.

Los novios se miraban angustiados, pero no podían desobedecer las órdenes de la señora Mydffai. Final Jorge regresó a su departamento y decidieron dormir.

A la mañana siguiente, prefirieron no reunirse y solo realizar una videollamada para poder continuar, pero el día paso demasiado rápido y ya era nuevamente de noche

— Olvídalo Sofía, es imposible sacar esto para mañana. — dice apesadumbrado Jorge, apoyando sus manos sobre su frente en señal de cansancio.

— Pero tenemos que intentarlo, aunque sea para obtener un 6.

— Sofía, tú y yo estamos cansados. Además, que esta semana casi no fuimos a clases, hay temas que pide el informe, que no sé de qué están hablando, y los libros no dicen nada de ello, ni siquiera sé si tomamos los libros correctos.

— En realidad, estoy cometiendo muchos errores en escribirlos...

— Te enviaré lo que tengo, imprímelo y entreguemos eso.

El día lunes, entregaron el informe. Sofía y Jorge estaban abatidos por fracasar en un trabajo, así que retomaron su antigua rutina de estudios.

El día martes, el profesor de Impuestos los envía a llamar a su despacho.

— Bien muchachos, yo siempre he tenido buenas respuestas de parte de ustedes, por eso me gusta revisar primero sus trabajos, para guiarme en como evaluar al resto. Pero esto... nunca lo imaginé de ustedes, un trabajo a medio hacer, existen partes que pienso lo escribió alguien que recién ingresa a la carrera. — El profesor arroja su informe sobre la mesa en forma de desprecio.

— Perdón profesor, hemos estado distraídos, le aseguramos que esto no volverá a ocurrir — dice Jorge agachado la cabeza.

— Eso espero yo también. Entiendo que cada quien tenga sus problemas, todos somos humanos — El profesor da un suspiro y frota su cuello — Voy a hacer algo que está en contra de toda regla. Llévense eso y tráiganlo el día jueves, porque con este informe, tiene un 3.

Sofía recoge el informe del escritorio y hace una inclinación de cabeza en forma de agradecimiento.

— Gracias profesor.

Salen de la sala y cierran la puerta. Ambos se miran y suspiran aliviados.

Ese jueves por la mañana, entregaron un informe completo. Durante la tarde, comenzaron a estudiar y Jorge estaba muy serio, puesto que se recrimina lo que ocurrió.

— Ya pasó Jorge, no puedes estar así siempre — le animaba Sofía.

— No puedo creer lo irresponsable que fui, yo no puedo permitirme bajar mis calificaciones. Podría perder la beca — responde apesadumbrado.

— Me estás haciendo sentir culpable.

— No Sofía. Pero debemos organizarnos, al igual que lo hicimos cuando comenzamos el noviazgo.

— Bien, estudiemos en las tardes y los fines de semana nos vemos. Aunque, igual podría ser algún día dentro de la semana — ríe de manera coqueta.

— Preferiría que este fin de semana no. Aún estamos retrasados en varios temas, de hace mucho que no he estado tan perdido en clases.

Sofía usa una voz juguetona, actuando como si realizara un berrinche.

— ¡Vamos! Ya fue una semana de castigo, no puedes hacerme eso, aunque sea un rato corto el sábado.

— Que no Sofía, deberías estudiar tú también — responde Jorge con fastidio, acomodando sus gafas de lectura.

— Pero es tu culpa que ahora quiera más. Solo deseo disfrutar de mi novio y su "gran" secreto que esconde tan bien debajo de la bragueta... — ríe Sofía con picarona.

Jorge Sin paciencia

— Ya deja de decir esas cosas — dice Jorge sin paciencia — Creo que te has obsesionado con eso... de lo único que hablas últimamente es de sexo...

Sofía se sentía avergonzada. Le dolía que Jorge le dijese que era una pervertida.

— Perdona... no esperaba incomodarte. Tienes razón, es mejor seguir estudiando y no vernos el fin de semana.

Jorge observa como el ánimo de Sofía se desplomó. Se estira para tomar de su mano, pero ella la retira abruptamente.

— No quería hacerte sentir mal. De cierta manera, me estoy desquitando contigo, perdona.

— Es mejor estudiar — responde Sofía sin mirarlo. Su semblante se había vuelto duro y su mirada ya no era tierna. Estaba completamente ofendida, y a medida que reflexionaba en lo que ocurrió, más enojada estaba con Jorge.

Mi único pecado, fue quererte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora