Sofía y Jorge retomaron a la universidad. Ya estaban cursando el último año, y los hermosos días de verano, fueron cambiados nuevamente por sus libros de estudios.
Ahora la pareja era mucho más organizada para estudiar y seguir siendo los mejores, pero también, con tiempo suficiente para mantener en armonía su relación.
Ya pronto tendrían la segunda ronda de exámenes del primer semestre, y estaban estudiando como de costumbre en la biblioteca, pero Sofía notaba que Jorge no se veía bien ese día.
— Payasito... ¿Estás bien?
— Me duele un poco el estómago. Desde anoche me sentía extraño.
— ¿Comiste algo que te hizo mal?
— No lo sé, no lo creo. Solo me duele.
— Vamos al médico, guarda tus cosas — Sofía se levanta y lo apresura.
— No es para tanto, solo es un cólico, se me pasará.
— Vamos a tu departamento, duerme un poco. Hoy no debes trabajes.
— Acepto ir a dormir una siesta, pero debo trabajar, no me siento tan mal como para abandonar mis labores.
Al llegar al departamento, Jorge inmediatamente se dirigió a la cama, mientras Sofía preparó rápidamente un consomé tibio para que esto pudiera aliviarlo, a lo que Jorge lo bebió y luego durmió un par de horas.
— Payasito... ¿Cómo te sientes? — Sofía lo despierta a la hora que le pidió.
— Mucho mejor — responde somnoliento.
— ¿Te duele?
— No, solo un malestar.
— Si quieres, vamos al médico, solo para revisar que no sea nada malo.
— No Sofía, si fuéramos al médico por cada dolor de barriga, yo debería llevarte cada vez que tienes el periodo — reía Jorge, acariciándole el cabello.
— Prométeme que, si te sientes mal, en cualquier momento que sea, debes llamarme ¿Si?
— Okay, te lo prometo, ¿me llevas al bar?
— Vamos — Sofía le da un beso tierno y toma las llaves de su deportivo.
Durante la noche, Sofía seguía estudiando en su habitación. Eran casi las 11 de la noche y decide ir a dormir. A penas coloca su cabeza sobre la almohada, recibe una llamada de Jorge.
— Payasito, ¿Qué ha pasado? — Contesta preocupada.
— Ven a buscarme al Bar... tengo mucho dolor — jadea Jorge.
— Voy, llego en 5 minutos — Ella corta y sale rápidamente.
Cuando Sofía estaciona a las afueras del bar Kazua, sube inmediatamente Jorge que estaba afuera esperándola. Al verlo, Sofía sabía que algo estaba muy mal, su aspecto era completamente enfermo, sudaba, y su piel estaba caliente.
— Tranquilo... vamos a llegar en un minuto a Urgencias.
Ella manejó lo más rápido que pudo y lo llevó hasta la Clínica privada donde se atendía su familia, para que su revisión fuera rápida y no tuvieran que esperar.
Al llegar, ella le ayuda a bajar, pero Jorge corre para alcanzar el bote de basura que estaba en la entrada y comienza a vomitar. El personal que estaba en el lugar, al verlo, comienzan a preguntarle a Sofía que síntomas tenía, ingresándolo al interior de las salas de emergencias para tomarle los signos vitales.
Un médico le visita y pide algunos exámenes sanguíneos e imágenes del abdomen. Por mientras esperaban los resultados, le dejaron un suero endovenoso.
ESTÁS LEYENDO
Mi único pecado, fue quererte.
RomanceDos estudiantes de economía en la universidad de Cardiff, descubren el amor que nació entre ellos de una manera completamente tierna y pura. Pero esto, no siempre es suficiente para estar juntos. La familia de Sofía, no aceptaría que un chico de con...