Capítulo 26

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Sofía y Jorge retomaron a la universidad. Ya estaban cursando el último año, y los hermosos días de verano, fueron cambiados nuevamente por sus libros de estudios.

Ahora la pareja era mucho más organizada para estudiar y seguir siendo los mejores, pero también, con tiempo suficiente para mantener en armonía su relación.

Ya pronto tendrían la segunda ronda de exámenes del primer semestre, y estaban estudiando como de costumbre en la biblioteca, pero Sofía notaba que Jorge no se veía bien ese día.

— Payasito... ¿Estás bien?

— Me duele un poco el estómago. Desde anoche me sentía extraño.

— ¿Comiste algo que te hizo mal?

— No lo sé, no lo creo. Solo me duele.

— Vamos al médico, guarda tus cosas — Sofía se levanta y lo apresura.

— No es para tanto, solo es un cólico, se me pasará.

— Vamos a tu departamento, duerme un poco. Hoy no debes trabajes.

— Acepto ir a dormir una siesta, pero debo trabajar, no me siento tan mal como para abandonar mis labores.

Al llegar al departamento, Jorge inmediatamente se dirigió a la cama, mientras Sofía preparó rápidamente un consomé tibio para que esto pudiera aliviarlo, a lo que Jorge lo bebió y luego durmió un par de horas.

— Payasito... ¿Cómo te sientes? — Sofía lo despierta a la hora que le pidió.

— Mucho mejor — responde somnoliento.

— ¿Te duele?

— No, solo un malestar.

— Si quieres, vamos al médico, solo para revisar que no sea nada malo.

— No Sofía, si fuéramos al médico por cada dolor de barriga, yo debería llevarte cada vez que tienes el periodo — reía Jorge, acariciándole el cabello.

— Prométeme que, si te sientes mal, en cualquier momento que sea, debes llamarme ¿Si?

— Okay, te lo prometo, ¿me llevas al bar?

— Vamos — Sofía le da un beso tierno y toma las llaves de su deportivo.

Durante la noche, Sofía seguía estudiando en su habitación. Eran casi las 11 de la noche y decide ir a dormir. A penas coloca su cabeza sobre la almohada, recibe una llamada de Jorge.

— Payasito, ¿Qué ha pasado? — Contesta preocupada.

— Ven a buscarme al Bar... tengo mucho dolor — jadea Jorge.

— Voy, llego en 5 minutos — Ella corta y sale rápidamente.

Cuando Sofía estaciona a las afueras del bar Kazua, sube inmediatamente Jorge que estaba afuera esperándola. Al verlo, Sofía sabía que algo estaba muy mal, su aspecto era completamente enfermo, sudaba, y su piel estaba caliente.

— Tranquilo... vamos a llegar en un minuto a Urgencias.

Ella manejó lo más rápido que pudo y lo llevó hasta la Clínica privada donde se atendía su familia, para que su revisión fuera rápida y no tuvieran que esperar.

Al llegar, ella le ayuda a bajar, pero Jorge corre para alcanzar el bote de basura que estaba en la entrada y comienza a vomitar. El personal que estaba en el lugar, al verlo, comienzan a preguntarle a Sofía que síntomas tenía, ingresándolo al interior de las salas de emergencias para tomarle los signos vitales.

Un médico le visita y pide algunos exámenes sanguíneos e imágenes del abdomen. Por mientras esperaban los resultados, le dejaron un suero endovenoso.

Mi único pecado, fue quererte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora